86.000 euros en champán, 'invita' Briatore
Seis rusos pasan una noche de fiesta en Billionaire, el local del magnate en Cerdeña, y desaparecen sin pagar la cuenta
Una botella de champán. Otra. Y otra más, hasta 92. Los seis rusos que la semana pasada pasaron una noche de fiesta el en Billionaire, el local de Flavio Briatore en la costa al norte de Cerdeña, parecían no preocuparse en absoluto por su cartera. Ya de madrugada, sobre su mesa apareció la cuenta: eran 86.000 euros. Los seis aseguraron al camarero que le bastaría con acudir al día siguiente a su yate para que el comandante del barco saldara la deuda. Al ser una f...
Una botella de champán. Otra. Y otra más, hasta 92. Los seis rusos que la semana pasada pasaron una noche de fiesta el en Billionaire, el local de Flavio Briatore en la costa al norte de Cerdeña, parecían no preocuparse en absoluto por su cartera. Ya de madrugada, sobre su mesa apareció la cuenta: eran 86.000 euros. Los seis aseguraron al camarero que le bastaría con acudir al día siguiente a su yate para que el comandante del barco saldara la deuda. Al ser una forma de pago muy usada por los glamurosos clientes del local, nadie del Billionaire sospechó nada. Pero desde entonces los seis se volatilizaron sin dejar rastro, salvo el de una de las huidas sin pagar más caras que se recuerdan.
El recibo llegó efectivamente al Kismet (así se llamaba el yate de 70 metros desde dónde había salido la llamada para reservar la mesa) y, según cuenta el periódico local L'Unione Sarda, el comandante firmó la factura asegurando a su vez que pagaría al día siguiente. A las pocas horas él también se había convertido en un espectro.
El administrador del Billionaire, tras unos días de espera, decidió denunciar a los siete por estafa. Los policías, o más bien cazafantasmas en este caso, encontraron enseguida al comandante, al que han prohibido dejar la isla. Fuentes del Billionaire han confirmado lo sucedido, tal y como ha sido recogido por los medios locales Nuova Sardegna y L'Unione Sarda.
Los seis supuestos hijos de ricos empresarios rusos siguen sin embargo sin aparecer. La última vez que se les vio fue en el local... seguramente brindando por la salud de su benefactor.