Cartas al director

Benedicto XVI y el marxismo

El marxismo ya no sirve… Preclaras y sabias palabras formuladas recientemente por Benedicto XVI. No obstante, cabe hacerse al respecto algunas preguntas como: ¿en calidad de qué hace esa afirmación Benedicto XVI, como jefe del Estado más antidemocrático que existe en Europa o como jefe espiritual de una creencia que no tiene ninguna base racional?

De la afirmación de Benedicto XVI aquí referida cabe deducir, según su punto de vista, que en algún momento sí debió servir, como teoría y praxis social de cambio hacia un mundo más solidario y justo. Esta vez, a diferencia del caso de Galileo...

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El marxismo ya no sirve… Preclaras y sabias palabras formuladas recientemente por Benedicto XVI. No obstante, cabe hacerse al respecto algunas preguntas como: ¿en calidad de qué hace esa afirmación Benedicto XVI, como jefe del Estado más antidemocrático que existe en Europa o como jefe espiritual de una creencia que no tiene ninguna base racional?

De la afirmación de Benedicto XVI aquí referida cabe deducir, según su punto de vista, que en algún momento sí debió servir, como teoría y praxis social de cambio hacia un mundo más solidario y justo. Esta vez, a diferencia del caso de Galileo, en el que se tardó 500 años en reconocer la actitud errónea e injusta que la Iglesia católica mantuvo hacia él, se ha reconocido mucho antes, aunque sea de forma implícita, la validez del marxismo.

A lo largo de la historia más reciente ha existido una cierta precipitación por enterrar al marxismo para evitar cualquier inoportuno rebrote que cuestione este mundo perfecto en el que viven unos cuantos. El marxismo sigue siendo, probablemente, uno de los pensamientos más lúcidos a la hora de explicar los orígenes y las causas de la explotación a la que están sometidas la mayoría de las personas por una exigua pero poderosa minoría.— Horacio Torvisco Pulido. Alcobendas, Madrid.

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El papa Benedicto XVI ha asegurado que: “Hoy es evidente que la ideología marxista en la forma en que fue concebida no se corresponde ya con la realidad”. Sin embargo, el Papa podría mirar en su propio tejado y ver si el cristianismo en la forma en que fue concebido se corresponde ya con la realidad.

¿Uno se imagina a Jesucristo subido en el papamóvil junto al sumo pontífice saludando mayestáticamente a sus fieles? ¿Uno se imagina a Jesucristo relegando a las mujeres a un segundo puesto dentro de la Iglesia? ¿Uno se imagina a Jesucristo dando personalmente la comunión a Pinochet y anatemizando a la Iglesia que pretendía defender los derechos de los humildes? ¿Uno se imagina a Jesucristo recibiendo en su casa a Franco bajo palio? ¿Qué similitud tiene la figura de Cristo con el boato y el poder de la mayor parte de los papas de la historia de la Iglesia?— Emilio González López. Getafe, Madrid.

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