Indra se desploma en Bolsa más de un 6% por la salida de su consejero delegado
Los inversores reaccionan negativamente al cambio en la cúpula de la empresa española, que implica el adiós de Ignacio Mataix
La inestabilidad pasa factura en Bolsa a Indra. La multinacional española de tecnología y defensa anunció a última hora de este lunes la salida de su consejero delegado, Ignacio Mataix. Y los inversores no han recibido de buen grado el movimiento: las acciones de la compañía se despeñaban más de un 6% mediada la sesión, lo que la convertía en la peor empresa de la jornada en el Ibex 35. El sustituto de Mataix aún es desconocido, y este seguirá ejerciendo sus funciones...
La inestabilidad pasa factura en Bolsa a Indra. La multinacional española de tecnología y defensa anunció a última hora de este lunes la salida de su consejero delegado, Ignacio Mataix. Y los inversores no han recibido de buen grado el movimiento: las acciones de la compañía se despeñaban más de un 6% mediada la sesión, lo que la convertía en la peor empresa de la jornada en el Ibex 35. El sustituto de Mataix aún es desconocido, y este seguirá ejerciendo sus funciones hasta que se consume el relevo, pero el cambio en la cúpula de la firma —que busca su tercer consejero delegado en solo dos años— añade nuevas incertidumbres sobre su rumbo, tras dos años de vaivenes políticos y empresariales.
La transición no supondrá la desvinculación total de Mataix, que seguirá como asesor estratégico una vez se encuentre a su sucesor. El presidente no ejecutivo Marc Murtra, y el principal accionista, la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), pretenden acelerar así los planes para que Indra lidere el proceso de concentración en el negocio de la defensa en España, un sector donde abundan las pequeñas compañías, y que vive un momento trascendental por el aumento de los presupuestos públicos de defensa tras el estallido de la guerra en Ucrania y por los compromisos con la OTAN. La intención del Gobierno es que Indra gane protagonismo en este contexto, con operaciones como la entrada en ITP Aero, el fabricante vasco de motores y turbinas de avión, y completando la segregación de las dos unidades de negocio: tecnología, por un lado, y transportes y defensa, por otro.
El grupo había tenido en los últimos seis meses una evolución muy favorable en Bolsa, con una subida acumulada superior al 50%. Esta buena marcha se apoyó en unos resultados que acompañaron: Indra ganó 172 millones en 2022, un 20% más, y elevó el dividendo a 0,25 euros, frente a los 0,15 que entregó el año anterior. Buena parte de esa mejora se debió al comportamiento de la cartera de pedidos en la división de Transporte y Defensa, que ascendió a 4.587 millones, un 19% más que en 2021. Aparcaba así los problemas que sufrió la cotización bursátil por la crisis de Gobierno desatada en el seno de Indra, que se saldó el pasado junio con el cese o dimisión de varios miembros del consejo de administración, sustituidos luego por seis consejeros independientes.
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