Una prueba que no falla
La prueba del algodón de los políticos es ir a un acto en la Universidad. Los universitarios son sinceros, tienen sentido crítico y son independientes. No están en los cenáculos del poder. No tienen servidumbres. Son idealistas, son exigentes.
No aceptan el distanciamiento existente entre la clase política y el resto de los ciudadanos. No aceptan los vicios que se repiten sin remedio gobierne quien gobierne. Solo aceptan la sensatez, no el delirio al que se ha llegado con la partitocracia.
Lo peor es la explicación que dan los políticos a los rapapolvos que reciben en algunos act...
La prueba del algodón de los políticos es ir a un acto en la Universidad. Los universitarios son sinceros, tienen sentido crítico y son independientes. No están en los cenáculos del poder. No tienen servidumbres. Son idealistas, son exigentes.
No aceptan el distanciamiento existente entre la clase política y el resto de los ciudadanos. No aceptan los vicios que se repiten sin remedio gobierne quien gobierne. Solo aceptan la sensatez, no el delirio al que se ha llegado con la partitocracia.
Lo peor es la explicación que dan los políticos a los rapapolvos que reciben en algunos actos. Dicen que se ataca a la democracia y a las Instituciones, cuando a lo que se ataca es al mal uso que algunos hacen de ellas, y como otros lo tapan.— Attilio Oliveras Ley.