Limpiar la casa con cápsulas hidrosolubles
Flopp impulsa formatos sostenibles para sus detergentes y suavizantes
Detergente y lavavajillas en cápsulas, envases rellenables y fórmulas químicas respetuosas con el medio ambiente. Son los principales argumentos de Flopp para intentar hacerse hueco en el mercado de los productos ecológicos de limpieza para el hogar. Con una plantilla formada por una veintena de personas, tiene sus instalaciones en Vic (Barcelona), donde nació en 2017 de la mano de la emprendedora Elisabet Jordà. La empresa ha ido consolidándose hasta que a principios de 2022 se reinventó de la mano de la compañía Proquimia y la aceleradora de marcas Asellera, que se aliaron para impulsarla. Funcionó. Tanto ese año como en 2023 la compañía alcanzó una facturación de un millón de euros, cifra que esperan aumentar este año en un 10%.
Flopp comenzó con fórmulas propias y un enfoque hacia la sostenibilidad. No solo a través de ingredientes cuya producción evite dañar la flora o la fauna, también con envases compostables y biodegradables, además de cápsulas hidrosolubles para reducir el uso de agua y los desperdicios al aplicar las dosis exactas. También con botellas rellenables para evitar plásticos. “Los formatos concentrados, además, hacen que se ocupe menos espacio en el transporte y que éste emita menos dióxido de carbono”, subraya Ferrán Osete, uno de los responsable de la empresa. Su abanico de productos para el hogar, desarrollados por su propio equipo de químicos, incluye detergente para ropa, lavavajillas, limpiadores de baño y cocina o friegasuelos.
Inicios complicados
La llegada al mercado, sin embargo, no ha sido fácil. En sus inicios costó incorporarse a los lineales de los supermercados, poco acostumbrados a este tipo de productos. Los acuerdos con Carrefour y Aldi empezaron a allanar el camino. Y hoy cuentan con un mercado bien asentado en Cataluña, su territorio más cercano, con Sorli, Bonpreu o Plusfresc como principales puntos de venta. Recientemente, Flopp ha sumado alianzas con Costco, Carrefour, Alcampo o Día para crecer en el resto de la península Ibérica. “Buscamos una economía de escala, con muchos puntos de venta, que nos permita mantener unos precios similares a los de los productos de limpieza convencionales”, afirma Osete, que cree que, en general, el consumidor aún no se ha terminado de aceptar nuevos formatos como las cápsulas. “Creo que el mensaje debe llegar desde lo positivo, no desde el castigo. Claro que puedes utilizar productos con plástico o químicos que te sirvan para manchas concretas, pero es importante entender que cada granito de arena, aunque sea evitar usar una botella, hace mucho”, sostiene quien destaca que potenciar la venta online es también otro de sus objetivos.
Más allá de España y Portugal, Flopp ha dado el salto a Latinoamérica adentrándose en Perú y Chile. Trabajan para hacer lo propio en Panamá y México mientras sondean la posibilidad de dar el salto a Asia —a lugares como Japón y Corea del Sur— y también a Polonia o Bélgica en el norte de Europa. “Allí están más sensibilizados y hay ya otras marcas que lo hacen bien y son fuerte competencia. Pero mientras más opciones ecológicas haya, mejor”, insisten desde la firma catalana, donde anuncian a medio plazo también pretenden renovar la marca y buscar nuevos empaquetados innovadores y aún más sostenibles para crecer y mejorar su facturación, que en 2024 superará el millón de euros.
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