Bruselas urge al BEI a tener más ambición en la financiación de las industrias verde y de defensa
La presidenta de la entidad, Nadia Calviño, asegura que es consciente de los retos pero subraya que la prioridad es proteger su “solvencia”
Bruselas quiere que el Banco Europeo de Inversiones (BEI) de Nadia Calviño abandone su zona de confort prestataria y muestre más osadía a la hora de respaldar los dos grandes desafíos de la Unión Europea: la transición climática, víctima actualmente de ataques populistas que aprovechan las protestas agrícolas de varios países para capitalizar votos de cara a las elecciones europeas de junio, y en el apoyo militar a Ucrania, donde Europa va por detrás de sus promesas de ...
Bruselas quiere que el Banco Europeo de Inversiones (BEI) de Nadia Calviño abandone su zona de confort prestataria y muestre más osadía a la hora de respaldar los dos grandes desafíos de la Unión Europea: la transición climática, víctima actualmente de ataques populistas que aprovechan las protestas agrícolas de varios países para capitalizar votos de cara a las elecciones europeas de junio, y en el apoyo militar a Ucrania, donde Europa va por detrás de sus promesas de envío de armamento y municiones.
Un día después de que el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, llamara durante el foro anual del BEI en Luxemburgo a romper los “tabúes” de la financiación de proyectos militares del BEI, el vicepresidente de la Comisión Europea responsable del Nuevo Pacto Verde, Maros Sefcovic, ha instado al autoproclamado “banco del clima” a arriesgar más y anteponer intereses políticos a la seguridad financiera a la hora de financiar proyectos que ayuden a la transición ecológica.
“Las consideraciones políticas deberían tener a veces prevalencia sobre los beneficios”, ha dicho Sefcovic, para quien “asegurar más fondos para inversiones relacionadas con el clima a escala de la UE, adelantando su financiación y facilitando el acceso a la misma, son condiciones determinantes para la transición verde”. En especial, el vicepresidente ha señalado la necesidad de más fondos para obtener minerales críticos y las infraestructuras para garantizar la red eléctrica. Sefcovic ha propuesto que el BEI cree sendos grupos de trabajo especializados. Además, ha destacado también la promoción de las tecnologías neutras, incluido otro de los temas tabú del banco pese a las presiones de uno de sus principales socios, Francia: la energía nuclear. Sobre todo ahora que la Comisión ha planteado una alianza industrial europea para desarrollar mini reactores nucleares como una de las maneras de lograr la reducción de gases de efecto invernadero en 90% para 2040. “Hay que ser menos dogmáticos y más pragmáticos”, agregado Sefcovic.
Tras el foro anual del BEI en Luxemburgo, su primer gran acto público desde que asumió en enero la presidencia del organismo, Calviño ha reconocido que “hay margen” para hacer más, y que los propios países le han pedido durante estas semanas que lleva ocupando su nuevo puesto que el banco europeo “haga más”. A la par, sin embargo, ha marcado una línea roja clara: garantizar la solvencia del banco. “La protección de la triple A es una prioridad absoluta para nosotros, nuestra ventaja financiera deriva de ella”, ha explicado en una conversación con un grupo de periodistas. “Solamente con estas condiciones de solvencia tan fuertes podemos tener condiciones financieras, atractivas, y poder prestar a los Estados o a las empresas en buenas condiciones”, ha insistido.
Inquietud de Bruselas
La prudencia de Luxemburgo choca con la visible inquietud de Bruselas, marcada por las elecciones europeas de junio, que llevarán a la renovación de todas las instituciones y, si se confirman los pronósticos, a un avance significativo de la extrema derecha populista y más euroescéptica, algunos incluso claramente pro-rusos. En la mira está también la nada desdeñable posibilidad de que Donald Trump vuelva a la Casa Blanca, con lo que ello implicaría (negativamente) en el apoyo de Occidente a Ucrania. Al inaugurar el foro anual del BEI el miércoles, Michel fue claro en su mensaje de que cuenta con que la institución amplíe sus miras en materia militar.
“Tenemos que progresar en la mejora de nuestro marco regulatorio, para que la financiación y los pedidos sean más predecibles para nuestra industria de la defensa”, dijo el presidente del Consejo Europeo. Y una parte clave de la discusión, señaló, es “el papel del BEI y las diferentes instituciones europeas en el apoyo a la inversión en defensa”.
La institución ya dio un giro clave en marzo de 2022, cuando aprobó la nueva Iniciativa Europea de Seguridad Estratégica que permite la financiación de proyectos de seguridad y defensa de uso dual —militar y civil—, y puso a disposición para ello 6.000 millones de euros hasta 2027. Una cifra que, en junio del año pasado, aumentó a 8.000 millones de euros. De esta cantidad, el BEI apunta que solo se han gastado hasta ahora unos 2.000 millones, por lo que sigue habiendo margen, como señala Calviño, para hacer más. Sin embargo, no necesariamente todo lo que le gustaría a Bruselas, puesto que requeriría una decisión política para cambiar el mandato del banco.
De ahí que todas las cuestiones planteadas por Michel y Sefcovic serán debatidas, según Calviño, en el próximo Ecofin, en la reunión informal de Ministros de Economía y Finanzas que se celebrará en la ciudad belga de Gante el 22 y 23 de febrero. “Tendremos que encontrar el adecuado equilibrio entre la toma de riesgos y la protección de nuestra posición de solvencia”, ha adelantado la presidenta del BEI. Algo que podría suponer, ha planteado, “combinar negocios que tienen a lo mejor un mayor margen, pero también un mayor riesgo, con otros negocios o con otras partes” de su actividad, por ejemplo, “los préstamos y el apoyo financiero a las pymes”. “A lo mejor nos permiten tener una base de apoyo financiero a la Unión Europea y un papel contracíclico que al final proporciona un equilibrio adecuado y una cartera idónea”, ha sostenido.
El BEI lanza una red de altas ejecutivas para liderar la lucha contra el cambio climático
El BEI ha lanzado este jueves la Red de Mujeres Líderes en Cambio Climático, un grupo de altas responsables del sector privado de toda la UE que analizará cómo “acelerar la acción ante el cambio climático”. La primera cita de las por ahora 40 miembros de la red, entre ellas las españolas Beatriz Corredor, presidenta de Red Eléctrica; Almudena de la Mata, de Blockchain Intelligence, o Belén Linares, de Acciona, tiene lugar lugar este mismo jueves y hasta el viernes en Luxemburgo, tras los dos días del foro anual del BEI que respalda esta iniciativa, consciente, asevera, de la “importancia del liderazgo femenino en el desarrollo e implementación de soluciones medioambientales”.
La presidenta del BEI, Nadia Calviño, se ha manifestado confiada en que esta nueva red “proporcionará ideas frescas y un nuevo impulso para lograr unas inversiones más transformadoras”. Según el BEI, hay un amplio consenso en el “liderazgo de las mujeres en el desarrollo e implementación de soluciones medioambientales”. Algo que choca, no obstante, con la realidad del techo de cristal que hace que todavía haya pocas mujeres en los puestos de mayor responsabilidad en las empresas clave para actuar frente al cambio climático. De ahí esta red de empresarias que buscarán la mejor manera de compartir conocimientos y mejores prácticas para acelerar la acción climática, confía la institución financiera con sede en Luxemburgo.
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