La baja productividad y la deuda externa son los puntos débiles de España, según los Economistas
“El mantenimiento de las condiciones de vida a lo largo de estos años se ha conseguido a costa de un enorme endeudamiento con el resto del mundo”, ha apuntado el expresidente del Instituto de Estudios Económicos, José Luis Feito
Una baja productividad, una elevada deuda externa y el endeudamiento del sector público son los principales puntos débiles que aquejan a la economía española, según el Consejo General de Economistas. Entre las fortalezas que pueden ayudar a remontar estos escollos, los expertos destacan la competitividad del sector exterior y “el relativo saneamiento del sector privado de la economía”. Estas son las conclusiones que han lanzado, en la mañana de este martes, el expresidente del ...
Una baja productividad, una elevada deuda externa y el endeudamiento del sector público son los principales puntos débiles que aquejan a la economía española, según el Consejo General de Economistas. Entre las fortalezas que pueden ayudar a remontar estos escollos, los expertos destacan la competitividad del sector exterior y “el relativo saneamiento del sector privado de la economía”. Estas son las conclusiones que han lanzado, en la mañana de este martes, el expresidente del Instituto de Estudios Económicos (el think tank de la patronal) y actual miembro del Comité Ejecutivo y de la Junta Directiva de la CEOE, José Luis Feito, y el catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Zaragoza y miembro de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, José María Serrano.
“Sin productividad, una economía desarrollada no puede crecer a largo plazo”, ha apuntado Serrano. Para Feito, la renta per cápita de los españoles lleva “estancada” 15 años y se ha ido alejando del promedio de los países de la zona euro. Según el economista, la causa se encuentra en una baja tasa de empleo con respecto a niveles europeos —pese a que en mayo las personas afiliadas a la Seguridad Social alcanzaron un máximo histórico de 20,8 millones— y en un escaso crecimiento tendencial de la productividad. “La nula mejora de la renta per cápita a lo largo de una década y media es aún más grave de lo que parece, porque el mantenimiento de las condiciones de vida a lo largo de estos años se ha conseguido a costa de un enorme endeudamiento con el resto del mundo”, ha señalado. De hecho, la deuda externa —que refleja los intercambios financieros del país con el exterior— es otro de los puntos sobre los que advierte el órgano de economistas. Aunque constatan que se ha ido reduciendo —desde niveles cercanos al 100% del PIB hasta el 60% en la actualidad—, sigue siendo la tercera más alta de la eurozona, lo que, según Serrano, coloca a España en una “posición de vulnerabilidad” que además se ve agravada por la deuda y el déficit público.
Entre 2019 y 2022 la deuda pública sobre el PIB se incrementó en 15 puntos: pasó del 98% al 113%. Y a esto se debe, precisamente, que pese al “buen comportamiento del sector exterior”, la deuda externa no se haya contraído más. Incrementar la productividad es una de las soluciones que pueden ayudar a engordar la renta per cápita e impulsar el PIB, pero no ha sido demasiado optimistas al respecto.
“La economía española tiene un problema serio de baja productividad, que pone en riesgo sus posibilidades de crecimiento sostenible y explica la falta de convergencia con la eurozona”, ha explicado el catedrático de la Universidad de Zaragoza. La fabricación de bienes y servicios se mantiene en España, según sus datos, un 12% por debajo de los valores de la zona euro. “Falta invertir más en tecnología, desarrollar actividades con mayor valor añadido, que permitan pagar salarios más altos y mejorar nuestra renta per cápita”, ha apuntado el presidente del Consejo General de Economistas de España, Valentín Pich.
“Si no crecemos, es difícil que mantengamos un Estado del bienestar razonable, excepto que nos regalen dinero, como es el caso de los fondos Next Generation”, ha zanjado Serrano, que, sin embargo, ha destacado la importancia que estos fondos tienen “por su volumen y favorables condiciones” para ayudar a corregir los problemas estructurales de la economía española. Del lado de la CEOE, Feito ha abogado por aligerar la carga regulatoria sobre las empresas y armonizar las normas fiscales en todas las comunidades autónomas.
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