Los ‘snacks’ que nacieron en un garaje
La catalana B3tter Foods comercializa aperitivos sin aditivos, colorantes o azúcares añadidos. El pasado año facturó 600.000 euros
Adrià Cruz y Àlex Boisset, con apenas 30 años, son grandes defensores de una alimentación sana y de calidad, en la que desaparezcan de la lista de ingredientes los colorantes, los azúcares añadidos, las grasas malas, las harinas refinadas y hasta la famosa E (códigos que se asignan a los aditivos alimentarios). Con esta idea como enfoque empresarial se pusieron el delantal y decidieron elaborar productos que eliminaran est...
Adrià Cruz y Àlex Boisset, con apenas 30 años, son grandes defensores de una alimentación sana y de calidad, en la que desaparezcan de la lista de ingredientes los colorantes, los azúcares añadidos, las grasas malas, las harinas refinadas y hasta la famosa E (códigos que se asignan a los aditivos alimentarios). Con esta idea como enfoque empresarial se pusieron el delantal y decidieron elaborar productos que eliminaran estos elementos y que fueran sanos, de calidad y con sabor. “Adrià viene de familia de emprendedores y siempre lo vio posible. Yo lo veía una locura”, comenta Boisset. Una locura que arrastró a los dos amigos a poner en marcha lo que hoy es su marca o como ellos la definen “el amor de su vida” B3better Foods.
Comenzaron a hacer pruebas en un garaje, en el que aseguran que pasaron demasiado frío porque las condiciones no eran las mejores. Pero insistieron en su empeño de montar la empresa y tras probar que era posible conseguir los productos de los que partir, decidieron buscar una fábrica que les acompañara en su aventura. Un camino que no fue fácil. “Nadie confiaba, no querían hacerlo. Nos veían entrar con camiseta y la gorra al revés y desconfiaban. Tuvimos que ser ingeniosos en la presentación del proyecto”. Hasta que una dijo que sí y se pusieron manos a la obra.
Con 50.000 euros de inversión inicial, para la que contaron con ayuda de familiares y amigos, empezaron a dar vida a su “utopía”, que vio la luz en 2021 en forma de barritas, granolas y una crema de cacao y avellanas. “Solo incluyen ingredientes naturales y están endulzados con frutas, nada más. Ahí está todo el trabajo de I+D”, asegura Cruz.
La realidad les dio la razón y al poco de poner a la venta los seis productos que de momento venden a cerca de dos euros (las barritas) y a seis euros la crema de cacao, cuadruplicaron ventas. “Los demás lo hacen muy mal. Nuestro producto es sano, no tenemos que convencer a nadie de que lo es”, sentencia Cruz. Aun así, comentan que se lo piensan mucho antes de invertir cada euro y que tienen poco presupuesto para publicitar su gama, por eso las redes sociales han sido su gran apoyo, junto con el podcast que realiza Boisset, amante de la vida sana.
Cuentan con 10 empleados y durante el pasado año facturaron más de 600.000 euros, el doble que en 2022, de los que un 70% llega desde los más de 1.000 establecimientos repartidos por toda España que venden sus productos, y el resto del canal online.
No quieren oír hablar de rondas de financiación ni de inversores ajenos. “Nos han llamado multinacionales y fondos de inversión y hemos dicho que no. Ellos solo quieren rentabilidad, nosotros cambiar la alimentación y ser fieles al producto”, esgrime Boisset.
Entre sus proyectos de futuro está el de lanzar una nueva referencia dentro de la misma gama y posiblemente una más de otra categoría que no quieren desvelar para no dar ideas a la competencia, que parece que les pisa los talones. “Siempre estamos cocinando”, asegura Boisset. También van a hacer una colaboración con Jordi Roca, el repostero de los conocidos hermanos Roca, con el que lanzarán un helado que se venderá a partir de este verano en Rocambolesc, su marca de heladerías.
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