El gran desafío del sector sanitario

EL PAÍS y Novartis reúnen a varios expertos para analizar la mejor forma de enfrentarse al cáncer y las enfermedades cardiovasculares

Desde la izquierda, Javier de Castro. director científico del IdiPAZ; Miguel Martín. presidente de GEICAM; Luis Rodríguez Padial. presidente de SEC; César Rodríguez. presidente de SEOM; Jesús Ponce. presidente de Novartis España y Carina Escobar, presidenta de la Plataforma de Organizaciones de Pacientes.Pablo Monge

La lucha contra las principales causas de mortalidad en España se concentró en dos grandes frentes: el cáncer y las enfermedades cardiovasculares, que supusieron un desafío crítico para el sistema sanitario y son conocidos como los “grandes killers [asesinos]”. En 2023, los tumores fueron la principal causa de muerte, responsables del 26,6% de los fallecimientos, mientras que las enfermedades cardiovasculares, con el 26,5%, quedaron en segundo lugar. En total, estas dos patologías provocaron alrededor de 229.968 decesos en el país. Hacerles frente es la gran batalla del sector público y también del privado. Ambos buscaron una mayor prevención, un impulso a los tratamientos innovadores y más colaboración.

Así lo subrayaron una serie de expertos convocados por EL PAÍS y Novartis en un encuentro celebrado la semana pasada en Madrid. “Es fundamental prevenir estas enfermedades para evitar su aparición y, en segundo lugar, impulsar estrategias de detección precoz, porque todos sabemos que así obtendremos mejores resultados para los pacientes, mejor calidad de vida y una atención sanitaria mucho más eficaz”, resaltó César Hernández García, Director General de la Cartera Común de Servicios del Sistema Nacional de Salud. El experto también destacó la urgencia de ampliar la visión hacia áreas menos visibles pero esenciales para los pacientes. “No podemos dejar de lado aspectos como el apoyo psicológico, la rehabilitación o la reintegración laboral y educativa”, enfatizó.

Las enfermedades cardiovasculares representaron el 17% de las bajas laborales, posicionándose como la quinta causa de absentismo por enfermedad. En ese sentido, Hernández García enfatizó también la necesidad de alinear los recursos con las verdaderas necesidades de la población, gestionando de forma equilibrada todas las áreas transversales del sistema sanitario. “Si bien estamos alargando la esperanza de vida, muchas personas, tras enfrentar un proceso oncológico, encuentran difícil reinsertarse en el mercado laboral. Esto no solo afecta su situación económica, sino que también impacta a sus familias cuando la enfermedad irrumpe en sus vidas”, advirtió Carina Escobar, Presidenta de la Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP). En ese sentido, indicó que es el momento de redefinir un nuevo sistema sanitario que incluya los avances tecnológicos y científicos. “Debemos centrar la atención en las personas, teniendo una visión a medio y largo plazo. La política actual es cortoplacista”, dijo durante el encuentro Diseñar la estrategia frente a los grandes killers en España: salud oncológica y cardiovascular.

César Hernández García, director de la Cartera Común de Servicios del SNS. Pablo Monge

Para Jesús Ponce, presidente de Novartis España, la prevención resulta esencial para mejorar la calidad de vida futura de los pacientes. “Actuar en este ámbito no solo impacta positivamente en la salud de las personas, sino que también nos permite destinar recursos a investigar áreas aún no cubiertas”, afirmó. El directivo explicó que la empresa avanzó más allá de los compuestos químicos tradicionales, enfocándose en innovaciones como los radioligandos (utilizados en el tratamiento de cánceres con alta precisión, minimizando el daño a tejidos sanos) y las terapias celulares (empleadas para reparar o regenerar células dañadas para mejorar la función del organismo). “Tenemos una gran responsabilidad”, aseguró. Además, destacó el desarrollo de compuestos basados en ARN de interferencia, una tecnología vanguardista que facilita la administración de medicamentos de manera más eficiente y cómoda. Este enfoque permite crear tratamientos que, en lugar de requerir dosis diarias, solo necesitan ser administrados cada cierto tiempo. “Desde nuestra posición como laboratorio, hemos identificado la necesidad de llevar esa innovación a lugares donde aún existen barreras”, añadió.

A pesar de los avances en la medicina, aún persisten necesidades no cubiertas y algunas lagunas en el sistema. La receta para hacer frente a los padecimientos cardiovasculares y cancerígenos pasó por una reorganización en el sistema sanitario, la dotación de mayores recursos (económicos y humanos), una mayor educación (tanto para los expertos como a nivel de los pacientes) y un impulso destacable a la mejora de las dietas alimenticias y el ejercicio diario. Bajo este escenario, Javier de Castro, director científico del Instituto de Investigación Hospital Universitario La Paz (IdiPAZ), subrayó la necesidad de una reorganización en los hospitales para adaptarse a la innovación tecnológica y farmacológica. A su juicio, resultó esencial transformar el modelo tradicional de centros grandes y dispersos hacia estructuras más colaborativas, que incluyan comités multidisciplinarios y unidades transversales.

Buenos hábitos

César Rodríguez, presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), destacó los hábitos como el ejercicio, la dieta y la lucha contra el tabaco, que sigue siendo una de las principales causas del desarrollo de tumores y de mortalidad por cáncer. Asimismo, subrayó el impacto socioeconómico de esta enfermedad, dado que muchos diagnósticos ocurren en personas en edad laboral activa, lo que provoca bajas laborales y un considerable consumo de recursos en el sistema sanitario. “Los hábitos de vida son esenciales”, aseveró Luis Rodríguez Padial, presidente de la Sociedad Española de Cardiología (SEC). “Educación sanitaria, dieta y ejercicio físico disminuyen la mortalidad”.

“Los resultados que podemos tener hoy son porque se ha investigado hace 20 o 30 años”, agregó De Castro. “Necesitamos un modelo de largo plazo”. Los grandes avances que se dieron en el tratamiento contra el cáncer se hicieron palpables en el de mama. “Ha mejorado muchísimo el pronóstico en los últimos 30 o 35 años”, explicó Miguel Martín, presidente de la Fundación Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (Geicam). Pero para seguir combatiéndolo hace falta un mayor esfuerzo. “Hay que innovar, e innovar es muy caro”.


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