La buena marcha de los beneficios empresariales, el IRPF y el IVA elevan la recaudación un 7,4%

El déficit público repunta ligeramente en el primer trimestre hasta el 0,3% del PIB

Oficina de la Agencia Tributaria en Madrid.Carlos Luján / Europa Press (Europa Press)

Los ingresos por impuestos siguen viento en popa. Entre enero y abril alcanzaron los 97.339 millones de euros, un 7,4% más con respecto al año pasado y casi un tercio de todo lo recaudado en 2023. Varios factores están detrás de este incremento: la buena marcha de los beneficios empresariales, que han impulsado un 10,1% la recaudación por el impuesto de sociedades, el vigor de las retenciones del trabajo y la recuperación del IVA. ...

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Los ingresos por impuestos siguen viento en popa. Entre enero y abril alcanzaron los 97.339 millones de euros, un 7,4% más con respecto al año pasado y casi un tercio de todo lo recaudado en 2023. Varios factores están detrás de este incremento: la buena marcha de los beneficios empresariales, que han impulsado un 10,1% la recaudación por el impuesto de sociedades, el vigor de las retenciones del trabajo y la recuperación del IVA. “Hasta abril, el patrón de crecimiento de los ingresos es muy parecido al que caracterizó el año 2023, con especial protagonismo de los impuestos directos, aunque ahora con una mayor aportación de los impuestos indirectos”, señala la Agencia Tributaria en su informe mensual de recaudación, publicado este viernes. Los primeros avanzaron un 9,6%, y los segundos un 5%.

La recaudación por impuestos indirectos se había quedado rezagada en la segunda mitad del año pasado, sobre todo a causa de la reducción de los precios de la energía y la rebaja fiscal a los alimentos básicos. Hasta abril, el IVA se ha recuperado con unos ingresos superiores en un 5,7% a los del año pasado, hasta los 37.512 millones en total. Los ingresos homogéneos por tributos especiales crecieron menos, un 1,9% hasta abril, pero toda la mejora se debió a modificaciones normativas, como la subida del tipo en el impuesto sobre la electricidad, que había sido rebajado con la crisis energética.

El IRPF, el impuesto más potente del sistema, recaudó entre enero y abril casi la mitad de los ingresos totales del periodo, 45.146 millones, una subida del 9,4% con respecto a 2023, gracias al “intenso crecimiento de las retenciones sobre rendimientos del trabajo y sobre las rentas de capital mobiliario”, y “los buenos resultados en las declaraciones de las pymes”. Y eso que hubo cambios normativos que afectaron los ingresos por esta figura a la baja: el incremento de la reducción por rendimientos del trabajo restó 713 millones, y las devoluciones a mutualistas otros 123 millones.

Si solo se considera el mes de abril, los ingresos totales del fisco también se disparan por encima del 7%, hasta los 36.953 millones. Abril es uno de los meses con la mayor recaudación del año, porque incluye las declaraciones trimestrales de las pymes y el primer pago a cuenta del impuesto de sociedades. El resultado de este último fue un 7,9% superior al del año pasado. “Los ingresos derivados de las figuras de la imposición directa crecen hasta abril un 9,6%, gracias al dinamismo de las retenciones del trabajo y del capital y el buen comportamiento de los pagos fraccionados, tanto en las empresas personales (en el primer trimestre crecen por encima del 9%) como en el Impuesto sobre Sociedades (aumentan casi un 8%), indicador de la buena marcha de los beneficios en el comienzo de año”, resume el organismo.

Las autonomías amplían sus números rojos

El déficit público —excluidas las corporaciones locales— se situó en el 0,29% del PIB en el primer trimestre del año, un ligero desgaste con respecto al resultado del año anterior (0,23%) debido al peor comportamiento de las cuentas autonómicas. De hecho, tanto la Administración central como la Seguridad Social registraron superávit en los tres primeros meses de 2024; las comunidades, en cambio, contabilizaron un déficit de 5.934 millones a finales de marzo, lo que equivale al 0,38% del PIB y supera en 2.957 millones al resultado del pasado ejercicio.

Este peor desempeño regional se explica, sobre todo, por el mayor gasto en la nómina de los funcionarios, que creció en casi 1.500 millones por la subida salarial pactada del 0,5% —vinculada al crecimiento del PIB de 2023— e imputada en el mes de marzo, que concentró casi la mitad del aumento de los desembolsos. Otra partida que creció de forma significativa son los intereses (29,4%). En conjunto, el gasto de las autonomías avanzó un 6%, frente a un crecimiento de los ingresos mucho más débil, del 0,5%.

Este viernes también se ha publicado el saldo presupuestario del Estado hasta abril, que cerró en equilibrio. Los recursos crecieron un 2,8% respecto al mismo periodo de 2023, frente a un avance de los gastos de un 0,2%

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