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“Aísla tu casa por un euro”: ojo con las falsas promesas en internet

El Gobierno vigila y trata de poner límite a los anuncios que ofrecen aislamiento gratuito a través de los certificados de ahorro energético

“Tu aislamiento por solo un euro y sin pago por adelantado”; “Última llamada para aislar tu ático por un euro con ayudas del Estado”; “La Unión Europea aísla tu buhardilla por un euro”; “Aislamiento 100% subvencionado en España si cumples los requisitos”. Son algunos de los anuncios que han inundado las redes sociales y los buscadores como Google.

El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, las empresas del sector del aislamiento y las asociaciones de consumidores advierten de que las ofertas que plantean estas empresas son poco realistas y, algunas de ellas, están utilizando de forma indebidamente los certificados de ahorro energético (CAE). Según fuentes del ministerio que dirige Sara Aagesen, “tras conocer los anuncios y reclamos publicitarios que sostienen, con poco o nulo rigor, que gracias al sistema CAE se pueden cubrir todos los costes del aislamiento de los edificios en determinadas circunstancias, se han mantenido varias reuniones con los agentes del sector para garantizar que todas las actuaciones susceptibles de beneficiarse del sistema CAE lo hacen de acuerdo con los criterios establecidos”.

Por su parte, el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 confirma que es un asunto sobre el que están trabajando, aunque sin concretar en qué línea. “No podemos dar información concreta sobre potenciales denuncias recibidas al respecto o actuaciones realizadas”. Para la OCU esto es “publicidad engañosa, ya que no garantiza su gratuidad”.

En ciertos casos se trata directamente de estafas, ya que suplantan empresas de aislamiento o los anuncios redirigen a páginas web donde se solicitan datos personales e información bancaria de los usuarios.

La Asociación de Instaladores de Aislamiento (Aisla) ya alertaba en marzo de la existencia de algunas empresas que estaban publicitando la instalación de aislamiento térmico a coste cero basándose en los CAE y usando de forma inapropiada logos oficiales o imágenes de instituciones (ministerios o la propia UE). “Estas ofertas pueden suponer un riesgo económico para el propietario, ya que es improbable que los CAE cubran el 100% del coste sin forzar los datos”, detallaba.

El CAE es un sistema aprobado por el Gobierno en 2023 que posibilita que los propietarios y comunidades de vecinos puedan vender sus ahorros energéticos a empresas tras llevar a cabo una actuación de eficiencia energética. Los CAE funcionan como un título o activo que se puede monetizar, es decir, los ahorros energéticos pueden venderse. Un CAE equivale a 1 kilovatio por hora (KWh) de ahorro energético. El precio medio recibido por los beneficiarios de estos certificados en 2024 se situó en 136 euros el MWh, según un estudio de Banca March y Creara Energy.

Para Luis Mateo, director general de la Asociación Nacional de Fabricantes de Material Aislantes (Andimat), el uso inadecuado de este sistema “puede hacer pensar a los usuarios que pueden aislar a coste prácticamente cero porque la inversión se pagará casi íntegramente con el ingreso de venta de CAE”. Esto, dice, “no es posible por el propio concepto del sistema, que solo cubre un porcentaje de la inversión”.

Un técnico del sector, que prefiere mantener el anonimato y cuya web ha sido plagiada, afirma que en muchos casos se trata de empresas de origen francomarroquí que trabajaron en Francia hasta 2021, año en el que el Gobierno eliminó un programa de subvenciones (Isolation à 1 €) por presuntos abusos y fraudes.

El Ministerio de Transición Ecológica elabora unas fichas con las que se calcula el ahorro que se puede obtener con cada actuación y define una equivalencia en número de certificados CAE. Sin embargo, lo que podrían hacer algunas de estas empresas es falsificar los valores de transmitancias térmicas. “Sobre el papel, permite plantear que la situación de partida es la de una vivienda con un aislamiento reducidísimo. Al aplicar el aislamiento, el ahorro es muy elevado. Otra cosa es que la empresa consiga justificar esa situación inicial y final para certificar el ahorro”, relatan en la OCU.

Estos informes técnicos deben pasar por el filtro de un verificador. “Un agente certificador CAE no puede ser cualquier persona: debe cumplir requisitos técnicos y administrativos y estar registrado oficialmente en el Ministerio de Transición Ecológica para poder certificar ahorros energéticos”, explica Marta Vall-llossera, presidenta del Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España (CSCAE). Los certificadores tienen que estar acreditados por la Entidad Nacional de Acreditación de España (ENA). Uno de estos certificadores es AENOR, que explica: “El modelo del verificador fomenta una utilización mucho más eficiente de los recursos públicos, al asegurar que las ayudas se le están otorgando a acciones que efectivamente resultan en ahorro”, indica Manuel García, Mánager de Industria y Energía de AENOR. Tras la puesta en marcha del sistema, AENOR detectó algunos puntos de mejora para el cálculo del ahorro de las fichas. “Se pusieron en conocimiento del Ministerio y de los Organismos competentes y de manera coordinada se trataron e incluyeron de forma ágil y diligente en el proceso de evaluación”.

Pero si los cálculos realizados por la empresa que ofrece el aislamiento no son correctos, no se podrán emitir certificados para esa actuación y, por tanto, no habrá monetización de los ahorros. “La inversión podría acabar siendo abonada íntegramente por el usuario final”, alerta Mateo. Se podría dar la circunstancia de que algún dossier con datos manipulados terminara pasando el filtro, puesto que la verificación no se hace in situ, ya que esto encarecería mucho los costes finales. Aun así, en Andimat creen que “el sistema CAE es robusto” y que la verificación por terceros “garantiza su fiabilidad”.

Rigor en las medidas

El Ministerio para la Transición Ecológica dice estar vigilando para evitar que ningún CAE sobredimensionado supere la verificación. Y recuerda la necesidad de rechazar valores de transmitancias térmicas poco realistas o no justificados, así como garantizar la integridad de documentos contractuales (facturas, convenios, contratos de cesiones de ahorro), para salvaguardar la credibilidad del sistema CAE y evitar fraudes o negligencias. En su página web ha publicado una nota con un criterio de verificación que exige rigor en las medidas de los ahorros para desestimar cálcu­los exagerados.

La mayoría de estas empresas se centran en ofrecer aislar buhardillas o bajocubiertas en casas unifamiliares. Sin embargo, las acciones de pequeña escala, como las de una vivienda unifamiliar o un único piso, “generan muy poco ahorro y los costes de certificación, auditorías y registro pueden superar los beneficios. No suele ser económicamente viable generar CAE de forma individual. La solución eficiente es la agrupación en comunidades de propietarios”, indica Vall­-llossera. El arquitecto José Antonio Rodríguez, de IMM Gestión y Rehabilitación, añade: “Es muy difícil con actuaciones tan básicas, por lo que estas ofertas, a priori, pecan de engañosas”.

La OCU ha analizado estos anuncios. “Algunos remiten a páginas web que no se identifican y que recogen datos de contacto sin ninguna advertencia del uso y finalidad y sin tener opción de ejercer los derechos en materia de protección de datos personales. En algunos casos incluso utilizan formularios de Google como única web, por lo que podría tratarse simplemente de influencers que recibirán una remuneración por cada dato de contacto que faciliten a la empresa”. También es común que no se proporcione información sobre las condiciones de la relación contractual, denuncian en CECU. Y prosigue: “Según la Policía, estas supuestas entidades piden cumplimentar un formulario con datos personales y económicos, así como fotografías de la vivienda y del acceso a la misma, además del referido pago del euro más IVA”.

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