Las raíces del sentimiento antiinmigración en España
La extrema derecha ha encontrado en los mensajes contrarios a los inmigrantes una forma de ganar votantes
En los últimos años, la inmigración se ha convertido en un tema político candente, generando divisiones que desafían la estabilidad de las democracias occidentales. La extrema derecha ha encontrado en su mensaje antiinmigración una forma efectiva de ganar votantes, propagando ideas como “los inmigrantes nos quitan el trabajo” o “vienen a España por las ayudas”, basadas en datos engañosos o incluso falsos. Estas ideas condicionan en gran medida el apoyo o la reticencia de la ciudadanía por l...
En los últimos años, la inmigración se ha convertido en un tema político candente, generando divisiones que desafían la estabilidad de las democracias occidentales. La extrema derecha ha encontrado en su mensaje antiinmigración una forma efectiva de ganar votantes, propagando ideas como “los inmigrantes nos quitan el trabajo” o “vienen a España por las ayudas”, basadas en datos engañosos o incluso falsos. Estas ideas condicionan en gran medida el apoyo o la reticencia de la ciudadanía por la inmigración.
En este clima de creciente polarización, los gobiernos europeos se enfrentan a mayores dificultades para integrar laboral y socialmente a la inmigración y a su inherente diversidad. Sin embargo, este desafío también ofrece enormes oportunidades. Por un lado, la integración de la población inmigrante es crucial para mejorar la convivencia ciudadana, al fomentar unas mejores relaciones entre diferentes grupos sociales. Por otro lado, la inmigración puede ayudar a rejuvenecer los países europeos, ya que los inmigrantes tienden a ser más jóvenes y presentar una mayor tasa de fecundidad que la población nativa.
Por todo ello, las instituciones públicas están buscando revisar el marco legal y las políticas migratorias para promover una sociedad y un crecimiento económico más inclusivo. Sin embargo, es aquí donde surge un dilema social. Mientras la implantación de políticas integradoras necesita de los apoyos suficientes para lograr la cohesión social, la población nativa mantiene opiniones dispares sobre cuáles son las políticas más eficaces.
Para comprender mejor cómo la ciudadanía percibe la inmigración y en qué basa sus preferencias sobre la integración, desde la Fundación ISEAK hemos realizado un estudio, cuyos resultados publicaremos próximamente. En este estudio analizamos las percepciones, actitudes y preferencias de la población nativa sobre la inmigración mediante una encuesta representativa en el ámbito nacional que incluyo a aproximadamente 3.200 personas nacidas en España. Se examinan las opiniones sobre las percepciones de amenaza de la inmigración, la composición de la población inmigrante y sus oportunidades laborales, así como el apoyo a diversas políticas públicas destinadas a atraer e integrar a los inmigrantes.
Los resultados del estudio revelan que la población nativa tiende a sobrestimar considerablemente la cantidad de inmigrantes en el país, así como su tasa de desempleo y el nivel de ayudas económicas que reciben. Además, la percepción de la inmigración como una amenaza —ya sea a la cultura y tradiciones, al Estado del bienestar o al mercado laboral— está asociada con una mayor oposición a la entrada de inmigrantes y un menor apoyo a su integración laboral. Esta combinación de percepciones —que incluyen la idea de que hay muchos inmigrantes, la mayoría desempleados, y que representan una amenaza para la cultura, las finanzas y las oportunidades laborales de los nativos— son un caldo de cultivo perfecto para el auge de posiciones extremas. Estas percepciones erróneas, sin embargo, se concentran desigualmente: son las personas con un mayor nivel educativo y aquellas que se identifican con una ideología de izquierda las que, en general, se sienten menos amenazadas por la llegada de inmigración.
Para analizar cómo el acceso a una información veraz sobre la inmigración modifica las percepciones y actitudes hacia ella, incluimos un experimento dentro de la encuesta. En este experimento, mostramos aleatoriamente un mensaje a dos tercios de los encuestados. Un tercio de ellos recibió un texto que resaltaba los beneficios de la integración de los inmigrantes en el mercado laboral. Otro tercio recibió cifras reales sobre el uso de recursos públicos por parte de la población inmigrante, mientras que al último tercio no se le mostró nada, continuando la encuesta sin información adicional, lo que se denomina comúnmente en economía experimental como grupo de control. Los resultados de estas píldoras informativas son muy relevantes desde el punto de vista de la política pública, así como bastante esperanzadores. Aquellas personas que recibieron información veraz y objetiva sobre la inmigración expresaron un mayor apoyo a políticas de integración, especialmente aquellas diseñadas para reducir la desigualdad de oportunidades entre la población nativa y los inmigrantes. Además, estos mensajes informativos incrementaron en un 8% el número de personas que expresaron sentirse a favor de los niveles actuales de inmigración con respecto a aquellas del grupo de control.
Estos resultados destacan cómo la desinformación prevalente en las economías industrializadas determina la oposición a la inmigración y a su integración. Es por ello por lo que, para avanzar hacia una sociedad que integre de manera exitosa a sus inmigrantes, es necesario poner el foco en políticas públicas que atajen la desinformación sobre la inmigración. Proponemos una serie de recomendaciones que ya han tenido un impacto positivo en países de nuestro entorno y que no requieren de gran financiación. Entre ellas, se incluye la promoción de la alfabetización mediática para capacitar a las personas en la identificación de datos y noticias falsas para así frenar la propagación de desinformación. Por otro lado, es importante promover la diversidad a través de actividades de colaboración entre la población nativa e inmigrante. La idea de estas iniciativas se centra en que la integración de la inmigración, y su consiguiente aumento de la diversidad, no cree un sentimiento de amenaza cultural a la población nativa.
El debate creado en torno a la inmigración debe ser estudiado y analizado respetando su carácter multifacético desde el rigor de ramas complementarias como la economía, la sociología y la psicología. Nuestro estudio sigue invitando a la investigación y profundización de los sentimientos antiinmigración, así como al llamamiento de un discurso más tolerante basado en la información y la evidencia por los agentes políticos.
Sigue toda la información de Economía y Negocios en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal