El zoco digital para las bicis de segunda mano
Tuvalum espera cerrar el año con una facturación de un millón de euros gracias a su plataforma de intermediación
En un fin de semana organizado por la incubadora Demium Startups para conectar talento emprendedor con ideas, Alejandro Pons e Ismael Labrador dieron el pistoletazo de salida a Tuvalum. Alrededor de seis meses después, a finales de marzo de 2015, nació esta plataforma para comprar y vender bicicletas, principalmente, de segunda mano, con la que este año esperan registrar transacciones por nueve millones de euros, el doble que en 2020. También prevén doblar su facturación respecto al año anterior, hasta el millón de euros....
En un fin de semana organizado por la incubadora Demium Startups para conectar talento emprendedor con ideas, Alejandro Pons e Ismael Labrador dieron el pistoletazo de salida a Tuvalum. Alrededor de seis meses después, a finales de marzo de 2015, nació esta plataforma para comprar y vender bicicletas, principalmente, de segunda mano, con la que este año esperan registrar transacciones por nueve millones de euros, el doble que en 2020. También prevén doblar su facturación respecto al año anterior, hasta el millón de euros.
Entre las ideas que exploraron aquel fin de semana, a ambos cofundadores les llamó la atención una propuesta que había nacido en Estados Unidos. “Era una plataforma de deportes al aire libre que conectaba oferta y demanda a nivel hiperlocal”, cuenta por teléfono Pons, también consejero delegado de la compañía. “Tanto Ismael como yo somos deportistas y ciclistas y pensamos que tenía sentido traerlo a España. Y nos pusimos a desarrollarla”.
Durante los estudios previos se percataron de que la bicicleta era un sector aún por digitalizar y que contaba con buenas perspectivas de crecimiento. La gente, relata este valenciano de 31 años, se acerca cada vez más a las bicicletas, ya sea para practicar deporte o como alternativa de movilidad en ciudades, y hace referencia a las bicicletas eléctricas como una categoría que va a crecer mucho en los próximos años.
Confianza
“La bicicleta tiene un valor alto, las hay desde los mil euros hasta los 10.000, y tiene un fuerte componente mecánico. Nadie, o muy pocos, compradores tienen conocimientos profundos de mecánica para valorar el estado real de la bicicleta”, señala Pons, “entonces hay un problema real en la transacción de segunda mano”. Las opciones en aquel momento pasaban por acudir a páginas de clasificados no especializadas donde, apunta el consejero delegado, había poca garantía.
Su solución pasó por deslocalizar a los usuarios a través de la plataforma e intermediar en la transacción, gestionando el pago y el cobro, la logística y asegurando el intercambio mediante un proceso de verificación y certificación. En Tuvalum, dice, no venden bicicletas, venden confianza. “Damos seguridad y garantía a ambos lados”, asegura.
El proceso es sencillo. En primer lugar, el usuario sube el anuncio, el equipo correspondiente lo filtra, fijándose en su veracidad y buscando que destaque. “También orientamos en precio, porque muchos usuarios no lo conocen y tienen ciertas expectativas. Por ejemplo, la compraron por 5.000 euros y la quieren vender por 3.000, pero el precio de mercado no es ese y no la venderán nunca o tardarán meses”. Después, entra en acción el departamento de ventas. Una vez que la bicicleta es adquirida, hacen llegar al vendedor un embalaje para protegerla durante el traslado, la recogen y la entregan para su revisión a uno de los talleres con los que colaboran. “Una vez certificada, se paga al vendedor y se entrega en casa del comprador”, apunta Pons.
La mayor parte del producto que gestionan es de segunda mano, aunque también trabajan con tiendas locales que cuentan con bicicletas nuevas entre su oferta. “Nosotros somos la tienda digital de las tiendas locales. En vez de invertir en una plataforma, en una pasarela de pago, en un marketing, en un equipo de ventas digital… nos utilizan a nosotros y acceden a unos usuarios potenciales en Europa y maximizan sus posibilidades de venta”, relata Pons.
Los servicios que prestan, en caso de particulares, conllevan un cargo de 50 euros que asume el vendedor. “Y luego dependiendo del precio aplicamos una pequeña comisión al comprador”. A los clientes profesionales se les aplica el 10% sobre el valor del artículo. Por el momento, la empresa, que cuenta con un equipo de 25 personas, no tiene beneficios ya que los reinvierten en crecimiento. Uno de los principales ejes para ello es la internacionalización. En Francia crecen un 300% respecto al año anterior y están adentrándose en Italia y listos para abordar el mercado alemán. También apuestan por una nueva línea de tasación y compra de bicicletas. Aspiran a convertirse en una plataforma capaz de resolver las ineficiencias de la industria, gestionando la segunda mano que permite inyectar liquidez al mercado y ayudando a las marcas y a las tiendas.