Las becas del Banco Santander se abren por primera vez a estudiantes de FP y personas que cursen microcréditos en universidades

La entidad da un giro radical a su política de ayudas, a las que va a dedicar 40 millones al año en España con 100.000 beneficiarios

Pruebas de EVAU en la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Complutense de Madrid.Jaime Villanueva

El Banco Santander, la entidad privada que más invierte en las universidades españolas, cree que no tiene el impacto social que debería en el país y ha decidido dar un giro radical a su política de becas, a las que va a destinar 40 millones de euros anuales en España, repartidos entre 100.000 beneficiarios. Quieren un modelo “más digital, más internacional y más global, basado en plataformas comunes que den muchas más oportuni...

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El Banco Santander, la entidad privada que más invierte en las universidades españolas, cree que no tiene el impacto social que debería en el país y ha decidido dar un giro radical a su política de becas, a las que va a destinar 40 millones de euros anuales en España, repartidos entre 100.000 beneficiarios. Quieren un modelo “más digital, más internacional y más global, basado en plataformas comunes que den muchas más oportunidades a más personas”, ha afirmado su presidenta, Ana Botín, este lunes en la Junta General de Accionistas de Universia España, en la que se ha reunido con los rectores.

El Banco Santander, que lleva 27 años concediendo becas, ha estudiado el impacto de sus políticas y ha concluido que es la hora de transformarse. Así que la entidad no seguirá firmando acuerdos pequeños con las universidades, sino globales con ellas para darle acceso a un mayor número de personas. Se termina así con convocatorias existentes que son tan específicas que apenas hay candidatos, no llegando, a juicio del banco, a quien realmente lo necesita.

Entre alumnos de grado, máster o FP superior en universidades se repartirán 10.000 becas de 1.000 euros. Las ayudas dejan de ser finalistas ―no se va a indicar que se tiene que gastar en transporte o material, como ahora―, sino que cada beneficiario decidirá en que gasta la cuantía. Es la primera vez que los estudiantes de FP en universidades pueden optar a estas ayudas al estudio privadas.

En el terreno de la movilidad, el Santander seguirá completando las ayudas de las comunidades autónomas al programa Erasmus (cofinanciado por Europa y el Estado), pero además crean el programa “Movilidad no erasmus” para enviar a estudiantes a universidades de América o Asia con las que los centros académicos tengan relación bilateral. Entre unas y otras serán un total de 10.000 becas dotadas con 1.500 euros.

Se crean las “Becas 360″ destinadas a 78 alumnos ―uno por cada universidad― que hayan hecho una contribución relevante o tengan una historia de superación detrás. Cada entidad elegirá a su beneficiario, que recibirá 12.000 euros. Y habrá unas ayudas de 4.000 euros con encaje entre 2.500 predoctorales y posdoctorales que investiguen.

En el apartado de emprendimiento, no solo quieren ayudar a las start-ups, sino dar asesoría y formación muy especializada a empresas ya asentadas que lo necesiten; en total 1.500 compañías. Y se otorgarán 5.000 becas de 500 euros (irán directamente a la universidad) para pagar la matrícula de microcredenciales (cursos cortos de especialización para reciclarse y recibir una acreditación) o para hacer prácticas profesionales. De esta forma, el banco se suma al ambicioso proyecto de reciclaje de la población del Gobierno, que va a invertir 50 millones en ponerlos en marcha.

A su vez, 60.000 personas van a poder formarse en su plataforma online Santander Open Academy y recibir una acreditación al finalizar. Ya funciona y el 22% de los que la emplean tienen más de 30 años, lo que les da idea de la necesidad de reciclarse toda la vida laboral.

Al banco le preocupan mucho los problemas de empleabilidad que hay en España. “La educación por sí sola no basta si no se traduce en empleo y universidades y empresas tenemos que trabajar juntas para cambiar la tendencia que ha llevado a cerca de 400.000 personas a emigrar en busca de puestos de alta cualificación”, ha afirmado Botín. “Cerrar la brecha entre oferta y demanda con 150.000 vacantes laborales sin cubrir y para que la universidad se convierta en actor clave para la formación continua y el empleo a lo largo de la vida”.

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