Los sindicatos alemanes convocan una huelga de trenes de 50 horas en busca de subidas salariales del 12%
La compañía estatal da por hecho que el tráfico se parará completamente y califica la protesta como “excesiva”
Alemania se enfrenta a una nueva jornada de paros masivos en el transporte ferroviario después de las protestas que a finales de marzo impidieron casi totalmente que circularan trenes y autobuses y dejó miles de aviones en tierra. Esta vez, sin embargo, el órdago es mayor. El sindicato de los trabajadores ferroviarios, EVG, ha llamado a parar durante 50 horas, a partir del domingo por la noche, lo que significa que la protest...
Alemania se enfrenta a una nueva jornada de paros masivos en el transporte ferroviario después de las protestas que a finales de marzo impidieron casi totalmente que circularan trenes y autobuses y dejó miles de aviones en tierra. Esta vez, sin embargo, el órdago es mayor. El sindicato de los trabajadores ferroviarios, EVG, ha llamado a parar durante 50 horas, a partir del domingo por la noche, lo que significa que la protesta afectará lunes y martes a todos los trenes de media y larga distancia del país. El sindicato justifica la huelga por la falta de avances en las rondas de negociación. Exige subidas salariales del 12% o de un mínimo de 650 euros al mes.
La convocatoria ha tenido un efecto inmediato en Deutsche Bahn (DB), la compañía pública de transporte ferroviario. El sindicato, que representa a 230.000 trabajadores, 180.000 de ellos en el equivalente a la Renfe alemana, había condicionado el paro a la llegada a un acuerdo antes del viernes, pero la empresa ha reaccionado informando a los pasajeros de que Alemania se quedará sin trenes a principios de la próxima semana. Entre las 20.00 del domingo y las 22.00 del martes, no circularán ni los ICE (Intercity Express, de alta velocidad) ni los IC (Intercity, de larga distancia) ni “la gran mayoría” de los servicios regionales, comunicó la DB.
Esta huelga es la última de una oleada de paros en distintos países europeos debido a la subida del coste de la vida ante la elevada inflación. Alemania supera la media de la UE y el otoño pasado registró tasas récord de los últimos 70 años. En abril el IPC bajó ligeramente por segundo mes consecutivo, pero sigue en cotas muy elevadas (7,2%), especialmente por culpa del alto precio de los alimentos. Los salarios reales cayeron un 3,1% el año pasado.
Las presiones de los sindicatos han conseguido hasta el momento subidas destacadas en muchos colectivos. Los 160.000 trabajadores de Deutsche Post, el servicio postal, reciben desde abril 340 euros mensuales extra en sus nóminas además de varios pagos únicos de compensación por la alta inflación de hasta 3.000 euros. En total, la subida promedio es del 11,5%. El poderoso sindicato IG Metall, el mayor de Alemania, ha venido pactando incrementos del 8,5% y bonus para compensar la carestía de la vida. Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo (BCE), ha asegurado en una entrevista con el diario japonés Nikkei que la institución está vigilando el efecto de estas subidas, con mención específica a Alemania y a España.
Hasta la fecha el acuerdo salarial más destacado es el que consiguieron hace dos semanas el Gobierno y el sindicato Ver.di, que representa a los 2,5 millones de trabajadores del sector público. Ver.di, que se alió con el sindicato ferroviario para parar el país en marzo, exigía un 10,5% en un año. Finalmente, la negociación, que tuvo que recurrir a mediadores tras fracasar en varias ocasiones las conversaciones, terminó con subidas progresivas y un acuerdo a dos años vista que incluye pagos puntuales de 3.000 euros por trabajador e incrementos del 5,5%. El Gobierno respiró aliviado porque significaba desactivar las protestas que han dejado sin aviones los aeropuertos alemanes en cinco ocasiones en lo que va de año, además de huelgas sectoriales en guarderías, centros sanitarios, recogida de basuras.
“Ante el escaso movimiento en la mesa de negociaciones, tenemos que ir a la huelga una vez más”, aseguró este miércoles Cosima Ingenschay, responsable de negociación colectiva de EVG. “La oferta sobre la mesa debe mejorar significativamente”, añadió. Para Deutsche Bahn, la huelga es “totalmente injustificada y absolutamente excesiva”, según el director de Recursos Humanos de la compañía, Martin Seiler. “La EVG quiere paralizar el país durante unas increíbles 50 horas”, lamentó, y acusó al sindicato de no querer negociar. En las estaciones la huelga se da por descontada y ya hay carteles informando a los usuarios de cómo proceder con sus billetes.
“Impacto masivo” en el transporte de mercancías
El paro, advirtió también el representante de Deutsche Bahn, tendrá “un impacto masivo en el tráfico de mercancías en toda Europa”. Alemania, con su situación en el medio del continente, es un punto clave de las conexiones por tren para el movimiento internacional de carga. Seis de cada diez corredores de mercancías europeos utilizan la red ferroviaria germana.
Tras la gran huelga de marzo, otro paro en abril paralizó de nuevo la red ferroviaria coincidiendo con las vacaciones de Semana Santa y también afectó a varios aeropuertos. Por ahora Deutsche Bahn ha ofrecido un 10% de subida a los trabajadores con sueldos bajos y medios, y un 8% a los que ganan más, pero se trata de aumentos progresivos con los que la representación de los trabajadores no está de acuerdo.
Los sindicatos tienen la sartén por el mango gracias a la acuciante falta de personal que sufre Deutsche Bahn y otras muchas empresas de servicios en Alemania. Todos los días se cancelan trenes o se registran retrasos porque fallan trabajadores en los turnos. Los sindicatos alertan de que la situación solo irá a peor si los sueldos no aumentan de forma significativa.
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