Arabia Saudí negocia con Italia entrar en su fondo soberano en paralelo a la incursión en Telefónica
Meloni busca apoyo para las empresas que operan en cadenas de suministro claves para el país y para reforzar la industria manufacturera
Italia también ha despertado el apetito de Arabia Saudí, que está estudiando una inversión en el país transalpino. Roma y Riad han firmado esta semana un memorándum de entendimiento para estrechar lazos económicos y promover la cooperación y el diálogo entre empresas, instituciones e inversores de ambos países, especialmente del sector energético.
El acuerdo se cerró durante el primer foro de inversión italo-saudí que s...
Italia también ha despertado el apetito de Arabia Saudí, que está estudiando una inversión en el país transalpino. Roma y Riad han firmado esta semana un memorándum de entendimiento para estrechar lazos económicos y promover la cooperación y el diálogo entre empresas, instituciones e inversores de ambos países, especialmente del sector energético.
El acuerdo se cerró durante el primer foro de inversión italo-saudí que se celebró el lunes en Milán. El objetivo, según ha explicado en un comunicado el Ministerio de Empresa y del Made in Italy es “apoyar el diálogo entre instituciones y empresas interesadas en promover la inversión entre ambos países y fomentar la cooperación en materia de inversión directa, apoyando a los inversores en todas las fases de los proyectos si se ha determinado que tienen una importancia económica estratégica para cualquiera de los dos países”.
Como ha confirmado el ministro de Empresa y Made in Italy, Adolfo Urso, Riad está barajando entrar en el país transalpino a través del nuevo fondo soberano que Roma puso en marcha hace unos meses, con una partida inicial de alrededor de 1.000 millones de euros, para promover cadenas de producción estratégicas del país transalpino. El objetivo de la primera ministra, Giorgia Meloni, es dotar a la industria italiana de nuevos recursos, nuevas competencias y nueva protección.
Los medios locales aseguran que Meloni, en plena lucha por contener el déficit presupuestario, está tratando de aumentar su presupuesto, para así apoyar a las empresas italianas que operan en cadenas de suministro clave y tratar de impulsar la adquisición y reutilización de materias primas cruciales para el país transalpino. La idea es reforzar la industria manufacturera italiana para que el país sea menos dependiente de proveedores externos.
Una de las fórmulas en estudio entre Roma y Riad es una inversión del Fondo de Inversiones Públicas de Arabia Saudí (PIF por sus siglas en inglés), uno de los fondos soberanos más grandes del planeta con más de medio billón de euros en activos bajo gestión, o de otros vehículos del reino árabe.
Desde que asumió el cargo el pasado octubre, Meloni ha estrechado lazos con los países del golfo Pérsico, haciendo caso omiso de las violaciones de derechos humanos en la región. El ministro Urso ha defendido la posición italiana y, preguntado por la cuestión ética en los acuerdos económicos con Arabia Saudí, ha dicho que “el mundo es muy diferente de lo que pensábamos” y ha invitado a “ser realistas”. También ha señalado el ejemplo de África: “Si hoy no solo nosotros, sino Europa, tenemos tantos problemas es porque siempre hemos mirado los problemas con una mirada europea frente a otros países que, en cambio, no tienen tantos reparos en intervenir”, ha dicho. En todo caso, ha subrayado, “debemos partir del principio de nuestro sistema de valores, el sistema europeo de valores en el que somos absolutamente firmes y defendemos en todos los contextos”.
Arabia Saudí tiene intención de centrarse en los sectores de la energía, la sostenibilidad, las cadenas de suministro y el deporte para ampliar su presencia en Italia, según ha declarado en Milán el ministro saudí de Inversiones, Khalid al-Falih. El reino árabe, que ha invertido en deportes como el fútbol en otros países (es dueño del Newcastle inglés, por ejemplo), ya acoge el evento de la Supercopa italiana, aunque, por el momento, no tiene ninguna inversión directa en un gran club de fútbol en Italia.
Del foro de Milán, en el que participó más de un millar de empresas, ha salido una veintena de acuerdos estratégicos importantes, como el desembarco de la compañía saudí Acwa Power, la mayor empresa privada de desalinización de agua del mundo y líder en transición energética, que ha firmado pactos con seis socios italianos, entre ellos Confindustria, Eni, o A2A, para desarrollar conjuntamente proyectos de hidrógeno verde en Oriente Medio y África y para reforzar la cooperación en los campos de la desalinización de agua, la investigación y el desarrollo y el hidrógeno verde, un combustible que contamina poco, tiene numerosos usos potenciales y en el futuro podrá contribuir a diversificar la economía saudí y reducir su dependencia del petróleo.
Hidrogeno verde
Arabia Saudí tiene un proyecto muy avanzado, denominado NEOM, para producir hidrógeno verde en el país, con el objetivo de convertirlo en la mayor fábrica de este carburante del planeta. Mientras que Italia aún no ha desarrollado ningún plan para producirlo en cantidades significativas.
El ministro italiano Urso ha explicado que en el foro también habló de fusiones y adquisiciones con el ministro saudí. “Nos gustaría que el capital saudí estuviera más presente en nuestro país, al igual que nos gustaría que se desarrollara a través de fusiones y asociaciones entre nuestras empresas”, ha señalado. Y ha agregado: “Razonamos sobre asociaciones tecnológicas e industriales en diversos sectores, no solo en los tradicionales, sino en aquellos que son centrales para el doble desafío de la transición digital y ecológica en la que está comprometido nuestro país”.
Giorgia Meloni pretende desempeñar un papel cada vez más central en las relaciones de la Unión Europea con los proveedores de energía de Oriente Medio y el norte de África, a medida que la UE recorta sus relaciones con Rusia.
Las exportaciones italianas a Arabia Saudí ascendieron a algo más de 4.000 millones de euros en 2022, en su mayor parte procedentes del sector manufacturero, mientras que las importaciones fueron de más de 7.400 millones de euros, la mayor parte procedentes de productos petrolíferos.
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