Sacha Baron Cohen la monta de nuevo en los Oscar

El actor británico es expulsado de la gala tras aparecer vestido de dictador Le dio tiempo de esparcir las supuestas cenizas de Kim Jong-il sobre la alfombra roja

Sacha Baron Cohen en la alfombra roja de los Oscar, el 26 de febrero de 2012.MARIO ANZUONI (REUTERS)

Se lo habían avisado. La Academia le sugirió la semana pasada a Sacha Baron Cohen que no apareciera vestido de dictador la noche de los Oscar, pero el actor prefirió hacer oídos sordos y no perderse la inmensa posibilidad de promoción que le brindaba una alfombra roja como la de los premios de la Academia para su próxima película, titulada, justamente, El dictador. El cómico británico, ataviado con unas barbas estilo Bin Laden y unas gafas y uniforme que recordaban a Saddam Hussein, llegó acompañado de dos modelo...

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Se lo habían avisado. La Academia le sugirió la semana pasada a Sacha Baron Cohen que no apareciera vestido de dictador la noche de los Oscar, pero el actor prefirió hacer oídos sordos y no perderse la inmensa posibilidad de promoción que le brindaba una alfombra roja como la de los premios de la Academia para su próxima película, titulada, justamente, El dictador. El cómico británico, ataviado con unas barbas estilo Bin Laden y unas gafas y uniforme que recordaban a Saddam Hussein, llegó acompañado de dos modelos con diminutos trajes militares. Y, como ya es costumbre, la lió.

A pesar de que fue forzado a abandonar la alfombra roja, Baron Cohen logró su objetivo de publicitar a su próximo personaje. Esta vez se trataba del General Aladeen, cuya inspiración está clara y que supuestamente asistía a la gala de los Oscar para esparcir las cenizas del recién fallecido líder de Corea del Norte, Kim Jong-il, por el teatro Kodak. Los guardias de seguridad que lo echaron, tuvieron la gentileza de dejarlo fotografiarse junto a sus modelos y permanecer un rato junto a los famosos que lucían palmito a su llegada, pero cuando empezó a derramar los supuestos restos del dictador coreano por la alfombra, lo pararon.

Hace dos años, la Academia ya había vetado el tipo de humor del cómico británico, al cancelar su participación en la ceremonia de entrega de los Oscar tras enterarse de que Cohen se burlaría de la película Avatar, de James Cameron, que esperaba ser la triunfadora de la noche. En esa oportunidad, los organizadores evocaron “diferencias creativas” para no permitir que Cohen aguara la fiesta. Esta vez, a pesar de que se rumoreó que le habían vetado la entrada, solamente le pidieron que no utilizara la gala como plataforma de promoción para El dictador.

Pero la historia de encontronazos entre la Academia y Baron Cohen tiene todavía un capítulo más antiguo. En 2007, los organizadores de los Oscar quisieron contar con su presencia para presentar uno de los premios, pero tras saber que el actor aceptaría siempre que lo autorizaran a ir caracterizado del personaje que lo hizo saltar a la fama, Borat, cambiaron de opinión.

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