Crédit Agricole siembra España con cientos de millones

El grupo financiero francés encadena varias inversiones importantes, como la filial de renovables de Repsol o la fibra óptica rural de Telefónica

Sede de Crédit Agricole en Madrid.KIKE PARA

Si se repasan las últimas transacciones empresariales en España, hay un nombre que se repite con la misma frecuencia que el perejil en las salsas: Crédit Agricole. El banco francés, junto al fondo suizo EIP, adquiría en junio pasado el 25% de la filial de renovables de Repsol por 905 millones de euros; un mes después —esta vez, en consorcio con Vauban— desembolsaba algo más de 1.000 millones...

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Si se repasan las últimas transacciones empresariales en España, hay un nombre que se repite con la misma frecuencia que el perejil en las salsas: Crédit Agricole. El banco francés, junto al fondo suizo EIP, adquiría en junio pasado el 25% de la filial de renovables de Repsol por 905 millones de euros; un mes después —esta vez, en consorcio con Vauban— desembolsaba algo más de 1.000 millones por la fibra óptica rural de Telefónica. Estas son las operaciones más sonadas, pero no las únicas: instalaciones eólicas y solares de Eolia, parques eólicos del Grupo Villar Mir, la plataforma Hy24 especializada en hidrógeno verde…

Es verdad que la mayoría de las adquisiciones se han realizado a través de su filial de seguros —Crédit Agricole Assurances— para optimizar su balance rotando la cartera de participadas y se han centrado en el ámbito de las energías limpias, ya que el grupo, en su compromiso en favor de la lucha contra el cambio climático, se ha marcado como objetivo contar con una capacidad instalada de renovables de 14 GW en 2025. Pero también responden a una política estratégica que sitúa a España como uno de sus mercados clave a medio plazo.

“En Iberia [área de negocio que comprende España y Portugal], los ingresos operativos del banco están ligeramente por debajo de los 500 millones de euros. Queremos tener una presencia aún mayor en este mercado y, sobre todo, queremos que las diferentes líneas de actividad trabajen de forma más coordinada y logren más sinergias”, responden fuentes de la entidad desde París a través de un correo electrónico.

Dentro de esta estrategia para crecer en España, una de las puntas de lanza será el negocio de banca corporativa y de inversión, a través de su filial Crédit Agricole CIB. Esta unidad está dirigida en nuestro país por Georg Orssich, que se incorporó en 2021 procedente del Banco Santander, y contaba al cierre del pasado año con una plantilla de 127 personas. “Nuestro plan estratégico para 2025 contempla un crecimiento de la franquicia en toda Europa mediante una mejora de la oferta y un mejor conocimiento de las necesidades de las empresas. Iberia será una pieza clave para lograr este objetivo, con servicios diversificados como los préstamos sindicados, la estructuración financiera o la emisión de bonos denominados en euros”, según la entidad.

Un gigante llamado Amundi

Crédit Agricole es también el máximo accionista de la mayor gestora de fondos de Europa y una de las 10 principales del mundo, Amundi, con activos bajo gestión valorados en dos billones de euros. En 2020, Amundi dio un salto notable en España al comprar al Banco Sabadell su gestora de fondos, un acuerdo que incluye la distribución de los productos de la firma francesa a través de la red de oficinas de la entidad presidida por Josep Oliu.

Según datos de Inverco, a 30 de junio pasado, Amundi ya era la segunda mayor gestora extranjera en España (superada solo por BlackRock), con activos valorados en casi 29.000 millones de euros. Semejante tamaño provoca que Amundi sea uno de los accionistas más destacados de muchas empresas españolas cotizadas, especialmente en el sector bancario. En la actualidad, posee el 3% del capital del Banco Santander, el 1,3% del BBVA, el 1% del Sabadell, el 0,45% de CaixaBank, el 1% de Iberdrola y el 1,26% de Repsol, según los registros de accionistas de Bloomberg. “En la gestión de activos, España es un mercado muy importante para Amundi gracias a su acuerdo estratégico con el Banco Sabadell y sus relaciones comerciales con varias instituciones financieras locales. En ambas áreas hay aún mucho margen de mejora”, señalan desde París.

Otro negocio importante para Crédit Agricole es el de los servicios financieros. En España cuenta con una alianza con el Banco Santander a través de la empresa Caceis, firma que ofrece servicios de depositaría, custodia, ejecución de órdenes o cobertura de divisas. “Caceis tiene una cuota de mercado del 22% y queremos consolidar su posición de liderazgo mediante una mayor oferta de servicios, especialmente para empresas de capital riesgo e inmobiliarias”, comentan las fuentes consultadas.

En enero pasado, Crédit Agricole presentó su nueva marca para el negocio de crédito al consumo, Sofinco, que sustituirá a SoYou, la alianza que había constituido con Bankia en esta área de negocio. Tras la fusión de CaixaBank y Bankia, la entidad resultante vendió a Crédit Agricole el 49% que tenía en SoYou. Aunque en el mercado se especula con la posibilidad de que esté buscando un nuevo socio para crecer en financiación al consumo, desde la entidad aseguran que no hay planes en este sentido. “La compra de las acciones de Bankia demuestra nuestro fuerte compromiso con España. Sofinco continuará con su crecimiento orgánico, enriqueciendo su oferta de productos y desarrollando nuevos asociaciones”.

Las joint ventures de Crédit Agricole también llegan al ámbito de los seguros, donde tiene una alianza estratégica con Abanca. Desde la entidad aseguran que en el futuro seguirán explotando la fórmula basada en alianzas con socios locales para seguir creciendo en España en las diferentes áreas de negocio.

Crédit Agricole es muy fuerte en banca minorista en Francia. También tiene una consolidada presencia en mercados como Italia, Polonia o Marruecos. En España intentó entrar por la puerta grande en este negocio a través de Bankinter. Llegó al capital del banco en 2007 comprando la participación del inversor indio Ram Bhavnani y luego aumentó su presencia hasta llegar al 23% de las acciones. Pero estalló la crisis financiera y el plan se vino abajo en medio de un fuerte enfrentamiento con el principal propietario de Bankinter, Jaime Botín. En 2013, Crédit Agricole salió del capital con notables minusvalías.

Cuando en 2020 el Banco Sabadell se hundió en Bolsa, la firma francesa llegó a tener conversaciones informales para cerrar una operación estratégica que no llegó a cuajar. En abril de 2021, con el traspaso de Bankoa (que operaba en el País Vasco) a Abanca, Crédit Agricole daba carpetazo a su aventura en banca minorista en España. ¿Para siempre? “Por el momento, no hay planes. Ya tenemos una fuerte presencia en España sobre la que queremos trabajar, ya que todavía hay mucho potencial de crecimiento”, concluyen desde la matriz.


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