El estancamiento de la economía alemana se agudiza al retroceder su PIB el 0,1% en el segundo trimestre
La falta de pedidos lastra al sector industrial mientras el consumo privado no remonta pese a la mejora de los salarios
Alemania se está quedando rezagada respecto a sus socios europeos y no hay señales de que la situación vaya a mejorar. La economía de la potencia industrial se contrajo en el segundo trimestre, para sorpresa de la mayoría de economistas y de los institutos económicos, que contaban con un estancamiento o con un ligero crecimiento. El producto interior bruto (PIB) cayó un 0,1% entre abril y junio en comparación con el trimestre anterior, según anunció este martes la Oficina Federal de Est...
Alemania se está quedando rezagada respecto a sus socios europeos y no hay señales de que la situación vaya a mejorar. La economía de la potencia industrial se contrajo en el segundo trimestre, para sorpresa de la mayoría de economistas y de los institutos económicos, que contaban con un estancamiento o con un ligero crecimiento. El producto interior bruto (PIB) cayó un 0,1% entre abril y junio en comparación con el trimestre anterior, según anunció este martes la Oficina Federal de Estadística.
La primera economía de la zona euro está estancada en un crecimiento débil. Alemania ya estaba ligeramente por debajo de la media de la UE a principios de año y el nuevo dato la ha dejado aún más rezagada. Los motores de la economía europea no están en Berlín, sino en España, con un crecimiento del 0,8%, e Irlanda, con el 1,2%. A pesar de la debilidad germana, el conjunto de la eurozona registró un crecimiento sorprendentemente fuerte en el segundo trimestre, de un 0,3% en comparación con el primero, según anunció este martes Eurostat, la oficina estadística de la UE.
A la economía alemana le está costando despegar y su debilidad se cronifica. Se mantiene desde la primavera de 2022 oscilando ligeramente por encima y por debajo del cero y no se espera una gran mejoría en el tercer trimestre de este año, asegura Klaus Wohlrabe, director de encuestas del instituto económico Ifo. “La economía alemana está atrapada en la crisis”, apunta. El PIB venía de crecer solo un 0,2% en el primer trimestre, mientras que en el cuarto trimestre de 2024 se había contraído un 0,4%.
Los resultados del mes de julio del influyente Índice de Clima Empresarial, que elabora Ifo, atestiguan que las perspectivas de las empresas son pesimistas. La valoración de la situación actual ha caído a su nivel más bajo desde septiembre de 2020, según el barómetro económico más importante de Alemania. “La recuperación económica se está tomando un descanso estival”, comentó Robin Winkler, economista jefe para Alemania de Deutsche Bank Research tras conocerse el estudio.
Una mezcla de factores externos e internos explica las razones del bajo crecimiento y apunta a que apenas hay mejoras a la vista. El cambio de tendencia aún tardará en producirse, sobre todo en la industria, comenta Wohlrabe en una nota de prensa difundida por Ifo. Las industrias intensivas en energía han podido ampliar algo su producción desde principios de año, pero en el resto del sector manufacturero la producción económica está estancada, añade.
Frenazo del consumo
La demanda es muy débil. Tras los cuellos de botella en el suministro provocados por la pandemia, gran parte de la industria parecía resistir porque había acumulado un colchón de pedidos que ahora se ha acabado. La entrada de pedidos lleva cinco meses cayendo. A lastrar el sector industrial alemán contribuyen también la debilidad de la economía mundial y los precios de la energía, que siguen siendo elevados en comparación con los estándares internacionales. La recuperación del consumo privado también es lenta. Los hogares alemanes ahorran en lugar de consumir pese a que los salarios están subiendo mucho más deprisa que los precios. Hace unos meses la mayoría de economistas coincidía en que la economía alemana volvería a crecer notablemente a partir del verano y en que sería el consumo privado el que impulsara el repunte, pero no está ocurriendo.
El Bundesbank espera “un poco más de impulso” en el tercer trimestre, pero las encuestas que elabora Ifo muestran que el clima empresarial para los proveedores de servicios relacionados con el consumo y el sector minorista ha seguido deteriorándose en julio. Las expectativas son poco halagüeñas pese a que “es probable” que la Eurocopa 2024 de junio haya supuesto un aumento temporal de las ventas, sobre todo en el sector de la hostelería y a que las ventas de coches del mes de junio fueron positivas, destaca el instituto.
El Gobierno alemán presentó hace unos días una estrategia, bautizada como “iniciativa de crecimiento”, con la que pretende animar un cambio de tendencia. El canciller Olaf Scholz y sus socios verdes y liberales han acordado 49 medidas con las que quieren aumentar el crecimiento en medio punto porcentual el año que viene. El plan se centra, entre otras cosas, en que la economía disponga de más mano de obra cualificada y en reducir la burocracia.
Los economistas han acogido con escepticismo la iniciativa. “Es improbable que las medidas aumenten el crecimiento potencial en 0,5 puntos porcentuales, que es una cifra muy alta”, comentó al diario económico Handelsblatt Stefan Kooths, Jefe de Investigación Económica del Instituto de Economía Mundial de Kiel (IfW).
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