¿Qué funcionarios saldrían más perjudicados si cae Muface?
Los mutualistas con pareja e hijos a cargo tendrían que pagar más de 1.000 euros extra al año si quieren un seguro privado
Las mutualidades de funcionarios viven tiempos de zozobra. El concurso para dar atención médica a los 1,49 millones de beneficiarios de Muface (profesores, policías, inspectores de Trabajo...) quedó desierto la semana pasada. Era la primera vez que ocurría en sus 50 años de existencia. Mientras el Gobierno prepara una nueva licitación exprés para tratar de seducir a las aseguradoras con una mejora económica, los empleados públicos ya empiezan a echar cuentas. ¿Qué pasa si al final no hay un nuevo convenio? ¿Cuánto más tendrían que pagar de su bolsillo por tener un seguro privado?
Con el actual modelo de Muface, los servidores públicos adscritos (que en un 66% son profesores de primaria, secundaria y universidad) tienen que pagar una cuota anual a la mutualidad en función de su categoría. El importe que se les retiene en la nómina va de los 294 euros para los que están en el grupo E, a los 732 euros del grupo A1, el máximo escalafón en la función pública. Por término medio, su contribución es de 478 euros al año.
A cambio de las aportaciones a la mutualidad, Muface se compromete a dar una prestación médica a los mutualistas (que pueden estar en activo o jubilados) y a sus familiares. Cada año, el funcionario decide si quiere ser atendido en la sanidad pública o a través de una de las aseguradoras que se presentan al concierto. Este año, un 28% escogió sanidad pública. El resto optó por ser atendido por los médicos de Adeslas, Asisa o DKV, las tres aseguradoras presentes en el actual convenio 2021-2024.
El dinero que los funcionarios aportan a Muface no es suficiente para cubrir el coste del servicio de las aseguradoras. De hecho, solo cubre el 18% de su presupuesto. El resto lo completa el Estado. Con la última propuesta para el concierto 2024-2025, el Ministerio de Función Pública ponía sobre la mesa 2.681 millones de euros (un 18% más que el convenio vigente). Pero ni aun así ha bastado para convencer a las compañías de seguros. El modelo lleva años infrafinanciado, lo que ha provocado una fuga de aseguradoras, hasta llegar a la situación de bloqueo actual.
Mientras esperan a la nueva licitación, cada vez son más los funcionarios que han empezado a valorar la posibilidad de contratar un seguro médico privado por su cuenta. “Mi padre lleva toda la vida yendo a la misma clínica privada, donde tiene a sus especialistas, y ahora, con 83 años, ni se plantea cambiar a la sanidad pública”, apunta José María, un profesional del sector financiero que vive en Zaragoza.
¿Cuánto cuesta un seguro privado?
El importe que tendrían que pagar los funcionarios que quisieran un seguro médico privado, al margen de Muface, varía mucho en función de la situación personal de cada uno. Quienes tendrían que asumir unas primas mayores aquellos empleados públicos que tengan familia. El convenio de Muface no solo les cubre a ellos, sino que, pagando la misma cuota, tienen incluidos a su cónyuge y a sus hijos. Incluso sus hermanos, sus padres o sus suegros, si viven con él y a sus expensas.
Así, un funcionario que esté en la categoría intermedia B, paga actualmente una cuota 500 euros al año para contribuir a la mutualidad y tener acceso a una de las aseguradoras concertadas. Si esta persona tuviera 38 años, pareja y un hijo de 15 años, y quisiera contratar un seguro de salud privado, tendría que pagar un extra por cada uno de sus familiares. Esto supondría una factura de 1.455 euros al año, de acuerdo con los cálculos realizados por la correduría de seguros Roams.
En caso de que tuviera mayor edad, 54 años, los dos miembros de la pareja, y un hijo de 15 años, la prima que tendría que abonar a la aseguradora privada podría llegar a 1.837 euros al año. “Las pólizas familiares de salud son las que más diferencia notarían en cuanto a precio, ya que los usuarios que están hoy con Muface pagarían entre 977 y 1.359 euros más de media al año contratando el seguro por su cuenta”, según los datos extraídos por Roams Insurtech.
Mientras tanto, los empleados públicos solteros y sin hijos serían los que menos esfuerzo tendrían que hacer para contratar un seguro de salud privado. Con 38 años, tendría que gastarse 574 euros al año.
Pablo Pareles, director de Roams Insurtech explica que “si hay algo que condiciona el precio de la póliza es el tipo de seguro”. En el caso de los de salud, los más habituales son el básico (de asistencia sanitaria) y el completo (con hospitalización y cirugías), que puede ir con copago o sin copago, es decir, el precio que el usuario paga a mayores por determinados servicios.
Un seguro básico para una persona cuesta hoy en día 575 euros de media al año, mientras que uno completo con copago ronda los 1.230 euros. En cambio, las pólizas completas sin copago ya se elevan por encima de los 1.850 euros, según los datos extraídos para los diferentes perfiles de asegurado. En cualquier caso, estas cifras están muy alejadas de los 478 euros de media que pagan al año los mutualistas de Muface a día de hoy.
Dentro de los modelos que ha calculado la firma, el caso más caro es el de un funcionario de 54 años, con un pareja de la misma edad y un hijo de 15 años. En esa situación, si quisieran tener un seguro completo que no tuviera copagos, tendrían que pagar entre 2.688 y 3.288 euros al año. Desde el Ministerio de Función Pública llaman a la calma y se muestran convencidos de que el modelo actual de Muface podrá mantenerse.