La mansión donde murió Michael Jackson, 'malvendida' por 14 millones
La casa de estilo francés estaba en venta desde 2008 por 30 millones de euros.- Ha sido adquirida por la mitad del precio inicial
En una casa alquilada de Holbmy Hills, en Bel Air (Los Ángeles), falleció Michael Jackson hace más de tres años. La mansión en la que el rey del pop pasó sus últimos días de vida, estaba en venta desde 2008 por 30 millones de euros. Cuatro años después, esta villa de estilo francés, acaba de ser adquirida por prácticamente la mitad de su precio inicial, 18,1 millones de dólares (alrededor de 14,2 millones de euros). El comprador ha sido un inversor millonario de nombre Steven Mayers, según el periódico ...
En una casa alquilada de Holbmy Hills, en Bel Air (Los Ángeles), falleció Michael Jackson hace más de tres años. La mansión en la que el rey del pop pasó sus últimos días de vida, estaba en venta desde 2008 por 30 millones de euros. Cuatro años después, esta villa de estilo francés, acaba de ser adquirida por prácticamente la mitad de su precio inicial, 18,1 millones de dólares (alrededor de 14,2 millones de euros). El comprador ha sido un inversor millonario de nombre Steven Mayers, según el periódico Los Angeles Times.
La mansión, de 1.600 metros cuadrados, cuenta con siete dormitorios, 13 cuartos de baño, bliblioteca, un hall de entrada con una escalera de caracol, sala de cine, ascensor, gimnasio, piscina, bodega y una impresionante casa de invitados.
La casa se erige sobre un terreno de 4.800 metros cuadrados con un amplio jardín. Por ella el inolvidable cantante y bailarín pagaba cien mil dólares al mes (78.250 euros). Parece que al empresario le han importado más las impresionantes instalaciones que el luctuoso pasado de la casa, con muerto superfamoso incluido.
Jackson pasó seis meses allí mientras ensayaba para su concierto This is it en el centro Staples de Los Angeles. Le acompañaban sus tres hijos: Prince Michael de 15 años; Paris, de 14 y Blanket, de 10.
El 25 de junio de 2009, Jackson moría por una sobredosis de la medicación que tomaba. Posteriormente, su médico, Conrad Murray, fue declarado culpable de homicidio involuntario y condenado a cuatro años de prisión.