La empresa que convierte a los viajeros en detectives
Gymkana Digital Turística diseña recorridos en los que el visitante resuelve enigmas para conocer su destino
Con títulos como La novena puerta, El hechizo de Estíbaliz o Contrabando en la posguerra, la barcelonesa Gymkana Digital Turística elabora recorridos para conocer ciudades, pueblos, museos… que se desarrollan mediante la resolución de enigmas. Se trata de una trama con un objetivo a cumplir para que el viajero descubra su destino a través de un juego de pistas con espíritu detectivesco: desde hazañas de...
Con títulos como La novena puerta, El hechizo de Estíbaliz o Contrabando en la posguerra, la barcelonesa Gymkana Digital Turística elabora recorridos para conocer ciudades, pueblos, museos… que se desarrollan mediante la resolución de enigmas. Se trata de una trama con un objetivo a cumplir para que el viajero descubra su destino a través de un juego de pistas con espíritu detectivesco: desde hazañas de contrabando en plena posguerra española, viajes en el tiempo, leyendas milenarias, guerras, brujas y aventuras de templarios en la Edad Media hasta revoluciones científicas.
Un escape room al aire libre para todas las edades que crearon Marc Guillén y Ramón Martín a partir de otras yincanas que habían puesto en marcha para aprender jugando en diferentes empresas. “El primero fue en el municipio de Les, en Lleida, en el verano de 2020, que, pese a que se pudo disfrutar relativamente, funcionó”, explica Martín.
Con 20.000 euros de inversión inicial de recursos propios, cuatro empleados y una facturación de 200.000 euros en 2022, actualmente cuentan con 150 recorridos y más de 40 en marcha en ciudades como Valencia, Barcelona, Sigüenza (Guadalajara), Sagunto (Valencia), Marbella (Málaga) o Morella (Castellón). Unas yincanas que ya han probado más de 25.000 turistas y que versan sobre un momento concreto de la historia, una característica de su entorno o su gastronomía, con 12 o 14 enigmas a resolver, un recorrido máximo de dos kilómetros y una duración de 60 a 90 minutos.
Sin necesidad de descargarse ninguna aplicación, son gratuitas para el público y están disponibles 24 horas todos los días de la semana. “Basta con escanear un código QR con el móvil. Es como el juego de la oca, los dados serían el móvil, y el tablero, el pueblo o el museo”.
Cada una supone unos tres meses de montaje que desarrollan asesores, comunicadores creativos, guionistas, periodistas… “Ellos visitan, analizan y con toda la información crean cada experiencia, que se traduce a varios idiomas”, concreta Martín. Sus potenciales clientes son las diputaciones, los ayuntamientos o las comunidades autónomas, aunque ahora les ha surgido una nueva vía de negocio con empresas privadas, como un hotel de Madrid que les ha pedido que desarrollen una yincana para sus clientes. También están inmersos en montar estos recorridos por el interior de los museos de Tarragona y Tierras del Ebro, con ocho proyectos en marcha.
Pero su ADN está en los pueblos pequeños, según el cofundador. Tienen entre manos un proyecto al que han denominado Ruta 99 que consiste en recorridos por los 24 pueblos con menos de 99 habitantes de la Comunidad Valenciana y que supone una reactivación para esta zona de la España vaciada. También están en proceso de internacionalización, con Chile en su punto de mira, al que cree que llegarán en unos cuatro meses. “Ahora estamos investigando el mercado, pero, sin duda, es un buen destino con una potente apuesta por el turismo cultural”.
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