Biden concede a Intel 8.500 millones de dólares en ayudas directas para plantas de microprocesadores

Ser el inquilino de la Casa Blanca concede por lo general en tiempos electorales una gran ventaja. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, está embarcado en una gira en la que los actos oficiales tienen algo de aire de campaña. Entre ellos, este miércoles ha aprovechado una visita a Arizona para uno de sus anuncios estrella: incentivos por importe de 20.000 millones de dólares (algo más de 18.000 millones de euros) para la construcción por parte de Intel de cuatro plantas de microprocesadores en diferentes Estados. El paquete incluye 8.500 millones de dólares en ayudas directas y unos 11.0...

Ser el inquilino de la Casa Blanca concede por lo general en tiempos electorales una gran ventaja. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, está embarcado en una gira en la que los actos oficiales tienen algo de aire de campaña. Entre ellos, este miércoles ha aprovechado una visita a Arizona para uno de sus anuncios estrella: incentivos por importe de 20.000 millones de dólares (algo más de 18.000 millones de euros) para la construcción por parte de Intel de cuatro plantas de microprocesadores en diferentes Estados. El paquete incluye 8.500 millones de dólares en ayudas directas y unos 11.000 millones en préstamos ventajosos.

Biden ha emprendido una política económica con altas dosis de proteccionismo y nacionalismo económico en el que las subvenciones y desgravaciones son uno de los principales exponentes. A través de la ley CHIPS impulsa las inversiones en microprocesadores; mediante la ley de Infraestructuras financia obras públicas, principalmente en carreteras y ferrocarril, y a través de la ley de Reducción de la Inflación impulsa las inversiones en renovables.

La financiación de la Ley CHIPS pretende aumentar la capacidad de fabricación, investigación y desarrollo de semiconductores en Estados Unidos, especialmente en microprocesadores de vanguardia. Se aprobó con apoyo tanto del Partido Demócrata como del Republicano en parte como respuesta a la escasez de chips que se produjo por la pandemia. Acercar la cadena de suministro se convirtió en un objetivo estratégico de política industrial. Esa ley es la que ampara las ayudas anunciadas este miércoles por la Casa Blanca, en un acto en que Biden se ha desplazado a las plantas que Intel construye en Chandler, Arizona, uno de los seis Estados considerados decisivos para las elecciones presidenciales del 5 de noviembre.

Intel es la única empresa estadounidense que diseña y fabrica chips lógicos de vanguardia. La financiación propuesta contribuiría a impulsar los proyectos de fabricación de semiconductores y de investigación y desarrollo de Intel en sus centros de Arizona, Nuevo México, Ohio y Oregón, donde la empresa desarrolla y produce muchos de los chips y tecnologías de empaquetado de semiconductores más avanzados del mundo.

El Departamento de Comercio ha propuesto una financiación directa de hasta 8.500 millones de dólares. Intel también espera beneficiarse de un crédito fiscal a la inversión (ITC) del Departamento del Tesoro de hasta el 25% sobre más de 100.000 millones de dólares en inversiones cualificadas y la posibilidad de optar a préstamos federales de hasta 11.000 millones de dólares.

Esos incentivos apoyan los planes previamente anunciados por Intel de invertir más de 100.000 millones de dólares en Estados Unidos a lo largo de cinco años para ampliar la capacidad de fabricación de chips en el país y las capacidades críticas para la seguridad económica y nacional y la aceleración de tecnologías emergentes, como la inteligencia artificial.

Se espera que las inversiones de Intel creen más de 10.000 puestos de trabajo en la empresa y cerca de 20.000 puestos de trabajo en la construcción, y que apoyen más de 50.000 puestos de trabajo indirectos con proveedores e industrias de apoyo, según la empresa.

Biden ha inspeccionado obleas de silicio y chips durante la visita, observando con asombro lo “finos” que eran y diciendo a los empleados de Intel: “Estáis trayendo el futuro de vuelta a Estados Unidos”, informa AP. La secretaria de Comercio, Gina Raimondo, dijo que el acuerdo alcanzado a través de su Departamento pondría a Estados Unidos en condiciones de producir el 20% de los chips más avanzados del mundo para 2030, gracias a la inversión de Intel en instalaciones en los cuatro Estados citados.

“Hoy es un momento decisivo para Estados Unidos e Intel, ya que trabajamos para impulsar el próximo gran capítulo de la innovación estadounidense en semiconductores”, ha declarado Pat Gelsinger, consejero delegado de Intel. “La IA está impulsando la revolución digital y todo lo digital necesita semiconductores. El apoyo de la Ley CHIPS ayudará a garantizar que Intel y Estados Unidos se mantengan a la vanguardia de la era de la IA mientras construimos una cadena de suministro de semiconductores resistente y sostenible para impulsar el futuro de nuestra nación”.

Plantas en cuatro Estados

Las inversiones de Intel se concentran en cuatro localizaciones diferentes en Arizona, Nuevo México, Ohio y Oregón:

Chandler, Arizona: Suponen la construcción de dos nuevas fábricas de vanguardia y la modernización de una ya existente, lo que permitirá aumentar significativamente la capacidad de producción nacional de Intel 18A, el diseño de chip más avanzado de la empresa, que permite obtener chips de mayor rendimiento. La empresa fabricará el primer producto Intel 18A, denominado Clearwater Forest, en sus instalaciones de Arizona. En 2022, Intel se asoció con Maricopa County Community Colleges para poner en marcha un programa pionero con empleados-instructores de Intel para ofrecer a los estudiantes un punto de entrada en las carreras de técnico de semiconductores. Esta inversión creará 3.000 puestos de trabajo en el sector manufacturero y 6.000 en el de la construcción.

Río Rancho, Nuevo México: Implican la modernización de dos fábricas para convertirlas en instalaciones avanzadas de envasado y cerrar así una importante brecha en la cadena de suministro nacional de semiconductores. Cuando esté a pleno rendimiento, estas instalaciones serán las mayores de Estados Unidos. Para apoyar a los estudiantes de ingeniería en Nuevo México, Intel estableció becas de dotación en cinco colegios y universidades y ha apoyado la educación en ciencias a través de inversiones, subvenciones anuales y kits de aprendizaje práctico que benefician a los estudiantes que viven en tierras indígenas. Esta inversión creará 700 puestos de trabajo en el sector manufacturero y 1.000 en el de la construcción.

New Albany, Ohio: Creación de un nuevo ecosistema regional de fabricación de chips, basado en la construcción de dos fábricas de vanguardia, la ampliación de la capacidad de fundición y la diversificación de la cadena de suministro. Intel ha financiado más de 80 instituciones de educación superior en todo el estado para desarrollar una cantera de trabajadores cualificados. Como parte de esta inversión en Ohio, el socio de diseño y construcción de Intel, Bechtel, firmó un Acuerdo de Proyecto Laboral (PLA) con los Sindicatos de la Construcción de Norteamérica para la construcción de las dos instalaciones. Esta inversión creará 3.000 puestos de trabajo en la fabricación y 7.000 en la construcción.

Hillsboro, Oregón: Inversión en el principal centro de desarrollo puntero de Estados Unidos mediante la ampliación y modernización de las instalaciones de desarrollo tecnológico que utilizarán el primer equipo de litografía EUV de alta resolución del mundo. El campus Gordon Moore Park de Ronler Acres, en Hillsboro, es el corazón del centro de innovación de Intel para la investigación y el desarrollo de tecnología punta de semiconductores en Estados Unidos. En 2022, Intel gastó más de 4.000 millones de dólares en más de 500 proveedores de Oregón. Esta inversión apoyará varios miles de puestos de trabajo de fabricación y construcción.

Sigue toda la información de Economía y Negocios en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal