Estalla una bomba en una inmobiliaria de Bilbao
Se trata del tercer ataque de este tipo contra empresas vascas de ese sector en lo que va de semana
Una bomba ha hecho explosión a las cinco de la tarde en una inmobiliaria de Bilbao sin que se hayan producido heridos, según han informado fuentes policiales. El ataque, el tercero de esta semana contra empresas del sector inmobiliario vasco, iba dirigido contra la Inmobiliaria Galarza, ubicada en un local del número 14 de la calle Licenciado Poza, en el centro de la capital vizcaína.
En las dos ocasiones anteriores, el departamento vasco de Interior señaló la autoría de la organización terrorista ETA. Anoche, poco antes de la una de la madrugada, una bomba colocada en el exterior de la...
Una bomba ha hecho explosión a las cinco de la tarde en una inmobiliaria de Bilbao sin que se hayan producido heridos, según han informado fuentes policiales. El ataque, el tercero de esta semana contra empresas del sector inmobiliario vasco, iba dirigido contra la Inmobiliaria Galarza, ubicada en un local del número 14 de la calle Licenciado Poza, en el centro de la capital vizcaína.
En las dos ocasiones anteriores, el departamento vasco de Interior señaló la autoría de la organización terrorista ETA. Anoche, poco antes de la una de la madrugada, una bomba colocada en el exterior de la inmobiliaria Adarra, en la calle de Pescadores de Terranova de San Sebastián, provocó importantes daños en un vehículo aparcado junto al local. No se registraron heridos a causa del estallido.
El artefacto estaba compuesto por poco menos de un kilo de cloratita reforzada con dinamita Titadyne, y tenía un temporizador para que explotara a una hora determinada. Era así una bomba de composición similar a la que explotó el sábado pasado frente a otra inmobiliaria en el barrio donostiarra del Antiguo. En esa ocasión la explosión se produjo también de madrugada, a las 2.45, y causó un pequeño incendio y daños en la puerta y la fachada del edificio.
ETA ha enviado en los últimos meses a varias empresas vascas cartas en las que, además de exigirles dinero, les reclama que eliminen de sus productos el indicativo "fabricado en España". Según un documento intervenido a la banda en Francia, una empresa había aceptado al parecer esa exigencia.