Desarticulada una banda que utilizaba a menores para robar

La Guardia Civil y la Policía han desarticulado un grupo de 11 personas supuestamente responsables de 70 robos en domicilios en la Comunidad de Madrid, sobre todo en Alcalá de Henares, Arganda del Rey, Madrid y el barrio de Santa Eugenia de la capital. Los cabecillas de la banda son dos hermanos que se encargaban de localizar los domicilios donde se iban a perpetrar los robos. También reclutaban y coordinaban a jóvenes, muchos de 18 años pero también menores, para cometer los golpes. La banda pagaba a los reclutas 20 euros por robo, pero también empleaba coacciones, amenazas, golpes y cacheos ...

La Guardia Civil y la Policía han desarticulado un grupo de 11 personas supuestamente responsables de 70 robos en domicilios en la Comunidad de Madrid, sobre todo en Alcalá de Henares, Arganda del Rey, Madrid y el barrio de Santa Eugenia de la capital. Los cabecillas de la banda son dos hermanos que se encargaban de localizar los domicilios donde se iban a perpetrar los robos. También reclutaban y coordinaban a jóvenes, muchos de 18 años pero también menores, para cometer los golpes. La banda pagaba a los reclutas 20 euros por robo, pero también empleaba coacciones, amenazas, golpes y cacheos para obligarlos. Si el robo no se cometía, por cualquier razón, los miembros de la organización imponían a los jóvenes multas y castigos físicos.

El banda de delincuentes siempre robaba entre las 9.30 y las 13.30 y entre las 17.00 y las 21.30, y coincidiendo con las ausencias de los residentes de los domicilios. Los ladrones accedían a pisos bajos o primeros pisos trepando por las fachadas. En alguna ocasión, llegaron a montar un castillo humano para acceder a alturas más elevadas. El destino del botín era ser vendido rápidamente en el mercado negro para no dejar rastro del delito.

A los 11 detenidos, todos ellos de origen rumano, se les han incautado una pistola detonadora y decenas de objetos provenientes de robos realizados en 70 viviendas en Alcalá de Henares, Arganda del Rey, Madrid y en el barrio de Santa Eugenia, además de más de 6.000 euros en joyas, que estaban listas para ser vendidas en locales de empeño.