Urbes vividas que buscan una nueva movilidad
EL PAÍS y Acciona organizan un foro para analizar fórmulas de transporte con las que crear ciudades más sostenibles
Los ciudadanos demandan ahora no sólo vivir en las ciudades, sino vivir las ciudades: hacerlas más sostenibles, mejor comunicadas, más prácticas. Esta fue una de las conclusiones del ciclo Ciudades Globales, que organiza El País y Grupo Acciona, y que el pasado martes hizo parada en Sevilla. Bajo el título La revolución de la movilidad: hacia un cambio de paradigma en la movilidad urbana, el foro fue inaugurado por el alcalde de Sevilla, Antonio Muñoz, que destacó que el...
Los ciudadanos demandan ahora no sólo vivir en las ciudades, sino vivir las ciudades: hacerlas más sostenibles, mejor comunicadas, más prácticas. Esta fue una de las conclusiones del ciclo Ciudades Globales, que organiza El País y Grupo Acciona, y que el pasado martes hizo parada en Sevilla. Bajo el título La revolución de la movilidad: hacia un cambio de paradigma en la movilidad urbana, el foro fue inaugurado por el alcalde de Sevilla, Antonio Muñoz, que destacó que el cambio climático y la contaminación “genera una conciencia generalizada” en la ciudadanía para mejorar en materia de sostenibilidad. “Ya no es cosa de cuatro científicos, hay sensibilidad a pie de calle, sobre todo en Sevilla, una ciudad en la que esta situación se ve agravada por la sequía y las altas temperaturas en ciertas temporadas del año”.
En la capital andaluza, con casi un millón de habitantes, el alcalde destacó que se deben cumplir tres premisas para que sea una ciudad atractiva para atraer talento e inversiones: “Disminuir las desigualdades entre los barrios, hacer frente al reto de la transformación digital y el uso de las nuevas tecnologías y desarrollar políticas de sostenibilidad para luchar contra el cambio climático”. En este último punto, y como ocurre en otros grandes espacios urbanos similares en extensión y población, el reto pasa por “descarbonizar la economía”, un giro radical para el que, en el caso de Sevilla, la ciudad tiene que atajar el problema del tráfico, “lo más contaminante”, reconoció el alcalde.
Para ello, Sevilla apuesta por transformar muchas conductas ciudadanas adquiridas durante tiempo, en una línea de desarrollo y mejora del transporte público, que conlleve la sustitución del coche privado. “Sería ponérselo muy difícil a los ciudadanos si no damos alternativas”, reconoció Muñoz, al tiempo que quiso adquirir un compromiso: “En la próxima década, el giro va a ser copernicano para reducir el tráfico privado y luchar contra el cambio climático”.
La red de bicicletas eléctricas y de patinetes y las políticas en favor del desarrollo de vehículos de movilidad reducida se verán acompañadas por otras obligaciones de las ciudades de más de 50.000 habitantes, que deben definir áreas de bajas emisiones. En Sevilla, a partir del próximo 1 de enero, la Tecnópolis ubicada en la isla de La Cartuja reducirá la circulación del coche privado, de tal modo que este parque tecnológico “sea un ejemplo y espejo en el que mirarse”.
El foro contó también con la presencia de la consejera de Fomento, Articulación del Territorio y Vivienda de la Junta de Andalucía. Marifrán Carazo coincidió con el alcalde de Sevilla en planificar nuevos modelos de transporte. Y aseguró que Andalucía “está preparada, debido a la gestión realizada hasta el momento, para recibir los 180 millones de los fondos Next Generation” y destinarlos al desarrollo de las líneas de metro de Sevilla, Málaga y Granada, los nueve consorcios de transporte que dependen del gobierno andaluz y la creación de nuevos modelos sostenibles de transporte público.
De hecho, estas jornadas coincidieron con un día histórico para Andalucía: la inauguración el martes en la Bahía de Cádiz del denominado TramBahía, un sistema híbrido de transporte público único en España que simboliza la apuesta por la sostenibilidad y la revolución verde del nuevo gobierno andaluz. Con un retraso en su ejecución de 16 años y un presupuesto de 260 millones de euros, este nuevo medio ha visto finalmente la luz, superando un importante reto tecnológico —se nutre de energías 100% renovables— y la aspiración de sacar de las carreteras a más de un millón de vehículos.
Frenos estructurales
Las jornadas culminaron con una mesa de debate en la que participaron Iván Maura, director de Desarrollo de Negocio de Silence, y Arturo Pérez de Lucía, director gerente de la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica (Aedive). Sobre la mesa se plantearon interrogantes como los frenos estructurales que ralentizan la movilidad eléctrica o las infraestructuras necesarias para hacer del coche eléctrico un servicio competitivo. Ante la previsión del mercado que sitúa en cinco millones los vehículos eléctricos que circularán en España en 2030 —actualmente la cifra es de 250.000—, Pérez de Lucía reconoció, sin embargo, que las matriculaciones de coches eléctricos al año han bajado y se necesita “una reforma fiscal para que esto pueda ejecutarse”.
Pérez de Lucía reconoció también que percibe “cierto miedo al cambio”. Junto con la falta de competitividad en el precio y la recarga como principales problemas del vehículo eléctrico, reclamó planes de subvención para la adquisición de coches eléctricos e inversiones en puntos de recarga para poder llegar a ese objetivo ambicioso de 2030. Maura, por su parte, puso el foco sobre las motos eléctricas, “simplifica mucho la vida a los que vivimos en las ciudades muy colapsadas por el tráfico”, y los transportes de movilidad compartida. “La movilidad no es un derecho fundamental pero favorece y permite muchos derechos fundamentales como la educación o la sanidad”, concluyó del director de negocio de Silence.