Ferrovial debuta en la Bolsa de Ámsterdam tras hacerse efectiva su fusión
Las acciones de la compañía, que ahora cotizará en los dos mercados, abren este viernes al alza, con un incremento del 0,2%
Ferrovial se ha estrenado este viernes en la Bolsa de Ámsterdam tras consumarse de manera efectiva la pasada medianoche la fusión con su filial internacional, FISE, que se convierte en la matriz y tiene su domicilio social en los Países Bajos. Las acciones de la compañía cerraron este jueves a un precio de 28,92 euros y abren en la mañana de este viernes al alza, con un ligero incremento del 0,2%. A media mañana, la tendencia sigue siendo buena y, en torno a las 11:00 horas, sus títulos avanzan un 1,8%. Desde que se anunciase su intención de trasladar su sede a Países Bajos, sus títulos se han...
Ferrovial se ha estrenado este viernes en la Bolsa de Ámsterdam tras consumarse de manera efectiva la pasada medianoche la fusión con su filial internacional, FISE, que se convierte en la matriz y tiene su domicilio social en los Países Bajos. Las acciones de la compañía cerraron este jueves a un precio de 28,92 euros y abren en la mañana de este viernes al alza, con un ligero incremento del 0,2%. A media mañana, la tendencia sigue siendo buena y, en torno a las 11:00 horas, sus títulos avanzan un 1,8%. Desde que se anunciase su intención de trasladar su sede a Países Bajos, sus títulos se han revalorizado un 10,1%. A partir de ahora, las acciones se negociarán bajo el símbolo FER en las Bolsas de Madrid, Barcelona, Bilbao, Valencia y en el selectivo holandés Euronext Ámsterdam.
Tras anunciar el pasado 28 de febrero su decisión de cambiar de sede fiscal y protagonizar un tenso enfrentamiento con el Gobierno, la compañía, en una nota de prensa publicada este viernes, ha anunciado que comienza su andadura en el mercado holandés. Además, detalla que para avanzar “en su proceso de internacionalización” iniciará el trámite para que se admitan a negociación sus acciones en Estados Unidos. Una de las razones que la compañía que dirige Rafael del Pino alegó para mudar su sede fue precisamente que este movimiento era un puente para llegar a los mercados estadounidenses, ya que Norteamérica es una de las regiones en las que concentra mayor volumen de negocio.
FISE, la filial internacional que ha absorbido a Ferrovial, cambiará de nombre y su denominación social y comercial pasará a ser Ferrovial SE. La filial internacional adjudicó 724,5 millones de nuevas acciones, con un valor nominal de 0,01 euros por acción. Dado que la compañía tiene en autocartera 2,8 millones de títulos, al final el número total de acciones admitidas a negociación en la Bolsa de Ámsterdam y en las plazas españolas es de 727 millones.
Este movimiento se hizo efectivo el pasado 13 de abril, cuando, en una de las reuniones empresariales más mediáticas, la junta general de Ferrovial aprobó la propuesta de cambio de sede. El resultado de aquella votación fue que un 93,3% de los socios respaldó la propuesta de Del Pino y ningún accionista ejerció el derecho de separación que contempla la normativa española y que permitía a los objetores vender sus acciones a un precio fijado de 26 euros.
La empresa, que cuenta con alrededor de 24.000 empleados en todo el mundo, de los cuales unos 5.500 corresponden a España, ha hecho saber que a partir de ahora y de acuerdo con la legislación europea, su “Estado miembro de origen” será Países Bajos y su “Estado miembro de acogida” será España. Así, tendrá que informar de sus movimientos tanto a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) como al regulador holandés Autoriteit Financiële Markten (AFM).
Exenciones fiscales
El único fleco pendiente, además de la admisión en Wall Street, es la posible factura fiscal que la fusión le podría acarrear y de la que el Gobierno de España ya le advirtió. La constructora deberá aportar ante las autoridades los argumentos económicos que han motivado su traslado si no quiere pagar una factura millonaria en impuestos.
Si la Agencia Tributaria considerase que la compañía pretende instalarse en los Países Bajos para lograr un beneficio fiscal y no por una lógica empresarial, la compañía no podría acogerse al “régimen especial de las fusiones, escisiones, aportaciones de activos, canje de valores, y cambio de domicilio social de una sociedad europea o una sociedad cooperativa europea de un Estado miembro a otro de la Unión Europea”. Eso significa que, sin esa exención en el Impuesto de Sociedades, la factura de su traslado se incrementaría sustancialmente.
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