La inflación en la zona euro se modera una décima en febrero tras cuatro meses al alza
La caída al 2,4% facilita al BCE bajar tipos de interés el próximo jueves
Todo parece bajo control con los precios. Estaba previsto que la inflación acelerara algo a finales de 2024 y comienzos de 2025. Y es lo que ha pasado. Ahora, en febrero, se ha dado la vuelta en la zona euro, es la primera caída desde septiembre. Los precios se han moderado una décima, al 2,4%, según la primera estimación divulgada por Eurostat este lunes. Esta cifra, más la desaceleración también en una décima del IPC subyacente (2,6%) ...
Todo parece bajo control con los precios. Estaba previsto que la inflación acelerara algo a finales de 2024 y comienzos de 2025. Y es lo que ha pasado. Ahora, en febrero, se ha dado la vuelta en la zona euro, es la primera caída desde septiembre. Los precios se han moderado una décima, al 2,4%, según la primera estimación divulgada por Eurostat este lunes. Esta cifra, más la desaceleración también en una décima del IPC subyacente (2,6%) deja vía abierta al BCE para una nueva bajada de los tipos de interés oficiales en la reunión de su consejo de Gobierno este próximo jueves, sería la sexta desde que comenzaran a bajar en junio del año pasado.
La energía ha vuelto a tener protagonismo en la marcha de los precios. En febrero su aportación al índice general fue negativa, es decir, restó fuerza a la inflación. Una parte de esta caída puede deberse a lo que ha pasado en las últimas semanas en el mercado de gas. A comienzo de mes llegó a máximos en los últimos dos años, y nada más conocerse las intenciones de Donald Trump para la guerra de Ucrania y su acercamiento a Rusia, las cotizaciones de gas han caído significativamente.
También lo sucedido en Francia tiene mucho que ver con la energía. En la segunda economía de la zona euro, los precios de la electricidad regulada cayeron un 15% y eso ha traído una caída de nueve décimas en el IPC armonizado, que ha pasado del 1,8% en enero al 0,9%. Esto, unido al estancamiento de la inflación en las otras tres grandes economías de la UE (Alemania, Italia y España) ha compensado el incremento registrado en otros países como Bélgica, Países Bajos o Austria.
Contribuye también a lo sucedido con los precios, la debilidad de la economía europea. Las previsiones para este año siguen mostrando una economía casi estancada o, al menos, con un crecimiento anémico. De hecho, el Banco Central Europeo, en sus últimos pronósticos, incluso revisó a la baja sus cálculos para 2025 y para 2026. Y los anuncio del nuevo presidente de Estados Unidos que sitúan al mundo al borde de una guerra comercial amenazan con tornar ese ligero crecimiento en una contracción, puesto que todos los estudios realizados sobre cómo puede golpear a la Unión una batalla arancelaria con Washington muestran una rebaja de varia décimas para una economía tan abierta y volcada al sector exterior como la europea.
Mucho menos claro está qué puede pasar con los precios si se abre la guerra comercial. Así que vistos los números de febrero y la debilidad de la economía continental, son mayoría las voces de analistas que apuestan por un nuevo recorte en el precio oficial del dinero el próximo jueves. “Esperamos que el BCE recorte los tipos de interés oficiales en 25 puntos básicos”, apunta Rubén Segura-Cayuela, economista jefe para Europa de Bank of America, en un análisis de este mismo lunes.
También en ING esperan la rebaja de un cuarto de punto, aunque dejan ver alguna duda sobre lo que pasará después. “La preocupación de los halcones [los partidarios de una política monetaria restrictiva] del Consejo de Gobierno por bajar demasiado los tipos ha sido noticia en las últimas semanas. La débil inflación de hoy [por este lunes] contribuirá a la opinión de que la inflación es ahora bastante benigna, pero no aportará pruebas firmes sobre lo bajo que deben fijarse los tipos”, exponen los analistas del banco holandés.
Las grandes incertidumbres que rodean la coyuntura económica lleva a los analistas a estar más pendiente de las pistas que dé la presidenta del BCE, Christine Lagarde, sobre sus planes para las próximas reuniones que al resultado de esta semana. La amenaza creciente de una guerra comercial más la incógnita sobre la guerra de Ucrania llenan el horizonte de tormentas potenciales que no se sabe si van a descargar.