Cartas al director

El gasto en libros escolares

Un año más, casi ya acabando el curso, empiezo a pensar en el destino de todos esos libros que me costaron tan caros en septiembre. Tengo otro hijo menor que podría aprovecharlos, pero por alguna extraña alianza los colegios, las editoriales y el Estado, se organizan para cambiarlos, cada año. Mueven los ejercicios de página o poner dibujitos nuevos, o cuando esto no puede hacerse, pues el colegio cambia de editorial, de manera que nunca sirven los libros del año anterior. Ahora que hay tanta crisis y tanto recorte en vez de quitarnos las becas de los libros o mejor aún en lugar de dar becas d...

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Un año más, casi ya acabando el curso, empiezo a pensar en el destino de todos esos libros que me costaron tan caros en septiembre. Tengo otro hijo menor que podría aprovecharlos, pero por alguna extraña alianza los colegios, las editoriales y el Estado, se organizan para cambiarlos, cada año. Mueven los ejercicios de página o poner dibujitos nuevos, o cuando esto no puede hacerse, pues el colegio cambia de editorial, de manera que nunca sirven los libros del año anterior. Ahora que hay tanta crisis y tanto recorte en vez de quitarnos las becas de los libros o mejor aún en lugar de dar becas de libros ¿por qué el Estado no hace como en otros países, que compra los libros y los deja en los colegios para que se utilicen año tras año? Estoy segura de que al menos durante cinco o seis años los continentes no se moverán de sitio, puede que cambien las fronteras, pero para eso hay un maestro que hará un mapa nuevo, contará la nueva teoría matemática y hará pensar a esos niños que serán los adultos del futuro. Por favor ¿escuchará alguien alguna vez a las madres y a los maestros?— Flavia Bernar Solano.

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