Cepsa pierde 393 millones hasta junio, frente al beneficio de 841 millones en la primera mitad de 2022

El abaratamiento del petróleo, los menores márgenes de refino, las variaciones de inventario y el impuesto sobre las energéticas pasan factura a la segunda petrolera española

Madrid -
Una mujer reposta su coche en una gasolinera Cepsa, en abril.A. Pérez Meca (Europa Press)

La segunda petrolera española, Cepsa, registró unas pérdidas de 393 millones de euros en los seis primeros meses de 2023, muy lejos del beneficio récord del mismo periodo del año pasado, cuando ganó 841 millones. Las razones de esta caída son múltiples: el abaratamiento del petróleo —pese al ligero repunte en las últimas semanas— y del gas natural; los menores volúmenes tras ...

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La segunda petrolera española, Cepsa, registró unas pérdidas de 393 millones de euros en los seis primeros meses de 2023, muy lejos del beneficio récord del mismo periodo del año pasado, cuando ganó 841 millones. Las razones de esta caída son múltiples: el abaratamiento del petróleo —pese al ligero repunte en las últimas semanas— y del gas natural; los menores volúmenes tras la reciente venta de la mitad de su negocio de exploración y producción; y la caída en los márgenes de ganancia en el refino, que “aunque siguen siendo buenos, aunque inferiores a los del primer semestre de 2022″.

En la nota en la que ha hecho público el resultado, la compañía que dirige Maarten Wetselaar añade dos desencadenantes más de esta fuerte bajada de su resultado: los “cambios en las valoraciones de inventarios” y el “impacto” de la tasa sobre las energéticas en España. “Nuestro primer semestre se ha visto afectado por un impuesto extraordinario mal diseñado que ha impactado significativamente en nuestros resultados y en la generación de caja”, critica el propio Wetselaar.

El beneficio bruto de explotación (Ebitda) cayó casi un 60% en el último año, al pasar de 1.742 a 742 millones de euros. La deuda neta, en cambio, arroja mejores resultados: pasó de 2.758 millones de euros del cierre de junio del año pasado a los 2.522 millones actuales. Y la liquidez siguió creciendo: de 3.909 a 4.069 millones de euros.

Por áreas de negocio, Exploración y Producción se anotó un Ebitda de 368 millones de euros hasta junio, lejos de los 822 millones de un año antes. Sufrió por partida doble: por la caída en el precio venta de los hidrocarburos como por el achicamiento de su perímetro derivado de la venta en marzo de todos sus activos en Abu Dabi a la francesa TotalEnergies a cambio de unos 1.000 millones de euros. Esta operación, según explica la dirección de Cepsa, “supuso una importante entrada de caja y permitirá una futura reasignación de capital para reinvertir en la transición energética, manteniendo al mismo tiempo cierta exposición” a los pozos petroleros. Y “permitirá a la compañía obtener sinergias y compensar riesgos”.

En Energía (la división que comprende tanto la parte de refino como la de comercialización) obtuvo un resultado bruto de explotación de 326 millones, lejos de los 763 de los seis primeros meses de 2022. “El comportamiento de los parques energéticos [el apelativo con el que la empresa se refiere a las refinerías] fue ligeramente inferior, debido a unos márgenes más reducidos”, a pesar de la mejora en el índice de utilización de estas infraestructuras, que fue de menos a más: del 84% del primer trimestre al 91% del segundo. Las ventas finales de carburantes, por su parte, “evolucionaron de forma positiva,, debido a la mayor demanda de combustible en España”.

Por último, el área de Química registró un Ebitda de 123 millones, frente a los 216 del primer semestre de 2022. El resultado, argumenta Cepsa, “demuestra la resiliencia de esta área de negocio, a pesar del enfriamiento de la demanda mundial como consecuencia del aumento de la inflación”. Ese factor, agrega, “se vio parcialmente compensado por unos menores costes energéticos que impulsaron los márgenes”.

Giro hacia el hidrógeno verde

A diferencia de otras grandes petroleras europeas, que han optado por sacar los mayores réditos posibles del crudo y el gas antes de tener que pasar página, obligadas por las circunstancias, Cepsa ha tomado el camino opuesto con grandes inversiones en hidrógeno y amoniaco verdes.

“Estamos llevando a cabo una profunda transformación, pasando de ser una empresa tradicional de petróleo y gas a una compañía a la vanguardia de la transición energética europea, reforzando nuestra posición en los principales mercados energéticos de Europa y forjando nuevas alianzas para sentar las bases del liderazgo de nuestra compañía en los sectores de las energías limpias y la movilidad sostenible”, añade Wetselaar.

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