El empleo apenas crece en 4.408 afiliados en julio por la pérdida de trabajadores en la educación y el campo
El paro registrado también se anota una tímida caída, con 1.357 desempleados menos
Desde la reforma laboral de 2022, el mes de julio no es un mes tan bueno para el empleo como solía ser. Los límites al empleo temporal y cierto efecto de anticipación de las contrataciones veraniegas a junio son dos de las causas que lo explican. Pero hay otras, como las ya habituales caídas en la educación y el empleo agrario, que este año han lastrado el comportamiento de la ocupación en julio. En concreto, el mercado laboral apenas ganó 4.408 afiliados en el séptimo mes, elevando muy ligeramente el récord de cotizantes hasta los 21.865.503 trabajadores, según las cifras hechas públicas este lunes por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.
El tímido avance de la ocupación es mejor que el registrado en 2024 (cuando cayó en 9.783 afiliados), pero peor que en 2023 (año en el que el sistema ganó casi 22.000 cotizantes en julio). En cualquier caso, el ritmo de creación anual de empleo se mantiene en el entorno del 2,6%, en términos similares a lo que va de año.
El empleo en el régimen general de la Seguridad Social, en el que cotizan ocho de cada diez afiliados, no tuvo un mal comportamiento: ganó 56.264 trabajadores. Pero esta cantidad se vio mermada por la destrucción de 43.141 empleos en el sistema especial agrario y la caída de otros 3.119 en el sistema especial de trabajadoras del hogar. A esto se sumó un recorte de 7.286 cotizantes al sistema de autónomos. Es la mayor caída para este colectivo en el séptimo mes desde 2022.
El resultado final, incluyendo un aumento de 1.740 afiliados al régimen del mar, fueron 4.404 nuevos cotizantes más, lo que refleja cierto estancamiento del sistema, después de un junio boyante en el que el Gobierno se felicitó por la creación de casi 77.000 empleos. En términos corregidos de variaciones estacionales, que es la medición preferida por el Gobierno porque considera que refleja mejor la tendencia del mercado laboral, la ocupación en el sistema aumentó en 31.085 personas en julio.
La atonía con que evolucionó la ocupación se dejó sentir también en la evolución del paro registrado. Este solo descendió en 1.357 personas, frente a una caída de casi 11.000 desempleados en el mismo mes de 2024. La cifra total de parados quedó en 2.404.606 personas, según los datos facilitados este lunes por el ministerio de Trabajo.
Con esas cifras, el recorte del desempleo en el mes central del verano fue el menor desde 2022 (ese año se produjo un anómalo aumento de más de 3.000 parados). Y las cifras desestacionalizadas muestran una mayor parálisis que las de la afiliación, ya que el dato corregido de efectos de calendario anota una caída del paro registrado de menos de 200 personas.
Desplome en la educación
Volviendo a la creación de empleo y si se analiza con detalle el régimen general de asalariados de la Seguridad Social, que es el motor principal del mercado de trabajo, se observa que en el mes pasado volvió a registrarse un patrón que no ha conseguido evitar la reforma laboral: la afiliación en el sector de la educación, como suele ocurrir en los meses de julio, agosto e incluso septiembre, se desplomó. En esta ocasión con 123.699 cotizantes menos que en junio. El sindicato de funcionarios CSIF ha denunciado este lunes que “la inestabilidad y el abuso de la interinidad en la educación han provocado el cese masivo de docentes en junio y julio: 179.267 bajas”.
El flojo desempeño en el sector educativo, unido al de la agricultura y el colectivo de empleadas de hogar, ha provocado que, en términos netos, todo el empleo creado en julio haya sido ocupado por hombres, que aumentaron su nivel de afiliación en 62.376 trabajadores, frente a una caída de 57.877 mujeres afiliadas al sistema.
La sanidad, el sector más dinámico
Por el contrario, el sector más dinámico fue la sanidad y los servicios sociales: con 56.264 nuevos asalariados, estas actividades están a punto de superar los dos millones de cotizantes. El empleo público y las contrataciones extra para las zonas de más afluencia en verano explican el buen comportamiento.
Seguidamente, el sector del comercio incrementó los trabajadores asalariados en más de 48.190 personas. Y, a más distancia, se situaron las actividades administrativas y empresas de servicios (con 14.775 ocupados más) y el empleo público. En este último sector destacó, a diferencia de lo que suele ser habitual, la Administración pública estatal, que ha crecido más de un 5% en el último año, frente al 2,2% de la administración autonómica y el 0,44% de los ayuntamientos.
Solo después de todos estos sectores se sitúa la hostelería (11.199 más que en junio), algo que en un mes como julio se explica por el adelanto de las contrataciones de la temporada estival a meses anteriores.
Empleo ocupado por extranjeros
El comportamiento del empleo y el paro entre los trabajadores extranjeros fue dispar. La Seguridad Social registró 4.667 trabajadores menos de otras nacionalidades distintas a la española (con lo que el colectivo aún sigue por encima del récord de los tres millones alcanzado en mayo). Por el contrario, los extranjeros salieron de las listas del paro en julio con mucha más intensidad que los españoles. De hecho, el desempleo registrado de los extranjeros se redujo en 5.356 personas, mientras que el de los de nacionalidad española aumentó en 6.713. El resultado neto es la citada caída del paro registrado en 1.357 desempleados respecto a junio.
En cuanto a la calidad del empleo generado, el mes pasado mantuvo la tónica general para un mes de julio. Esto significa que el peso de los contratos fijos sobre el total volvió a bajar respecto a junio, situándose un punto por debajo en el 38% de las nuevas contrataciones.
En general, el número de contratos se incrementó un 6% en comparación con junio. Si bien la firma de temporales creció un 7,7%, el doble que los indefinidos, que aumentaron un 3,8% en el mes.
Satisfacción en el Gobierno
Los número dos de los Ministerios de Seguridad Social y Trabajo, Borja Suárez y Joaquín Pérez Rey, respectivamente, han mostrado su satisfacción por el hecho de que el mercado laboral siga fuerte y dinámico, y mantenga la creación de cerca de medio millón de nuevos empleos al año.
Suárez ha destacado especialmente que julio ha demostrado que se ha registrado “un claro cambio en el componente estacional del empleo” porque las contrataciones, además de ser indefinidas la mayoría, empiezan a aumentar “prácticamente desde febrero” y no solo estrictamente en la campaña de verano. Así, según las cifras aportadas por este secretario de Estado, en 2016 el empleo que se creaba entre febrero y abril suponía el 66% del total de puestos generados en los siete primeros meses del año, mientras que en la actualidad ese porcentaje se eleva al 93%, lo que refleja claramente la desestacionalización del nuevo empleo.
La secretaria ejecutiva de UGT responsable de Empleo y Seguridad Social, Cristina Estévez, considera que los datos conocidos este lunes suponen una “mejora del empleo moderada”. Si bien, también se felicitó porque si se tienen también en cuenta los resultados de crecimiento económico conocidos la semana pasada, “consolidan el nivel de fortaleza que atesora la economía española y su mercado de trabajo a pesar del adverso y cambiante contexto internacional”. Dicho esto, criticó que estas mejoras “no estén llegando a todos los ciudadanos”, por lo que reclamó más presupuesto para las políticas activas de empleo y de orientación laboral.