El euríbor se estanca en octubre en el 4,16%, pero la hipoteca media subirá en más de 100 euros

El diferencial respecto a un año atrás sigue provocando encarecimientos en las cuotas, aunque el del décimo mes es el menos abultado desde agosto de 2022

Construcción de viviendas en Dos Hermanas (Sevilla), el pasado septiembre.PACO PUENTES

El euríbor ha echado el freno y los hogares con hipotecas variables pueden empezar a vislumbrar algo de luz al final del túnel. En octubre, el indicador apenas avanzó unas décimas respecto a septiembre, para cerrar con una media del 4,160%. No obstante, sigue siendo un porcentaje más elevado que un año atrás, y como la mayoría de hipotecas variables se revisan cada doce meses (también las hay que lo hacen cada seis o con otras periodicidades) eso signif...

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El euríbor ha echado el freno y los hogares con hipotecas variables pueden empezar a vislumbrar algo de luz al final del túnel. En octubre, el indicador apenas avanzó unas décimas respecto a septiembre, para cerrar con una media del 4,160%. No obstante, sigue siendo un porcentaje más elevado que un año atrás, y como la mayoría de hipotecas variables se revisan cada doce meses (también las hay que lo hacen cada seis o con otras periodicidades) eso significa que las letras de los préstamos seguirán encareciéndose. De media lo harán en más de 100 euros, según los cálculos de EL PAÍS.

Concretamente, para un préstamo hipotecario medio (145.510 euros a pagar en 24 años, según los datos del INE para 2022) con un diferencial de euríbor más un punto, la subida de este octubre supondría pagar 106,5 euros más al mes. Esto supone un incremento del 14% y, en un año, supone un esfuerzo extra de 1.278 euros para satisfacer el préstamo de la casa.

Pese a que se trata de una cifra considerable, es la menor desde agosto de 2022. El motivo es que el diferencial con respecto a 12 meses atrás se estrecha cada vez más. Sobre todo en los meses en los que el año pasado el euríbor, impulsado por el drástico cambio de política monetaria que emprendió el Banco Central Europeo (BCE), subía con más fuerza. Para quienes revisan su hipoteca en octubre, la cuota ya subió de media el año pasado en cerca de 200 euros. Por tanto, al final, se mantiene una constante: sea entre el año pasado y este, o solo en una subida (en los meses de mayor diferencial), al final un préstamo hipotecario medio cuesta unos 300 euros más al mes, que son 3.600 euros extra al año.

Tras la escalada de precios, y la actual ralentización, se encuentran sin duda las decisiones del BCE. Para frenar la inflación, muchos bancos centrales iniciaron en 2022 políticas monetarias contractivas. En el caso del regulador del euro, esta se inició en julio del año pasado y se ha saldado con la subida de tipos de interés más abrupta de la historia. En poco más de un año, el precio oficial del dinero ha pasado del 0% al 4,5%. Pero, tras 10 subidas consecutivas, el organismo decidió este octubre mantener los tipos, y eso ha tenido su reflejo en la mayor estabilidad del euríbor.

Este indicador refleja el interés al que una serie de bancos de la eurozona estarían dispuestos (no quiere decir que sean operaciones reales) a prestarse dinero con diferentes plazos de devolución. La referencia a 12 meses (es decir, a devolver en un año) es la que en España toman la mayoría de hipotecas variables, de ahí su importancia para centenares de miles de prestatarios —el Banco de España calcula que hay unos cinco millones de hipotecas vivas, de los que 3,7 millones serían variables, aunque la subida del euríbor afecta teóricamente más a las más recientes—. Por tanto, el estancamiento actual del indicador responde, en última instancia, a que el sector empieza a descontar que no habrá más subidas de tipos por parte del BCE y que estos dentro de un año seguirán estabilizados.

El dramático giro de la política monetaria y el consecuente encarecimiento de las hipotecas ha provocado profundos cambios en el sistema hipotecario español, y también está ralentizando al sector inmobiliario. Si en las últimas décadas las hipotecas variables eran mayoría (de hecho, hace diez años las fijas se podían considerar casi marginales) ya durante la pandemia se convirtieron en minoritarias, entonces porque tras años de tipos ultrabajos las fijas resultaban más competitivas. Ahora, con la subida del euríbor, también son muchos los que se refugian, pese a ya no ser tan baratas, en préstamos con cuotas invariables. “Aunque las hipotecas fijas sigan siendo la opción más elegida, los nuevos hipotecados cada vez están optando más por la modalidad de hipotecas mixtas”, comenta Sergio Carbajal, responsable del área hipotecaria de Rastreator.

Según los datos de ese comparador hipotecario, un 41% de las hipotecas contratadas en octubre a través de esa herramienta eran mixtas, frente a un 5% de puramente variables. La diferencia es que las mixtas suelen combinar unos años de cuotas fijas, para luego pasar a oscilar. Y la tendencia se basa, en gran parte, en que es la opción que más está favoreciendo la banca, como apunta Carbajal. “Es donde están poniendo el foco las propias entidades bancarias y donde también están realizando cambios más ventajosos con el fin de atraer nuevos clientes”, indica el experto. Asociaciones de consumidores han subrayado en los últimos tiempos que, pese a ser ahora mismo la preferencia de los clientes, el encarecimiento de la oferta de hipotecas fijas desincentiva su contratación.

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