La corona empresarial de ‘Telle’, la reina de las galletas Gullón tras enfrentarse a sus hijos
María Teresa Rodríguez recibe el premio Reino de España a la trayectoria tras 42 años como líder galletera
La enorme fábrica verde y el lema Gullón irrumpen cuando la autovía A-62 cruza por Aguilar de Campoo (Palencia, 6.800 habitantes). El gigante galletero destaca visual y económicamente en esta localidad del norte palentino, desde donde se fabrican y distribuyen toneladas y toneladas de productos dulces con una reina en el catálogo, la galleta, y otra en el organigrama: María Teresa Rodríguez, Telle, de 84 años y responsable de que la firma ...
La enorme fábrica verde y el lema Gullón irrumpen cuando la autovía A-62 cruza por Aguilar de Campoo (Palencia, 6.800 habitantes). El gigante galletero destaca visual y económicamente en esta localidad del norte palentino, desde donde se fabrican y distribuyen toneladas y toneladas de productos dulces con una reina en el catálogo, la galleta, y otra en el organigrama: María Teresa Rodríguez, Telle, de 84 años y responsable de que la firma se haya convertido en referente internacional en el sector.
La jefa de este bastión alimentario desde 1983 recibe este lunes el premio Reino de España de manos de Felipe VI a la trayectoria empresarial tras no pocos esfuerzos en finanzas y hasta familiares, pues llegó a enfrentarse con sus hijos por la dirección de la compañía. La hoy presidenta de honor delegó el mando en su hija Lourdes Gullón en 2019 y mantiene a sus tres hijos varones en el equipo directivo tras intentar estos descabalgarla en 2009 aunque los tribunales dieron la razón a la matriarca. El grupo sigue creciendo, emplea a más de 2.200 personas, trae riqueza a Aguilar y facturó en 2024 casi 700 millones de euros.
El imperio comenzó modestamente en 1892 a cargo de José Gullón con Aguilar como enclave privilegiado para trabajar con el cereal de Tierra de Campos junto al azúcar venido de ultramar desde el puerto de Santander. La galletera fue avanzando hasta que María Teresa Rodríguez asumió el poder en 1983 al fallecer su esposo y jefe de la firma, José Manuel Gullón, en un accidente de tráfico. Ella, hasta entonces, se dedicaba a la labor doméstica y a la crianza de sus tres hijos. El suceso la hizo aliarse con su socio Juan Miguel Martínez Gabaldón en 1985, hoy actual consejero delegado y director general, para mantener la pujanza y aspirar a más mercados tras ir posicionándose en el español: Gullón era una de las cinco galleteras de la provincia de Palencia y hoy es la única que resiste.
La veterana empresaria palentina ya no da entrevistas y en su lugar toma la palabra Gabaldón, de 71 años, para describir esa expansión en el mercado del dulce. “Siempre ha sido un reto profesional tremendo, como una droga, hemos dedicado la vida a la empresa y atravesado todas las etapas, desde no tener recursos humanos y económicos, ni una empresa automatizada y hacerlo todo manual, a los retos a los que nos enfrentamos con mucha ilusión”, explica el alto cargo, quien recuerda su fichaje tras trabajar en Burgos para una compañía alemana. Poco a poco, “comprando maquinaria de segunda mano y ampliando naves, sacando productos nuevos, hemos ido conquistando el mercado, salimos al exterior para internacionalizarnos. Somos de los cinco mayores galleteros europeos”.
Gabaldón define a la matriarca como “una mujer entregada a la empresa, adaptó su personalidad a la compañía y la hizo excelente”. “Es una líder nata, en habilidades sociales y de comunicación transmitiendo ideas, escucha a todo el mundo, explica a la gente del pueblo las cosas, los entiende… tiene mucha empatía y cercanía”, destaca en lo personal, incidiendo en el olfato comercial y una “visión estratégica del negocio” que les hizo ser pioneros en la galleta integral en España o lanzar en 1990 los primeros artículos sin azúcar, sinónimo de “liderazgo y notoriedad”. La apodada Telle “confía mucho en el equipo, no se pone medallas” y “es muy sencilla y austera, íntegra y transparente”.
El gran reto de Gullón vino desde dentro, cuando en 2009 el menor del clan, Félix, quiso ascender en la estructura y desbancar a Gabaldón, si bien su madre se negó. No solo esta negativa disgustó a los hijos, quienes también recelaban de que la principal accionista nunca repartiera los dividendos de la galletera sino que los reinvirtiera. El 26 de septiembre de ese año, el consejo de la empresa se vivió una pinza entre sus vástagos y los hermanos de la palentina, que unieron sus votos para echar a Gabaldón y retirarle la presidencia a la hoy premio Reino de España, a quien sí apoyó Lourdes, la actual líder.
La agraviada acudió a la justicia y convocó una junta extraordinaria esgrimiendo que ostentaba el 55% del capital de Gullón y el 80% de los derechos de voto. El 1 de septiembre de 2010 los tres hijos y los dos hermanos de Telle le impidieron acceder a las oficinas para celebrar la junta exigida por el juez, la cual tuvo lugar finalmente en el coche materno junto a Lourdes Gullón y la notaria de Aguilar de Campoo. Así acordaron eliminar el consejo, erigirse como administradora única, echar a sus hijos y reubicar a Gabaldón. Este evita ahondar en el tema: “Ha sabido resolver bien la situación con la familia, ha antepuesto los intereses de la compañía y actuó como una profesional y como madre, de manera callada”. Ella ha quedado desde aquel episodio como presidenta de honor tras delegar el mando a Lourdes como presidenta del consejo de Administración. El resto de los hijos participa en el equipo directivo salvo uno que cambió de empresa y buscó futuro en otro lado.
La galletera, que exporta a 125 países, mantiene su éxito y ha rebasado los 697 millones de euros de facturación en 2024 como referencia en empresa familiar centenaria en el sector de la alimentación. El grupo genera 2.200 puestos de trabajo directos, más los siempre difíciles de cuantificar indirectos, tras incorporar de una sentada 323 vacantes. La cifra global casi dobla la que había en 2018 pese a las crisis de los últimos años, desde la pandemia a la inflación.
Fuentes sindicales de Gullón detallan que la veterana empresaria sigue visitando la planta junto a su hija, la actual jefa. “Si no fuera por esa idea suya, quizás las cosas hubieran sido de otra manera, y siendo así se ha enriquecido la zona y se ha hecho crecer en económicamente”, indican, satisfechos con su afán por reinvertir beneficios en “enriquecer la zona”.
La alcaldesa de Aguilar de Campo, María José Ortega (PP), celebra la relación “fácil” con Telle, de quien ha sido casi vecina, y ensalza que “siempre ha primado el interés de la empresa conjugándolo con el municipio”. “A María Teresa la quiere todo el mundo en Aguilar, han valorado cómo ha sido capaz de salir adelante en los momentos difíciles y sacar adelante la empresa cuando falleció su marido”, indica la regidora, apuntando que “ha manejado las situaciones familiares con mano izquierda, dejándose asesorar”. Ortega valora la iniciativa de la palentina y que haya dado relevancia a Aguilar: “Esa labor de hormiguita ha hecho que tengamos una empresa de galletas referente. Es desarrollo para toda la comarca e incluso a más de 100 kilómetros”.