Unicaja y el alto coste de la paz interna
Las luchas entre facciones han hecho perder unos años preciosos a la entidad. Los resultados son débiles y el mercado la señala como candidata para ser absorbida por un rival
Unicaja parece haber encontrado, por fin, su nuevo camino. El banco acometió hace dos años y medio una fusión con Liberbank que le aupaba a la quinta plaza entre las entidades financieras españolas. Sin embargo, esta operación trajo una guerra interna que paralizó al grupo y le ha dejado rezagado respecto a sus rivales. Una crisis de gobernanza que se ha atajado con salidas como la del que fuera consejero delegado, Manuel Menéndez, ...
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Unicaja parece haber encontrado, por fin, su nuevo camino. El banco acometió hace dos años y medio una fusión con Liberbank que le aupaba a la quinta plaza entre las entidades financieras españolas. Sin embargo, esta operación trajo una guerra interna que paralizó al grupo y le ha dejado rezagado respecto a sus rivales. Una crisis de gobernanza que se ha atajado con salidas como la del que fuera consejero delegado, Manuel Menéndez, y con el fichaje de dos directivos externos de peso: José Sevilla, para la presidencia no ejecutiva, y Luis Colorado, ex del Santander, como número tres de la nueva Unicaja.
“Las incorporaciones han sorprendido para bien. Estas son las modificaciones definitivas para el cambio del banco”, asegura José Ramón Iturriaga, socio y gestor de Abante. El mercado llevaba meses reclamando un giro de timón. Los inversores ya casi se habían dado por vencidos ante las guerras intestinas entre la Fundación Unicaja, el ala malagueña, y la asturiana de Liberbank. Sin embargo, el viraje ha llegado y queda poco rastro de esas dos facciones. “Ya no tiene sentido interpretar los movimientos del equipo directivo como parte de la batalla interna”, dice un alto directivo del grupo. Falta por saber si el giro se ha producido a tiempo para reconducir los números del banco y seguir en solitario.
Los ejercicios perdidos por Unicaja no fueron unos años cualquiera para la banca. Han sido, precisamente, los ejercicios en los que hubo unas alzas abruptas de tipos de interés por parte del BCE. Es decir, un cambio de la política monetaria que ha supuesto una bombona de oxígeno para el sector financiero, que ha recuperado así buena parte de su negocio recurrente, el que se había esfumado durante la era de tipos negativos o cero. “La subida del precio del dinero les ha pillado a contrapié, en plena disputa interna, lo que les ha penalizado mucho”, recuerda Nuria Álvarez, analista de Renta 4. No había un mando claro que marcase la ruta y eso ha ralentizado la integración operativa. “Les ha costado más poner en funcionamiento toda la maquinaria e ir todos en la misma dirección”, añade Álvarez.
Malas cifras
En 2023, Unicaja registró un beneficio de 267 millones de euros, un 4% menos que el ejercicio anterior. Fue la única entidad nacional que no incrementó sus ganancias en el último año, ejercicio de récord (o muy cercano) para el resto de entidades. De hecho, si se va al detalle de los guarismos trimestrales, el banco tuvo unos números rojos en los últimos tres meses del año de 42 millones de euros debido a los saneamientos realizados. “Ha perdido un año mientras el resto se pertrechó mejor de cara al futuro”, afirma un alto directivo del sector financiero que trabaja para los grandes grupos del país.
Para contrarrestar esta situación, la apuesta de Unicaja para reanimar la red comercial ha sido la incorporación de Colorado, que ya está al frente del negocio minorista. “Su antecesor en el cargo, Jonathan de Joaquín, que llegaba de Liberbank, tensionó la red demasiado, como le pasó a Juan Antonio Alcaraz en CaixaBank. Colorado tiene que ganarse al equipo y activar la red, pero con mucho tacto”, añaden estas fuentes financieras. Según otras fuentes cercanas al ex del Santander, Colorado se va a mudar a Málaga y pretende impulsar diversos proyectos, entre ellos el de los gestores remotos, donde hay un equipo con más de 200 efectivos. “Hay ganas de mejorar los números del negocio y para eso se ha fichado a una persona de primer nivel”, coincide alguien cercano a la cúpula de Unicaja.
Como handicap de Unicaja existen dos grandes cuestiones. Por un lado, la escala y el posicionamiento por territorios: “Para poder competir con los grandes tienen un problema de tamaño y de diversificación geográfica”, sostiene Álvarez. Y, por otro, el escollo de ir por detrás del ciclo. “Es fácil que el banco mejore sus números, sobre todo en nueva producción. Tiene margen, pero no llegará al nivel que habrían alcanzado si hubiera aprovechado el pasado año”, añade la analista de Renta 4. En esta tesitura, el mercado pone en duda la viabilidad futura de Unicaja. Y se ha llegado a hablar incluso de una posible compra por alguna de las grandes entidades del país, aunque no parece que esto vaya a ocurrir en el corto plazo. De hecho, con los cambios, Unicaja tiene la opción de revertir la situación para reducir la distancia que tiene respecto al resto del sector.
“La ventana de oportunidad sigue abierta, pero con los cambios creo que Unicaja tiene una oportunidad. Eso sí, tiene muchos deberes por hacer”, sostiene Iturriaga. Por tanto, la previsión es algo más halagüeña, aunque su futuro sigue en el aire. “Es lo suficientemente rentable como para que otro banco lo compre a los precios actuales. Sin embargo, a corto plazo no lo veo. Hay que esperar hasta que se estabilice el nivel de tipos de interés en Europa. Otra cuestión es a medio o largo plazo: entonces no tengo dudas de que entrará en alguna operación”, zanja Álvarez.
Entre las dificultades para que salga adelante alguna oferta de adquisición está el ya citado entorno cambiante del precio del dinero, así como el peso de las fundaciones en el accionariado de Unicaja. Fuentes del mercado sitúan al Sabadell como el principal candidato a quedarse con el banco malagueño. “Para el Sabadell tiene todo el sentido, pero estos procesos siempre son complejos”, avisa Iturriaga.
Además, al Sabadell le restan cuestiones por resolver en el seno del banco. Y en caso de lanzarse, preferirá que Unicaja se ordene antes, según diversos analistas consultados. Esto dará tiempo al banco malagueño para reconducir su negocio y reducir su tasa de descuento sobre el valor en libros. Al Sabadell, además, le puede faltar músculo financiero, aunque esto lo resolvería si vendiera su filial británica TSB. Eso sí, en el sector financiero ven otros posibles compradores, como Abanca. “Es un banco grande, en expansión, y supondría para el grupo de Juan Carlos Escotet una forma fácil de comenzar a cotizar”, sostiene un alto directivo de uno de los bancos del Ibex 35.
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