Trabajo regularizó a 10.000 empleados por empresas de trabajo temporal en 2023
Inspección detectó irregularidades en el 22% de las relaciones laborales investigadas, según datos a los que ha tenido acceso EL PAÍS. Los trabajadores vía ETT cayeron un 14% respecto a 2022
La labor de Inspección de Trabajo hizo que casi 10.000 trabajadores empleados mediante empresas de trabajo temporal (ETT) en 2023 fueran contratados directamente por las compañías en las que prestaban servicios. Según datos a los que ha tenido acceso EL PAÍS, a lo largo del año se transformaron concretamente 9.813 contratos. El cambio de situación para estos empleados ...
La labor de Inspección de Trabajo hizo que casi 10.000 trabajadores empleados mediante empresas de trabajo temporal (ETT) en 2023 fueran contratados directamente por las compañías en las que prestaban servicios. Según datos a los que ha tenido acceso EL PAÍS, a lo largo del año se transformaron concretamente 9.813 contratos. El cambio de situación para estos empleados vino precedido de una campaña específica, del envío de 4.600 comunicaciones a empresas que, según la Inspección, podían estar cometiendo irregularidades en la contratación temporal. Esta regularización se da en un contexto cambiante para las ETT, que tras la reforma laboral (que pone coto a la contratación temporal) afrontan una caída en el volumen de trabajadores que acceden al empleo mediante sus servicios.
La campaña con el foco en la contratación mediante ETT fue anunciada por el Ministerio de Trabajo en marzo del año pasado. Las 4.600 cartas enviadas cuestionaban la situación de unos 45.000 trabajadores. Es decir, finalmente se hallaron irregularidades en el 22% de las relaciones laborales investigadas. El objetivo era detectar si algunas empresas estaban cubriendo puestos de necesidad estructural mediante contrataciones temporales. Inspección ha podido confirmar que ese era el caso en 9.813 relaciones laborales, transformadas en contratos al uso en la empresa que estaba recibiendo al trabajador de ETT. Pero el dato puede ir más allá. Fuentes de Trabajo indican que “se han iniciado actuaciones inspectoras en los casos de no transformación, expedientes que todavía no se han cerrado”. Las mismas fuentes detallan que las ETT fueron informadas de las empresas usuarias afectadas por estas comunicaciones.
La patronal de las ETT en España, Asempleo, cree que la reforma laboral “está suponiendo un proceso de adaptación que incide en la estructura productiva de España, con gran peso de la estacionalidad y los servicios”. A la pregunta de este periódico sobre esta regularización de empleos en las ETT, Asempleo afirma lo siguiente: “Las empresas han tenido que conformar su modelo a la nueva regulación, lo que ha comportado una pérdida de flexibilidad en un marco jurídico que ha experimentado incertidumbre, inseguridad jurídica y necesidad de clarificación y, en este escenario, las empresas de trabajo temporal están facilitando la combinación de cumplimiento de la legalidad y el máximo de flexibilidad que permite la nueva legislación”.
A la vez, Asempleo reivindica su papel en el mercado laboral y afirma que ha recurrido a la vía judicial contra Inspección por la forma en que planteó su campaña: “La figura de la ETT está generalizada en el ámbito europeo, protegida por una directiva comunitaria y amparada por la jurisprudencia del Tribunal Europeo y, en este sentido, Asempleo ha planteado un recurso, en vía contenciosa administrativa, por la forma en la que fue presentada esta campaña y el clima de desconfianza que la redacción de las cartas informativas pudo generar entre las empresas”.
Caída para las ETT
Como indica la patronal, el panorama de las ETT ha cambiado sustancialmente desde la reforma laboral. Las limitaciones a la temporalidad han reducido el uso de este tipo de contratos: la proporción sobre el total de relaciones laborales está en su nivel más bajo en lo que llevamos de siglo, en el 16,5%. La proporción es aún menor si el foco se centra en los asalariados privados (13,2%), con el sector público como principal refugio de la temporalidad (29,5%). Así, la temporalidad redujo la porción de la tarta de las ETT, pero no les cerró el paso. El contrato de puesta a disposición —el que une a la ETT y la empresa usuaria— sigue siendo una posibilidad perfectamente legal. El Gobierno insiste en que su empeño no es laminar toda la contratación temporal, sino que se limite a escenarios realmente temporales, muy habituales en una economía tan estacional como la española.
De enero a noviembre de 2023 (últimos datos disponibles), 665.362 trabajadores fueron empleados mediante ETT. Son 100.000 menos que en 2022, pese a la evolución positiva del mercado laboral. Entonces ya aplicó la reforma laboral durante la mayor parte del año, pero sus efectos no fueron completos durante todo el ejercicio. Así, aunque los afiliados a la Seguridad Social crecieron un 3% de noviembre de 2022 al mismo mes de 2023, los empleados vía ETT han caído un 14%. Hay más datos que apuntalan esta tendencia: los contratos de puesta a disposición también retroceden respecto a 2022, en torno a un 2%. Si la comparación se hace con 2019 (último año antes de la pandemia), se ha pasado de 4,43 millones de contratos a 3,66 en 2022, último dato de un año completo. Hay más contratos que trabajadores en las estadísticas porque es habitual que estos empleados operen con más de una relación laboral al año.
En una mirada anual, las cifras de la Encuesta de Población Activa indican que en 2022, por primera vez desde que hay registros, coincidió una buena racha del empleo y una caída de la proporción de asalariados contratados por ETT. Se pasó del 4,1% en 2021 al 3,8% en 2022. Hasta entonces, siempre que había caído este guarismo había ido aparejado a una fase negativa o estancada para el empleo. Esto sucede porque los primeros empleos que se destruyen en las crisis son los temporales. Ahora, en una buena racha, también retroceden.
Entre los empleados por ETT la mayoría son hombres, un 59%, una porción mayor a la que ellos representan en el global de la ocupación (53%). También llama la atención el alto volumen de extranjeros: en las ETT son el 30%, mientras que el mercado laboral en general son el 14%. Y también hay más jóvenes en las ETT, ya que los empleados menores de 30 años son el 14% de la fuerza laboral y entre los cedidos a empresas usuarias son el 44%. Por sectores, los contratos de puesta a disposición son muy habituales en la industria manufacturera (28,4% del total mediante ETT), en el campo (16,7%), en el transporte y la logística (16,6%) y en la hostelería (15,8%). Por tipo de contrato destaca el acelerón de los fijos discontinuos (38,5% del total), que hasta 2022 no tenían ninguna importancia: han sustituido al de obra y servicio como vía de contratación en ETT.
“Conceptos como la estructuralidad, que no está claramente definido en la norma o las características y alcance de la contratación fija discontinua a través de ETT, tendrán que ser concretados a través de la interpretación que realicen los tribunales”, indica la patronal. “La incorporación de trabajadores previamente puestos a disposición por ETT en las empresas usuarias viene siendo habitual, alcanzando, en 2023, el 32% las integraciones en las empresas como muestra del efecto de transición desde el desempleo al empleo estable a través de ETT”, añade.
Luces y sombras en las ETT
En un reportaje reciente de este periódico, el presidente de la patronal de las ETT Asempleo, Andreu Cruañas, reconoció la contracción que han sufrido tras la reforma laboral y la caída de la temporalidad. “Es cierto que por varias circunstancias, que no solamente son la reforma laboral, sí que hemos notado una caída de la facturación. La salud del sector está pendiente del desarrollo que acabe teniendo la reforma [laboral]”. Con todo, Cruañas defendió el papel de estas compañías que representa en el tejido productivo: “Aportan toda una serie de ventajas desde el punto de vista operacional. La empresa no tiene que hacer la selección de personal, no tiene que hacer el reclutamiento, ni la formación en prevención de riesgos laborales y además aportamos mucha seguridad jurídica”.
Los trabajadores consultados para ese reportaje, como los sindicatos, mencionaron aspectos positivos en este tipo de contratación, como la rapidez con la que suelen conseguir empleo y que a veces sirven como vía de acceso a la empresa. Sin embargo, son muchos más los negativos: señalan que suelen asumir las tareas más penosas, les cansa cambiar constantemente de centro de trabajo, los compañeros no te ven como uno más, el comité de empresa no te protege y les pesa la incertidumbre ligada a la temporalidad. La patronal de las ETT reconoce que las firmas del sector han sufrido problemas reputacionales, pero defiende que están obligadas por ley a ofrecer las mismas condiciones salariales que las empresas a las que ceden empleados.
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