Las empresas ‘gacela’ se reproducen en España tras el bache de la pandemia
El país suma más de 5.000 compañías de rápido crecimiento en los últimos registros de Cotec. Estas firmas supergeneradoras de empleo ayudan a dinamizar el tejido productivo tanto de grandes ciudades como de los pequeños pueblos donde se asientan
En la fauna empresarial hay animales mitológicos como los unicornios y otros más terrenales como las gacelas. Los primeros abundan poco y designan a las compañías emergentes que alcanzan los 1.000 millones de valoración. Las gacelas, menos conocidas, son aquellas que avanzan muy rápido. Y son objeto de estudio de la fundación Cotec desde hace años por la importante aportación que hacen al empleo y la economía. Además, gozan de buena salud según el último observatorio ...
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En la fauna empresarial hay animales mitológicos como los unicornios y otros más terrenales como las gacelas. Los primeros abundan poco y designan a las compañías emergentes que alcanzan los 1.000 millones de valoración. Las gacelas, menos conocidas, son aquellas que avanzan muy rápido. Y son objeto de estudio de la fundación Cotec desde hace años por la importante aportación que hacen al empleo y la economía. Además, gozan de buena salud según el último observatorio de esta organización sin ánimo de lucro, que reúne a compañías privadas y administraciones públicas para impulsar la innovación. Los datos adelantados a EL PAÍS, antes de ser presentados este jueves, indican que España contaba a finales de 2022 con 5.210 de estas firmas supergeneradoras de empleo, unas 600 más que un año antes. Así, el número de compañías repuntó tras tres años de caídas, amplificadas por el descalabro de la pandemia. Además, se calcula que estas empresas crearon unos 385.000 empleos en tres años, mientras que sus comparables por tamaño destruyeron en el mismo periodo casi 49.000 puestos.
Las gacelas, definidas como firmas de al menos 10 empleados que incrementan su plantilla en un 20% anual durante al menos tres ejercicios consecutivos, son por tanto una apreciada especie. Y seguramente el motivo de que muchos chavales de Boecillo (Valladolid, 4.300 habitantes) quieran ser ingenieros. La implantación hace unas décadas de un parque tecnológico ha permitido la expansión laboral en este municipio próximo a la mayor ciudad de Castilla y León, beneficiado de la actividad económica cualificada que desarrollan allí empresas punteras y en desarrollo. Y eso le permite sumar dos gacelas en sectores intensivos en conocimiento, un registro que pocos superan en el observatorio de Cotec. El alcalde de la localidad, Raúl Gómez (PP), tiene clara la causa: “El parque tecnológico es la joya de la corona”, dice con orgullo.
En total, 1.156 municipios españoles, un 13,7% del total, contaban con alguna de estas empresas en 2022 (el año que se toma como referencia, puesto que el estudio se basa en las cuentas depositadas en el registro mercantil). Todos los que superan los 50.000 habitantes tienen al menos una, y las primeras posiciones de la clasificación se corresponden con las urbes más pobladas, con Madrid (768 gacelas), Barcelona (348) y Valencia (117) en los puestos de podio. Sin embargo, solo el 5% de los municipios de menos de 5.000 habitantes contaban con una de estas firmas de rápida expansión.
Ese es el caso de Boecillo, cuyo regidor celebra el impacto directo e indirecto que se genera en la localidad. Su población se ha cuadruplicado en 30 años, favorecida también por los 15 kilómetros que la separan de Valladolid. Y Gómez relata que entre los nuevos vecinos se encuentra el fundador de una de las dos gacelas del pueblo. “Tengo constancia de que más trabajadores se han quedado aquí”, agradece el regidor, quien relata el elevado interés por formarse en informática o telecomunicaciones que los jóvenes del pueblo han mostrado en unas recientes jornadas de orientación laboral.
Según Cotec, el 57% del empleo de la pequeña localidad vallisoletana se corresponde con las tecnologías, un perfil de ocupación “alto” respecto a la media, con la programación y consultoría como principales ramas dentro del conjunto, seguidas por la investigación y el desarrollo. Y Boecillo tiene intención de que vaya a más: “Estamos reurbanizando y ampliando el parque para hacerlo más atractivo para las empresas”, relata el alcalde. Añade que este no tiene un gran rendimiento fiscal directo porque las compañías cuentan con bonificaciones al impuesto de actividades económicas, pero su alcance sí se nota en tasas de basura, impuestos de bienes inmuebles (IBI) o vados, además del evidente impacto laboral y económico. “Nos da muchísimo valor”, zanja.
El doble de facturación
Ese impacto es extrapolable al conjunto de la economía española. Mientras que el número medio de empleados de las firmas con plantillas superiores a las 10 personas se estancó en 62 trabajadores entre 2019 y 2022, las gacelas más que duplicaron sus efectivos laborales en ese trienio. Lo acabaron con un promedio de 124 empleados, frente a los 50 de los que partían. La facturación de este conjunto de empresas pasó de 58.000 millones de euros a 125.000 millones en el mismo periodo.
En una economía, como todas las avanzadas, fuertemente terciarizada, no sorprende que el sector servicios sea el principal marco en que se desenvuelven las empresas de rápido crecimiento observadas por Cotec. Pero el último observatorio de la fundación destaca que aquellas cuya rama de actividad se asocia con un uso intensivo del conocimiento o la tecnología han ganado peso sobre el total. En 2022 representaban un tercio del total, el máximo desde 2012, cuando arranca la serie estadística. De hecho, 9 de las 10 actividades donde más peso tienen las gacelas se relacionan con estos perfiles de empresas con empleos altamente cualificados. La rama de actividades de seguridad e investigación, en la que un 16,5% de sus firmas han generado empleo de manera explosiva desde 2019, encabeza la clasificación.
“De manera creciente, vemos que ganan terreno las gacelas de actividades intensivas en conocimiento o tecnología”, resume Aleix Pons, director de Economía de Cotec. El experto defiende la importancia de vigilar a estas compañías porque “aunque se trata de un pequeño subconjunto del tejido empresarial” tienen “una decisiva contribución al empleo y además dan pistas sobre la transformación que se está produciendo en el modelo productivo”. Y pone como ejemplo que todas y cada una de ellas elevaron al menos un 80% su plantilla entre finales de 2019 y finales de 2022, un periodo en que la ocupación general en España creció un 2,5%. Esto está permitiendo a España “converger con Europa”, según el experto, quien cree que el cambio se relaciona “seguramente con los fondos europeos, y con un mundo pospandemia que es mucho más digital”.
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