Gallardón advierte de que el Gobierno torpedea la subrogación de la deuda de Calle 30

El Ministerio de Economía exige unas condiciones que, según el alcalde, hacen "inviable la operación"

La única posible concesión para aliviar la situación económica del Ayuntamiento de Madrid a la que abrió la puerta José Luis Rodríguez Zapatero tras su reunión con el alcalde se desmorona. Alberto Ruiz-Gallardón, ha anunciado durante la rueda de prensa tras la Junta de Gobierno que el Ministerio de Economía "quiere dar marcha atrás" a la sub...

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La única posible concesión para aliviar la situación económica del Ayuntamiento de Madrid a la que abrió la puerta José Luis Rodríguez Zapatero tras su reunión con el alcalde se desmorona. Alberto Ruiz-Gallardón, ha anunciado durante la rueda de prensa tras la Junta de Gobierno que el Ministerio de Economía "quiere dar marcha atrás" a la subrogación de la deuda de Madrid Calle 30 (2.500 millones).

La operación, que permitiría al Ayuntamiento ahorrarse unos 100 millones de euros anuales durante los próximos 25 años, consiste en asumir la titularidad de los créditos obtenidos para el soterramiento de la M-30 y así dejar de transferir los fondos de reserva necesarios para que la empresa pública pueda avalar el pago de la deuda ante los bancos. Con la deuda a nombre del Ayuntamiento, solo el patrimonio municipal serviría para respaldar los pagos.

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Gallardón no ha podido detallar las condiciones que el Ministerio le exige para dar su permiso a la operación, pero ha apuntado que son "requerimientos muy técnicos que hacen inviable la operación". "Son condiciones que no dependen del Ayuntamiento de Madrid sino de los bancos", ha dicho.

La posible negativa viene precedida de una serie de reuniones y cartas entre los responsables del Área de Hacienda y el Ministerio de Economía en las que que este último requería más información sobre la operación a los responsables municipales. Hasta hace unos días parecía que el cambio de titularidad podría contar con el beneplácito del Gobierno, pero fue una misiva, remitida ayer por el Ministerio con los últimos requerimientos, la que ha truncado las esperanzas de Gallardón de materializar el único compromiso que consiguió arrancarle a Zapatero. Con la operación pretendía aliviar la falta de liquidez que le impide pagar a sus principales proveedores desde hace diez meses.