Los apicultores se manifiestan contra las importaciones masivas de miel falsa

El sector advierte de que una mayoría de los alimentos dependen de la polinización de los cultivos por la abeja, especie amenazada por el uso del uso de pesticidas, el cambio climático y las especies invasoras

Un apicultor sujeta un aparato que echa humo durante una concentración de las organizaciones profesionales agrarias.Carlos Luján (Europa Press)

Varios cientos de apicultores con las vestimentas y utensilios propios del trabajo en las colmenas se manifestaron, convocados por COAG, ante la sede de la Comisión Europea en Madrid en protesta por las importaciones masivas de miel, en muchos casos fraudulentas, que afectan a la rentabilidad y a la propia viabilidad de la actividad que se lleva a cabo en una buena parte de la España despoblada. El responsable del sector, Pedro Lascertales, denuncia la falta de compromiso ante este problema de todas las Administraciones y reclama unos mayores controles en beneficio de los apicultores y de los consumidores, que estarían pagando por miel lo que solo es un producto falsificado elaborado con otros sucedáneos y fundamentalmente agua y azúcar. UPA ha denunciado la situación y anuncia otras movilizaciones en defensa del sector. Con el mismo fin se han convocado movilizaciones de apicultores en Francia y Portugal.

En términos económicos, el papel de las abejas es clave en el campo. El 90% de los alimentos proceden de un centenar de cultivos de los que 75 dependen de su polinización. En la UE, de 264 especies vegetales de 400 variedades, el 84% necesitan la polinización, donde las abejas son las principales protagonistas, además de otros insectos.

Datos elaborados por el Centro Común de Investigación de la Unión Europea y por la Dirección General de Salud y Seguridad Alimentaria, basados en un plan de control llevado a cabo en los últimos años en las fronteras, señalan que un 46% de las muestras de importaciones analizadas eran fraudulentas y que en ello estaban implicadas un 66% de las empresas. Para España, el mismo informe apuntaba que un 51% de las muestras de importaciones eran fraudulentas y que en los fraudes estaban implicadas el 85% de las empresas.

Además de unos mayores controles para evitar el fraude en las importaciones, desde el sector se reclama el cumplimiento de las exigencias sobre el etiquetado, de forma que se indique, como es obligatorio, el país o los países de origen de la miel, el porcentaje de cada uno, el tipo de miel e, igualmente, su porcentaje.

Aunque los volúmenes son muy variables en función de la climatología de cada campaña y de la existencia o no de enfermedades de la cabaña, España cuenta con una producción media de entre 27.000 y 30.000 toneladas de miel sobre la base de unos 2,8 millones de colmenas con 37.000 explotaciones, en su mayor parte trashumantes, donde en los últimos años se ha registrado un ajuste de casi el 10%. La demanda de miel se sitúa en unas 30.000 toneladas, tanto para consumo en hogares como para usos industriales. Debido a su gran calidad, la miel española tiene una gran demanda en otros países comunitarios, así como en países árabes o en Estados Unidos, con ventas de unas 28.000 toneladas frente a unas importaciones muy variables, entre las 30.000 y las 37.000 toneladas, en su mayor parte procedentes de Argentina, Portugal, Ucrania y China.

Upa denuncia el incremento en un 30% de las importaciones de China, del 84% desde Ucrania y del 24% desde Portugal. En España, el precio medio se sitúa en unos cuatro euros kilo, justos para hacer frente a los costes, frente a unas mieles de importación en el entorno de los dos euros kilo, lo que afecta a la comercialización de las mieles nacionales a pesar de su mayor calidad. De ahí la vieja exigencia de que se produzcan los etiquetados. Hoy es obligatorio que se advierta sobre el origen del producto para no engañar al consumidor.

El sector, además de los problemas por las importaciones y el fraude, sufre el uso generalizado de insecticidas y pesticidas con sus efectos sobre la mortalidad de los animales, enfermedades como la varroa y diferentes hongos, la contaminación ambiental por los campos magnéticos que desorientan a las abejas, el cambio climático con más sequías y la existencia de especies invasoras.

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