Bancos centrales, ¿cerca de la meta?

La toma de decisiones respecto a las subidas de tipos se realizará reunión a reunión dependiendo de los datos, dada la elevada incertidumbre existente

La presidenta del BCE, Christine Lagarde, en una comparecencia el 31 de octubre.REUTERS

Con la inflación en niveles máximos de varias décadas en muchos países debido a diversos factores (presiones generadas por la recuperación del gasto en la salida de la covid, el impulso fiscal, cuellos de botella) agudizados después por la guerra de Ucrania y su impacto en los precios de los alimentos y del gas, los bancos centrales han virado hacia una política más restrictiva. Las autoridades monetarias de muchas economías emergentes empezaron a subir los tipos de interés ya a ...

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Con la inflación en niveles máximos de varias décadas en muchos países debido a diversos factores (presiones generadas por la recuperación del gasto en la salida de la covid, el impulso fiscal, cuellos de botella) agudizados después por la guerra de Ucrania y su impacto en los precios de los alimentos y del gas, los bancos centrales han virado hacia una política más restrictiva. Las autoridades monetarias de muchas economías emergentes empezaron a subir los tipos de interés ya a principios del 2021 (tuvieron que adelantarse por la mayor vulnerabilidad a choques de oferta negativos, el mayor riesgo y la menor credibilidad antiinflacionista), seguidos por sus homólogos de los países desarrollados en los últimos meses de 2021.

En particular, el ritmo de las subidas de los tipos de interés en Estados Unidos es el más rápido en décadas, casi el doble que en el ciclo de 1999-2001. De hecho, ya están en el rango 3,75%-4% y los mercados descuentan que puedan superar el 4,75% en la primera parte de 2023. Por su parte, el Banco Central Europeo (BCE), después de ocho años con tipos de interés en territorio negativo, los ha subido en poco más de tres meses 200 puntos básicos, y se prevé que lo haga otros 75 durante el próximo trimestre.

En lo que respecta a los bancos centrales de países emergentes, en los que el componente del tipo de cambio es muy importante en la toma de decisiones de política monetaria, no se han quedado atrás y han aumentado los tipos de interés en magnitudes especialmente relevantes en el último año y medio.

Pero ¿cuánto queda por subir? Con las tasas de inflación a nivel global dando signos de moderación, y aunque se prevé que se mantendrá en niveles altos a lo largo de 2023, varias autoridades monetarias —tanto en economías desarrolladas como emergentes— están realizando un cambio de rumbo similar hacia una política más pragmática y gradual; así, la toma de decisiones se realizará reunión a reunión dependiendo de los datos, dada la elevada incertidumbre que existe. Además, en muchas economías los tipos de interés ya han sobrepasado su nivel neutral, con lo que cada vez tienen menos margen de maniobra si no quieren sumir a las economías en una recesión profunda.

En los próximos meses, todavía con los riesgos para las perspectivas de inflación sesgados al alza, los bancos centrales deben seguir normalizando sus políticas monetarias para evitar que las presiones inflacionistas se afiancen. En este contexto, el principal riesgo es que estas presiones requieran subidas aún mayores de los tipos de interés, lo que aumentaría las probabilidades de que se produjeran turbulencias financieras y de que la economía mundial entrase en recesión.

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