Un preso peligroso se fuga en un traslado ayudado por una docena de cómplices

Una docena de personas ha colaborado hoy en la rocambolesca fuga de un preso calificado como peligroso y clasificado en primer grado (los más conflictivos). El incidente se ha producido esta mañana cuando el recluso, Francisco Prieto Heredia, era trasladado por la Guardia Civil a los juzgados de Martorell desde la prisión de Can Brians de Barcelona. El reo, de 22 años, cumplía condena por homicidio, entre otros delitos.

Los agentes han aparcado el furgón a unos 200 metros de la entrada del juzgado, que carece de aparcamiento. El recluso, que iba esposado, llevaba un guardia civil a cada...

Una docena de personas ha colaborado hoy en la rocambolesca fuga de un preso calificado como peligroso y clasificado en primer grado (los más conflictivos). El incidente se ha producido esta mañana cuando el recluso, Francisco Prieto Heredia, era trasladado por la Guardia Civil a los juzgados de Martorell desde la prisión de Can Brians de Barcelona. El reo, de 22 años, cumplía condena por homicidio, entre otros delitos.

Los agentes han aparcado el furgón a unos 200 metros de la entrada del juzgado, que carece de aparcamiento. El recluso, que iba esposado, llevaba un guardia civil a cada lado, según fuentes de la Benemérita, que han calificado de "correcta y normal" la presencia de solo dos agentes para este tipo de prácticas.

Según estas fuentes, como debían esperar unos 20 minutos entre las diligencias y el reconocimiento forense, han optado, por seguridad, por volverlo a llevar al furgón.

Al salir del juzgado, una docena de personas de etnia gitana se han abalanzado sobre los dos agentes, los han reducido y han dado cobertura a la fuga, que se ha producido en un Opel Astra de color azul que ha sido recuperado poco después en Martorell. La fuga ha continuado poco después en otro Opel Record que también ha sido encontrado.

Igual que su cómplice

Se da la circunstancia de que Francisco Prieto ya cumplió condena en la prisión de menores por el asesinato de un preso marroquí en la cárcel de jóvenes de la Trinitat, en agosto de 2000, delito por el que también fue condenado su cómplice, Antonio Pérez Salguero.

Pérez Salguero se fugó se fugó el 23 de enero de 2001 de un furgón policial cuando era trasladado a los juzgados de Tarragona para asistir a un juicio con un sistema muy parecido al empleado hoy: numerosos familiares del preso que se encontraban en las puertas de los juzgados organizaron un gran revuelo para impedir la persecución del huido.

Posteriormente, Pérez Salguero fue detenido en El Prat de Llobregat y el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña lo condenó a 18 años de cárcel.