El joven ingeniero que trajo de cabeza a Isidro Fainé

Jaime Siles ha dirigido la opa que el fondo australiano IFM lanzó sobre Naturgy y que ha tenido en vilo a la empresa y su entorno desde enero

Jaime Siles, responsable en España de IFM.Pablo Monge/CINCO DÍAS

Difícilmente podía haber imaginado Jaime Siles, de 34 años, hijo del poeta valenciano del mismo nombre (de la generación de los Novísimos), que iba a alterar tanto el patio político, económico y mediático español cuando el pasado 26 de enero anunció una opa sobre Naturgy en nombre del fondo de pensiones australiano IFM Investors. Tampoco se debía de pensar Siles, que venía preparando la operación meses atrás, que el proceso iba a durar tanto y que el sector eléctrico iba a estar tan a...

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Difícilmente podía haber imaginado Jaime Siles, de 34 años, hijo del poeta valenciano del mismo nombre (de la generación de los Novísimos), que iba a alterar tanto el patio político, económico y mediático español cuando el pasado 26 de enero anunció una opa sobre Naturgy en nombre del fondo de pensiones australiano IFM Investors. Tampoco se debía de pensar Siles, que venía preparando la operación meses atrás, que el proceso iba a durar tanto y que el sector eléctrico iba a estar tan agitado por el incesante aumento del precio de la electricidad.

El caso es que se han cumplido plazos hasta que esta semana se ha resuelto la trama que empezó a liarse con la reacción de los responsables de Naturgy, que calificaron la oferta parcial (por el 22,69% del capital) como “no solicitada”, lo que venía a significar una oposición latente. A ese parecer tan explícito de Naturgy le siguió el proceso de evaluación por parte del Gobierno, que con motivo de la pandemia instauró una norma según la que cualquier inversión no comunitaria en una firma española tendrá que ser aprobada por el Consejo de Ministros.

El Gobierno tenía seis meses para pronunciarse y los agotó. Durante ese tiempo, Siles, que tiene que reportar a Londres y a Australia a diario, visitó varias veces los ministerios competentes y la Presidencia del Gobierno. Pudo mirar a los ojos a sus interlocutores para convencerles de que la inversión era con vocación de permanencia y asegurar la españolidad del grupo. El 3 de agosto la operación superó la prueba con unas exigencias asumibles, lo que le permitió respirar con alivio. Tras la pertinente autorización de la CNMV, el 7 de septiembre, se abrió el periodo de adquisición de acciones que acabó el 8 de octubre, e inició la tercera fase: el aterrizaje. Y no ha sido precisamente suave. De poco han servido los intentos de conciliación con el todopoderoso Isidro Fainé, presidente de Criteria, principal accionista de Naturgy, para quien el hijo del poeta ha sido un incordio inesperado en una firma que tradicionalmente ha controlado sin resquicios.

Primero, el holding anunció que se disponía a elevar su participación del 24,8% al 30% en una acción que trataba de torpedear la oferta australiana (solo consiguió el 26,3%), teniendo en cuenta que los fondos GIP y CVC (en torno al 20,5% cada uno) y la argelina Sonatrach (4%) ya habían dicho que no venderían.

Después, a mitad de la opa, la energética presidida por Francisco Reynés, hombre de la confianza del ejecutivo de Manresa, envió un hecho relevante a la CNMV en el que subrayaba que los miembros del consejo no acudirían a la opa, pese a que reconocían que el precio ofrecido era el adecuado. IFM transmitió que el hecho relevante era bueno. Pero una semana después, Siles hizo un maratón con la prensa, en encuentros reducidos, en los que se descolgó con el anuncio de que el fondo estaba dispuesto a suprimir o reducir el dividendo “el tiempo que fuera necesario” y que así lo propondría en el consejo.

La bomba retumbó en los cuarteles de Fainé, que no dudó en salir personalmente a torpedear la opa. De ninguna manera podía admitir que le tocasen el dividendo de su querida Obra Social de la Fundación La Caixa, que también preside. Nada menos que de los 500 millones que se gasta al año, 300 provienen de Naturgy. Su respuesta fue contundente. Al tiempo, intensificó la cruzada para lograr apoyos entre los accionistas minoritarios, lo que ha permitido que la opa se quede en un escueto 10,83%, procedente principalmente de hedge funds. Ahora la pregunta es si el valor de Naturgy logrará mantenerse o se pondrá al nivel de las otras eléctricas, que llegaron a caer entre el 10% y el 25%.

IFM ha optado por quedarse y, seguramente, reclamará un puesto en el consejo de administración. La suma de ese paquete con los de CVC y GIP supera el 50%, lo que desplazaría a Criteria del control. Sin embargo, Fainé ya se ha encargado de amarrar acuerdos con dichos fondos. Además de la vocación de permanencia de la que han hecho gala, los compromisos adquiridos por IFM con el Gobierno español para aprobar la opa le impiden fraguar acuerdos que atenten a la españolidad del grupo.

De todos modos, a juzgar por la reacción constructiva que ha tenido IFM, tampoco se vislumbra ninguna maniobra en ese sentido. El joven Siles podrá reconciliarse ahora con el veterano directivo catalán, a quien precisamente parece dirigirse IFM en el comunicado de aceptación de la opa y no a la dirección de la empresa, como venía siendo habitual.

Los Corros

Sánchez vuelve a fallar a la Empresa Familiar.  La organización del Congreso de la Empresa Familiar, que recupera el formato presencial y se celebra en Pamplona entre el 24 y 26 de octubre, no se podrá quejar este año de que Pedro Sánchez les ha dado plantón en el último momento como ocurrió hace dos años en Murcia. Esta vez, La Moncloa ha anunciado con tiempo suficiente la ausencia del presidente del Gobierno, que sí estuvo en Valencia, de donde quizá no guarde muy buen recuerdo. El Congreso, que preside Marc Puig, sí contará con la presencia de Felipe VI y del jefe de la oposición, Pablo Casado. Precisamente, la primera vez que acudió Sánchez fue en Alicante como jefe de la oposición. 

Una despedida a medias. Cepsa acaba de nombrar a Maarten Wetselaar nuevo consejero delegado de la compañía, un movimiento que será efectivo desde enero de 2022. Wetselaar, que proviene de Royal Dutch Shell, es una voz reconocida en la industria global y en el campo de la transición energética. Sustituye a Philippe Boisseau, que da un paso al lado y que seguirá jugando un papel importante en la compañía. Responsable del actual plan estratégico, Boisseau permanecerá como asesor del consejero delegado y del consejo de administración.

El sector solar examina la realidad energética.  La vicepresidenta Teresa Ribera tendrá oportunidad de explicar los avances de su plan de choque en el Foro Solar que organiza la Unión Española Fotovoltaica (Unef) y que este año volverá a ser presencial tras un año y medio largo de restricciones. El sector examinará la situación generada por el incremento de los precios de la energía eléctrica, profundizará en el impacto de las plantas fotovoltaicas, tratará sobre los retrasos en las tramitaciones administrativas de los parques y desmenuzará todos los detalles respecto a las ayudas al autoconsumo.

Mejores ayudas públicas. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) que preside Cani Fernández, ha publicado un documento con 30 recomendaciones dirigidas a organismos públicos para que refuercen los mecanismos de transparencia y concurrencia de empresas a las ayudas, ahora que comienzan a llegar los fondos de Bruselas. Recordemos que la contratación pública tiene un peso enorme en el PIB (entre un 10% y un 20%) y una capacidad de arrastre importante sobre la economía. Pymes y autónomos deberían tener pleno acceso a los fondos. 

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