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El euríbor vuelve a subir y cierra un año agridulce para las hipotecas

El indicador acumula cinco meses al alza, y no encuentra alivio en el Banco Central Europeo. La incertidumbre rodea su evolución en 2026 ante el parón en las bajadas de tipos de interés

Los hipotecados se las prometían muy felices este verano. El euríbor bajaba y bajaba, y parecía cuestión de tiempo que rompiera la barrera del 2% y siguiera abaratando los préstamos a tipo variable. Entonces, la tendencia se agotó. El viento cambió en Fráncfort, que a finales de julio dejó los tipos de interés en pausa por primera vez en casi un año. Después, contra los pronósticos de muchas casas de análisis, que vaticinaban un regreso de los recortes de tipos, el Banco Central Europeo se puso en modo esperar y ver. Hasta hoy, que lleva cuatro reuniones sin tocar el precio del dinero, sin visos de movimientos a corto plazo.

Esa inacción ha desincentivado que el euríbor prosiga su descenso. Y ha dejado un regusto agridulce en un año que se presumía de buenas noticias: cierra diciembre en el 2,268%, por debajo del 2,436% en que terminó 2024. Una hipoteca media, que en España, según el INE, es de 145.673 euros a pagar en 25 años, se ahorrará todavía unos 23 euros al mes, o lo que es lo mismo, 276 euros al año. Pero los que la revisen cada seis meses ya están sufriendo encarecimientos, y a partir de la primavera podría ocurrirles lo mismo al resto.

Después de un magnífico 2024, cuando los continuos recortes de tipos llevaron al euríbor a una espiral de bajadas, el balance general de este año puede parecer pobre —el euríbor subió en seis meses, bajó en cinco, y se estancó otro—, pero los números tienen también un reverso favorable. La caída, aunque pequeña, ha continuado, lo que ha permitido reducir las cuotas a los ya hipotecados, y obtener financiación a tasas competitivas, a menudo por debajo del 3% a tipo fijo, a quienes acaban de endeudarse para adquirir una vivienda.

Además, los incrementos del euríbor registrados estos meses no han sido bruscos, sino más bien un goteo, lo que abre la puerta a que puedan revertirse con rapidez si el BCE retoma las bajadas de tipos, o al menos, crecen las expectativas en los mercados de que lo haga en un futuro próximo. Salvo sorpresa, nada hace indicar, sin embargo, que vaya a ser así: con la inflación bajo control en la zona euro, el BCE está cómodo con los tipos en 2%, hasta el punto de que una encuesta realizada por Bloomberg entre economistas augura que el Consejo de Gobierno del Eurobanco no los tocará hasta 2027. Todo un año en blanco.

“La estabilidad de los tipos oficiales suele traducirse, aunque no siempre de forma inmediata, en un mercado hipotecario más previsible. En los últimos meses, esta pausa del BCE ya ha permitido que los bancos compitan entre ellos y ajusten a la baja sus ofertas. A partir de ahora, es posible que todo empiece a normalizarse y ya no veamos tantos movimientos por parte de las entidades”, afirma Laura Martínez, del comparador hipotecario iAhorro.

Desde la fintech Ebury manejan previsiones similares. y no esperan movimientos agresivos en el euríbor, al menos en los primeros meses del año, “ante la expectativa razonable de estabilidad en los tipos del BCE durante 2026”.

Como toda predicción, esos presagios están sujetos a la aparición de cisnes negros y sorpresas positivas. Entre los que podrían llevar a la baja al euríbor están el fin de la guerra en Ucrania —que sobre el papel abarataría los precios de la energía, reduciendo la inflación, y poniendo presión al BCE para bajar tipos—, o una mayor apreciación del euro frente al dólar, que abarataría las importaciones e igualmente obligaría al BCE a pensar en mover ficha.

Mientras tanto, en el mercado inmobiliario, la financiación a bajo coste que ha traído el euríbor está siendo aprovechada con creces por parte de los compradores. Según el Instituto Nacional de Estadística, hasta octubre se han firmado 419.913 hipotecas, una cifra que está a punto de superar el volumen de todo el año 2024 (425.522), pese a que aún quedan dos datos mensuales más. Y la tendencia parece ir a más: solo en el mes de octubre se firmaron 52.198 préstamos para la compra de una casa, récord del ejercicio actual y la marca más elevada en un mes desde septiembre de 2010.

En este contexto, ¿qué modalidad de hipoteca es más conveniente? “La estabilidad actual permite elegir con más tranquilidad entre una hipoteca fija o mixta (las variables siguen sin ser muy atractivas), teniendo en cuenta que el escenario a medio plazo ya no es tan claramente bajista como algunos pensaban hace unos meses”, señala Martínez, de iAhorro.

Los altos precios del alquiler están provocando un trasvase hacia las compraventas, bajo la tesis de que la cuota hipotecaria es en ocasiones más reducida que el pago de la renta mensual, y ahí el euríbor se ha convertido en un aliado tras dejar bien atrás los máximos de octubre de 2023, cuando se situó en el 4,16%.

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