Las grandes empresas del sector financiero tributaron un 4,7% de sus beneficios en 2021
PSOE y Sumar han acordado que impondrán un tipo mínimo de sociedades del 15% sobre las ganancias corporativas si logran reeditar el Gobierno de coalición
2021 fue el año en el que la vida empezó a recomponerse tras el cerrojazo pandémico. Llegaron las vacunas, los confinamientos se hicieron menos frecuentes y estrictos, la economía inició a rodar otra vez y las empresas, sobre todo las grandes, regresaron a un terreno más que positivo tras un año de pérdidas. Con la vuelta a la rentabilidad también creció la aportación al fisco, aunque se mantuvo exigua si se compara con las ganancias conseguidas: las 224 mayores compañías del país, aquellas con cifra de negocio superior a los 1.000 millones de euros, abonaron de media en impuesto de sociedades...
2021 fue el año en el que la vida empezó a recomponerse tras el cerrojazo pandémico. Llegaron las vacunas, los confinamientos se hicieron menos frecuentes y estrictos, la economía inició a rodar otra vez y las empresas, sobre todo las grandes, regresaron a un terreno más que positivo tras un año de pérdidas. Con la vuelta a la rentabilidad también creció la aportación al fisco, aunque se mantuvo exigua si se compara con las ganancias conseguidas: las 224 mayores compañías del país, aquellas con cifra de negocio superior a los 1.000 millones de euros, abonaron de media en impuesto de sociedades un 5,7% de sus beneficios. Las 59 grandes firmas del sector financiero y servicios a empresas (bancas, aseguradoras, y otras empresas financieras) y las 11 de construcción y actividades inmobiliarias que más facturan tributaron aún menos: un 4,7% y un 0,6% de lo que ganan, respectivamente, de acuerdo con la estadística Cuentas Anuales Consolidadas del Impuesto sobre Sociedades que publica este miércoles la Agencia Tributaria.
Estos porcentajes son ligeramente superiores a los registrados antes de la covid, pero muy inferiores al tipo que establece la ley, del 25% —que sube hasta el 30% para banca y energéticas— sobre la base imponible. Esta magnitud es distinta a los beneficios, y se llega a ella tras aplicar a las ganancias varios ajustes. Los más importantes son la exención por doble imposición de dividendos, diseñada para evitar que el mismo concepto tribute dos veces en países distintos, y la compensación por pérdidas. Debido a todas estas correcciones, la base imponible siempre es inferior al beneficio, a la vez que el tipo efectivo sobre ella es superior.
De hecho, las empresas defienden esta ratio entre impuesto y base imponible como la más correcta y ortodoxa para evaluar su esfuerzo fiscal. En 2021, esta cifra se situó en el 21,7% de media para el total del universo empresarial español, diez puntos por encima del tipo efectivo abonado sobre los beneficios, del 11,2%.
Las negociaciones internacionales para que las grandes compañías paguen más se mueven, sin embargo, en otra dirección. La OCDE, que lidera los trabajos para que las mayores multinacionales tributen más, pone el foco en el beneficio, y el acuerdo firmado este mismo martes entre PSOE y Sumar va en la misma línea: incluye la imposición de un tipo mínimo del 15% sobre el “resultado contable de las grandes empresas en el impuesto de sociedades en los términos acordados a nivel global y en la UE”. Este iría a sustituir el techo que ya existe desde enero de 2022, que se aplica a la base imponible para compañías con cifra de negocios igual o superior a 20 millones, y aportaría 10.000 millones adicionales, según los cálculos de la coalición.
A falta de conocer más detalles sobre la iniciativa del acuerdo de coalición, el profesor de la Universidad de Barcelona e investigador del Instituto de Economía de Barcelona, Alejandro Esteller-Moré, explica que “el resultado contable es antes, por ejemplo, de la exención por los dividendos que ya han pagado el impuesto en el extranjero”, por lo que fijar un tipo mínimo del 15% sobre los beneficios y hacer volver a tributar por todo “sería un despropósito”. “Otra cosa es que, si han pagado por debajo del 15% [ahora, se requiere que el nominal mínimo sea del 10%], tributen por la diferencia. Sería, entiendo, avanzarse a la implementación del pilar dos del proyecto BEPS de la OCDE [es decir, el tipo mínimo en el impuesto de sociedades]”. Por ejemplo, si una empresa española abonara en Hungría un tipo efectivo del 9%, España podría exigirle el 6% restante hasta alcanzar el techo mínimo del 15%.
Los grupos, los que menos aportan
Las empresas más grandes y aquellas consolidadas en grupos son las que, en proporción de su ganancia y facturación, menos impuestos pagan. Las sociedades que no conforman grupos abonaron un 22,9% de su base imponible y un 17,7% de sus beneficios en 2021 de media, frente al 19,4% y al 6,2%, respectivamente, de las sociedades consolidadas en grupos. “El tipo efectivo sobre los beneficios para el total de empresas es del 11,2%, con diferencias significativas entre empresas: los grupos concentran el 48,0% de la facturación y el 56,7% del beneficio, pero solo aportan el 31,4% de la cuota líquida”, señala la Agencia Tributaria.
El menor tipo efectivo sobre beneficios de los 6.628 grupos de la estadística se observa en todas las actividades y tamaños. Las sociedades que facturan más de 1.000 millones tributaron al 4,6% en el caso de los grupos consolidados, y al 25,4% el resto. Los mínimos se registran en los 36 grupos de entidades de crédito (2,3%) y en los 1.203 grupos del sector de la construcción y actividades inmobiliarias (3,1%). Las pequeñas empresas y las microempresas las que más abonan, con un tipo efectivo sobre la base imponible que supera en ambos casos el 23%, mientras que las pequeñas pagan un 19,1% sobre el beneficio y las microempresas, un 16%.
El acuerdo sellado ayer entre el presidente en funciones, Pedro Sánchez, y la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, también contempla mantener los tributos extraordinarios a las grandes entidades bancarias y las compañías energéticas más allá del periodo inicialmente previsto —este año y el próximo—. Estos dos gravámenes han ingresado 2.908 millones de euros, según los datos adelantados este mismo martes por la titular en funciones del Ministerio de Hacienda, María Jesús Montero, en una entrevista a la Cadena Ser. “Antes de que se termine su vigencia revisaremos ambas figuras y las prorrogaremos incorporando todos los elementos que permitan que sean más seguras o más robustas”, ha señalado.
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