‘Birdboy’ sobrevuela el Goya

En los escasos doce minutos que dura el cortometraje BirdBoy, Pedro Rivero (Bilbao, 1969) y Alberto Vázquez (A Coruña, 1980) transportan al espectador a un cuento de hadas que pronto degenera en un mundo sórdido y oscuro devastado por la contaminación. La trama, con giros inesperados, y el esplendor visual de los fotogramas sumergen al público en una antítesis de la fábula tradicional plagada de represión, autoritarismo, adicciones, pero no por ello desprovista del amor pu...

En los escasos doce minutos que dura el cortometraje BirdBoy, Pedro Rivero (Bilbao, 1969) y Alberto Vázquez (A Coruña, 1980) transportan al espectador a un cuento de hadas que pronto degenera en un mundo sórdido y oscuro devastado por la contaminación. La trama, con giros inesperados, y el esplendor visual de los fotogramas sumergen al público en una antítesis de la fábula tradicional plagada de represión, autoritarismo, adicciones, pero no por ello desprovista del amor puro de dos adolescentes desarraigados: un chico - pájaro que no sabe volar y una cándida ratoncita.

La conjunción entre la narrativa perspicaz y concisa de Pedro Rivero, veterano director y guionista, y el peculiar estilo gráfico de Alberto Vázquez, fiel a la novela gráfica Psiconautas (2007) en que se basa el corto, ha sido fructífera e incluso sinérgica. BirdBoy ha visto reconocida su calidad con galardones en diversos festivales, entre ellos, el Foyle International Film Festival irlandés, que les abrió las puertas a la preselección en los Oscar. Ahora, la posibilidad de optar al Goya a mejor cortometraje de animación en la edición de 2012 planea sobre el corto. Entre los cuatro finalistas, Rivero competirá con un viejo amigo, Gregorio Muros, también vasco, que presenta el corto Quién aguanta más (Zeinek Gehiago Iraun).

El director bilbaíno no oculta que tienen expectativas de ganar. Apostaron fuerte por BirdBoy pese a que no contaron con ninguna subvención durante la producción y una vez terminado, el circuito de distribución de cortometrajes vascos del Gobierno Vasco, Kimuak, no lo incluyó en su selección. Pero ellos no se rindieron y lo distribuyeron por su cuenta. El presupuesto final ronda los 85.000 euros, aunque Rivero bromea: "Es la única opción de izquierdas entre los finalistas, la más indie, porque se puede ser indie y pagar a todo el equipo".

Para la producción de BirdBoy, Rivero ha optado por dos ingredientes que le funcionaron con el largometraje de animación La Crisis Carnívora (2008): la animación flash y "el GalEusKa", que en la práctica implica que la realización se ha hecho a caballo entre Galicia, Euskadi y Cataluña. Rivero, que dirigió la Asociación de Guionistas vascos entre 2002 y 2008, lamenta que en Euskadi nunca se haya conseguido un acuerdo de mínimos con las productoras al amparo de una cadena de televisión autonómica, como existe en Cataluña con TV3. "Lo intentamos con ETB y en una reunión se ofendieron porque acudimos con un abogado, lo cual dice mucho de en que medida nos respetan. Los creadores deberíamos impulsar un modelo más sindical y menos proteccionista que el que hay ahora con la SGAE. Si la representatividad de los autores acaba en las entidades de gestión, que al final son entidades recaudadoras, se pierde esa faceta de defensa de la profesión. Es un contrasentido: cobramos derechos pero no podemos defender un salario".

Está por ver si en la gala del día 19 de febrero, a la que no piensan ir de etiqueta, Pedro Rivero y Alberto Vázquez consiguen el Goya para Birdboy, y a partir de ese reconocimiento, la financiación suficiente para producir un largometraje de animación basado en la novela Psiconautas del que, confiesan, el guión ya está escrito. "En esta industria es imposible sobrevivir sin un apoyo institucional o un currículum de prestigio. Dicen que los Goya son como la Europa League, que solo le interesa al que la juega, así que si es por eso... ¡Aupa el Athletic !"