Fedea propone un ‘bono malo’ a empresas con mucha rotación de plantilla por el gasto en prestaciones que generan
La Fundación de Estudios de Economía Aplicada destaca la rebaja en la temporalidad que ha causado la reforma laboral, pero lamenta que no haya reducido más el paro
Los economistas Marcel Jansen y Florentino Felgueroso, de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), han propuesto este martes que aquellas empresas con más rotación de trabajadores, que por tanto producen un mayor gasto público en prestaciones cuando los empleados están inactivos, afronten una especie de “bono malo”, para no pagar lo mismo a las arcas públicas que las compañías que generan menos gasto. Así lo pusieron de relieve estos expertos en su intervención en una jornada ...
Los economistas Marcel Jansen y Florentino Felgueroso, de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), han propuesto este martes que aquellas empresas con más rotación de trabajadores, que por tanto producen un mayor gasto público en prestaciones cuando los empleados están inactivos, afronten una especie de “bono malo”, para no pagar lo mismo a las arcas públicas que las compañías que generan menos gasto. Así lo pusieron de relieve estos expertos en su intervención en una jornada para hacer balance del funcionamiento de la reforma laboral, organizada por Fedea, en la que Felgueroso ha subrayado que “si el objetivo primario era la reducción de la temporalidad, la reforma laboral ha sido un éxito total”.
Con todo, Felgueroso he pedido dejar “pasar más tiempo” para poder hacer una evaluación más intensa y ha apuntado diferentes indicadores que no son tan positivos como el de la reducción de la temporalidad, del 17,2%, según la última Encuesta de Población Activa (EPA). Nunca antes España había alcanzado un nivel de contratos indefinidos como el actual (14,35 millones) y un registro tan bajo de temporales (2,99 millones). Como ejemplo, Felgueroso ha puesto que “hubiera sido esperable” una mayor reducción de la tasa de personas que pasan del empleo al paro (del 13,26%).
Lamentó que la reforma laboral no haya tenido efectos de reducción de la temporalidad en el sector público y se ha preguntado “cómo es posible” que aumentando la firma de contratos indefinidos no crezca en la misma proporción el número de personas ocupadas. Al respecto, ha señalado que se está produciendo un aumento muy significativo de contratos fijos discontinuos y, por tanto, podría hacer que los períodos de inactividad no reflejen ese repunte de la ocupación.
Al mismo tiempo, ha puesto el acento en que “la temporalidad genera un problema grande en cuanto a prestaciones”, porque las empresas que están “contratando y recontratando” generan, a través de los trabajadores, un mayor gasto en prestaciones. “De ahí la idea de un bono malo”, ha añadido Felgueroso, que ha explicado que debería consistir en que las compañías que hacen más gasto no deben pagar lo mismo que las que no están en esa situación. Para solventar esta situación, ha apostado por que las primeras paguen más o las segundas menos a las arcas públicas.
Esta idea también fue defendida por Marcel Jansen, quien también ha alegado que la reforma laboral “ha conseguido un compromiso razonable” entre la promesa del Gobierno de derogar la anterior legislación del PP, de 2012, con las recomendaciones de la Unión Europea, que no permitían llegar tan lejos. “Claramente había tensión entre los planes del Gobierno y las recomendaciones de Europa”, ha enfatizado.
Ha celebrado que es una reforma laboral “más audaz que las anteriores” para atajar la dualidad del mercado de trabajo y que mantenga los mecanismos de flexibilidad interna y descuelgues de la ley de 2012, aunque ha afeado que no aborde suficientemente la lucha contra el paro o la baja productividad. Por este motivo, Jansen ha pedido que, tras una “legislatura centrada en la recuperación de derechos”, se pase ahora a reformas enfocadas en la reducción del desempleo y la mejora de la productividad.
Igualmente, este experto aconseja no derogar la regulación actual de los despidos, que están tasados y dan “seguridad jurídica”. En su opinión, imponer una legislación con despidos “a la carta”, sería perjudicial. Asimismo, ha reclamado mejorar y ampliar la regulación actual de los contratos fijos discontinuos, así como proporcionar “mejores datos” para poder evaluar cómo está cambiando la reforma laboral el mercado de trabajo, especialmente en lo referido al contrato fijo discontinuo.
Por su parte, el director de Empleo, Trabajo y Asuntos Sociales de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE), Stefano Scarpetta, ha destacado la reducción de la temporalidad que se ha producido con la reforma laboral y la importancia que ha tenido la desaparición del contrato por obra y servicio en este sentido. No obstante, ha remarcado la necesidad de mejorar la productividad en España, que sigue afrontando un déficit negativo con respecto a países de su entorno, así como la relevancia de apostar por la mejora constante de la formación de los trabajadores para afrontar retos como la transición digital.
También ha recordado la dualidad que ha tenido siempre el mercado laboral, con trabajadores de mayor antigüedad más protegidos, mientras que otros no logran pasar a esa situación, al tiempo que puso el acento en el mayor peso que han adquirido los contratos por obra y servicio con la nueva legislación del mercado de trabajo.
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