El ex jefe militar de ETA Xerpa condenado en París a 17 años de cárcel

Otro etarra, José Manuel Ugartemendia, recibe una pena de ocho años de prisión

El ex jefe militar de ETA, Pedro Esquisábel, Xerpa, fue condenado hoy en París a 17 años de cárcel y José Manuel Ugartemendía, detenido junto a él en abril de 2005, a ocho años de prisión. En los dos casos, la sentencia está por debajo de la petición de la fiscalía, que había solicitado veinte años de cárcel para Esquisábel y 12 para Ugartemendía.

El Tribunal de lo Criminal de París también dictaminó que Esquisábel, de 48 años, tendrá que cumplir de forma efectiva al menos dos tercios de la condena, y que al salir de prisión será expulsado de Francia. Para Ugartemendía, de 50 año...

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El ex jefe militar de ETA, Pedro Esquisábel, Xerpa, fue condenado hoy en París a 17 años de cárcel y José Manuel Ugartemendía, detenido junto a él en abril de 2005, a ocho años de prisión. En los dos casos, la sentencia está por debajo de la petición de la fiscalía, que había solicitado veinte años de cárcel para Esquisábel y 12 para Ugartemendía.

El Tribunal de lo Criminal de París también dictaminó que Esquisábel, de 48 años, tendrá que cumplir de forma efectiva al menos dos tercios de la condena, y que al salir de prisión será expulsado de Francia. Para Ugartemendía, de 50 años, los jueces decidieron igualmente su expulsión definitiva de Francia, además de conciliar esta nueva condena con otra de tres años que ya había dictado contra él en 2006 el Tribunal Correccional de París, con lo que al final la pena que se le impone se queda en ocho años de prisión.

El tribunal ha considerado a Xerpa culpable de la inmensa mayoría de los 28 cargos que pesaban contra él, y en particular del de ser dirigente de una organización terrorista. A ese respecto, el fiscal Olivier Bray, había puesto el acento en que en el momento de su arresto el 28 de abril de 2005 en la localidad de Caussade, al sur de Francia, Esquisábel "tenía un papel más importante" en el aparato militar que quien aparecía entonces como el jefe de los comandos, Garikoitz Aspiazu, Txeroki. En primer lugar -según la argumentación de Bray- porque formaba parte del comité ejecutivo de ETA -máximo órgano de decisión de la banda-, pero también porque era el que se encargaba de la gestión del dinero de toda la estructura, y de entregar a Txeroki lo que la banda le asignaba.

Los jueces, sin embargo, no consideraron probadas las inculpaciones de extorsión de fondos y la misma en grado de tentativa que el ministerio público había reclamado por considerar que había colaborado con Gezi y que estaba al frente de la nueva subestructura Gesa, encargada también del cobro de la extorsión llamada "impuesto revolucionario".

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