Los trabajadores de Acerinox en Los Barrios (Cádiz) ponen fin a 135 días de huelga tras aceptar el nuevo convenio

El 60% de los empleados vota a favor de la última propuesta impulsada con la mediación de la Junta

Trabajadores de Acerinox acampados en la puerta de Acerinox a mediados del pasado mes de mayo.PACO PUENTES

La huelga de 135 días de la fábrica de Acerinox en Los Barrios (Cádiz) ha terminado. Los trabajadores han votado la madrugada de este viernes a favor de acabar con el que ha sido el paro más largo en los 54 años de historia de la planta, tras dar su visto bueno a una propuesta de convenio colectivo que no cuenta con el apoyo del sindicato ATA que preside el comité de empresa. El acuerdo, aunque aún no se ha rubricado, ha devuelto la actividad a la fábrica, que este viernes a partir de las 14.00 ha retomado los turnos...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La huelga de 135 días de la fábrica de Acerinox en Los Barrios (Cádiz) ha terminado. Los trabajadores han votado la madrugada de este viernes a favor de acabar con el que ha sido el paro más largo en los 54 años de historia de la planta, tras dar su visto bueno a una propuesta de convenio colectivo que no cuenta con el apoyo del sindicato ATA que preside el comité de empresa. El acuerdo, aunque aún no se ha rubricado, ha devuelto la actividad a la fábrica, que este viernes a partir de las 14.00 ha retomado los turnos de trabajo.

El sí al convenio colectivo llegó pasadas las 2.30 de la madrugada, tras una tensa jornada de votaciones a la que estaban llamados los casi 1900 empleados de la factoría. Hasta un 60% de los 1.639 votos emitidos —984 paletas— respaldaron acabar con el paro, frente a los 635 trabajadores que votaron en contra, 16 en blanco y cuatro nulos. La plantilla, que tuvo que crear una caja de resistencia con la que canalizar productos básicos para los más afectados, llegaba exhausta a la consulta. También la empresa que, en el primer trimestre del año registró pérdidas por importe de 31 millones.

El preacuerdo apoyado mayoritariamente por los trabajadores para el IV convenio colectivo surgió de una reunión de 16 horas el pasado 10 de junio en Sevilla, en la sede de la Consejería de Empleo, entre representantes de la compañía y de las secciones sindicales del comité de empresa. El texto se basaba en el documento presentado por el Consejo Andaluz de Relaciones Laborales (CARL) que ha mediado en un conflicto que ha estado meses enquistado. El borrador contaba con el apoyo de los sindicatos UGT, USO, CCOO y Coordinadora de Trabajadores del Acero, pero con la oposición de ATA, que preside el comité y que era favorable a continuar con la negociación.

“Ha sido una votación de hambre. Hemos intentado luchar contra eso, pero, al final, aunque los trabajadores no estén de acuerdo, las facturas hay que pagarlas. Tras cuatro meses de huelga, este acuerdo me genera una gran sensación de desamparo, tanto por la Junta de Andalucía como por el Gobierno de España”, ha criticado Alberto Padilla, miembro independiente del comité y alineado con ATA en esa misma postura. La división entre sindicatos fue más que evidente en los tensos días previos a la votación y ya en la madrugada tras la consulta, momento en el que se paralizó el conteo a petición de ATA con el objeto asegurar las garantías legales del conteo.

Parte de los 1.800 trabajadores de la planta Acerinox en Los Barrios, este jueves, cuando acudían a votar el fin de la huelga. Román Ríos (EFE)

Esta es la segunda vez que los trabajadores votan sobre una huelga que comenzó el pasado 5 de febrero, debido a la falta de acuerdo en la negociación del IV convenio colectivo de la planta, aunque la mediación del CARL comenzó ya a principios del año pasado. Había trabajadores que veían venir desde hacía meses la huelga hasta el extremo de haberse preparado económicamente para ello, tal y como explicaron el pasado mes de mayo a EL PAÍS. Lo que difícilmente podían imaginarse es que el paro se iba a convertir en el más extenso de la historia de la factoría, la primera fábrica integral de acero inoxidable del mundo, abierta en 1970.

Los trabajadores han pasado todo este tiempo exigiendo una batería de mejoras en materia salarial, social y de inversiones en maquinaria que contemplaban ligar las subidas salariales al IPC, actualizar las primas de producción —esenciales en las nóminas de muchos empleados— y mejorar unos periodos de vacaciones que les complicaban la conciliación, al consumir buena parte de este en sus días de descanso entre turnos. La falta de acuerdo hizo que la empresa respondiese a la propuesta con una amenaza de ERE, conllevada por un reajuste de los cinco turnos de trabajo a los tres.

Al final, el preacuerdo aprobado desecha la amenaza de ERE, pero sí implicará un nuevo ERTE —la empresa ha aplicado varios en los últimos años— que se alargará durante cuatro años, ligado a la falta de beneficios de la fábrica. Además, la compañía se ha comprometido a una subida salarial ligada al IPC para 2023 y los próximos años ligado a beneficios. Además, ha establecido 15 días de vacaciones en verano para toda la plantilla. “No entiendo eso cuando la empresa precisamente contempla un ERTE que está ligado a falta beneficios”, se queja Padilla.

Tanto el sindicalista como el resto de miembros del comité de ATA —que lo preside— han adelantado que tienen intención de realizar una impugnación judicial del documento con la idea de que “sea un juez el que determine si es legal”, como apunta Padilla. “Ha sido una total decepción. No es un acuerdo bueno”, se ha quejado el independiente. Sin embargo, la consejera de Empleo de la Junta de Andalucía, Rocío Blanco, ha mostrado su satisfacción por un acuerdo que evitará que “la merma de empleo se produzca”. “Es una enorme suerte que se pueda reactivar el trabajo de la factoría”, ha añadido la consejera. EL PAÍS se ha puesto en contacto con Acerinox para conocer su respuesta ante el acuerdo, pero no ha recibido respuesta.

La mañana de este viernes, operarios y maquinarias se afanaban por acabar con el escenario de guerra en el que se convirtió la entrada a la factoría durante estos meses. Enormes neumáticos, hierros retorcidos y quitamiedos hacían imposible, a modo de barricadas, la entrada de vehículos y mercancías. Mientras, en el parking, los trabajadores en huelga hacían turnos de guardia en los que pasaban las horas. Todo eso ha tocado a su fin con la vuelta a una normalidad que llegará poco a poco. Por ahora, la huelga más larga de Acerinox Los Barrios ya ha concluido.

Sigue toda la información de Cinco Días en Facebook, X y Linkedin, o en nuestra newsletter Agenda de Cinco Días

Sobre la firma

Archivado En