Detenida en España por blanqueo la cúpula de la plataforma de criptomonedas Bitzlato
Una operación internacional, en la que participa la Guardia Civil, concluye con la intervención de 18 millones de euros y el bloqueo de más de 100 cuentas con 50 millones de euros
Agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil han detenido en España a tres de los seis miembros de la cúpula directiva de Bitzlato, una plataforma registrada en Hong Kong dedicada al intercambio de criptomonedas a la que Europol y por las principales agencias policiales internacionales consideran una de las principales herram...
Agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil han detenido en España a tres de los seis miembros de la cúpula directiva de Bitzlato, una plataforma registrada en Hong Kong dedicada al intercambio de criptomonedas a la que Europol y por las principales agencias policiales internacionales consideran una de las principales herramientas utilizada por el crimen organizado para el blanqueo de capitales a nivel mundial, según ha informado este jueves el Ministerio del Interior. Los arrestados son Mykhailo Lunov, de 45 años y nacionalidad ucrania, que ocupaba el cargo de consejero delegado; Paul Lerner, de 26 años y director comercial de la compañía; y Alexandre Goncharenko, de 25 y encargado del marketing. En la operación, desarrollada en cinco países, se han intervenido 18 millones de euros y se han bloqueado más de 100 cuentas por un importe de 50 millones de euros.
La bautizada como Operación Bizlato tuvo una primera fase hace dos semanas en Francia, cuando la Gendarmería desmanteló toda la infraestructura tecnológica de compañía. Según detallan fuentes cercanas a la investigación, aquel golpe provocó que los responsables de la compañía intentaran acceder de manera subrepticia a los servidores de la misma supuestamente para extraer la información comprometedora que se almacenaba en los equipos. Aquella maniobra provocó que el resto de la operación, en la que intervenían cuerpos policiales de España, Francia, Portugal, Chipre y EE UU, se precipitara. Así, el pasado 17 de enero, la Oficina Federal de Investigación de EE UU (FBI en sus siglas en inglés) detenía en Miami, donde residía desde 2022, a Anatoly Legkodymov, de 40 años y cofundador de la compañía, cuando estaba a punto de coger un avión para abandonar el país.
Tres días más tarde, los agentes del Departamento contra el Cibercrimen de la Guardia Civil procedían al arresto de los tres directivos de la compañía asentados en España. Lunov, consejero delegado de Bizlato, fue arrestado en Valencia, ciudad en la que ocupaba una vivienda turística. Según fuentes cercanas a las pesquisas, era el miembro de la cúpula de Bizlato que cambiaba en más ocasiones de residencia y desplegaba un nivel de vida más alto. Cuando fue detenido, tenía un billete de avión para viajar en los siguientes días a una república de Asia central.
Gucharenko residía en Barcelona, ciudad en la que llevaba asentado, al menos, desde 2019. Allí vivía con su mujer e hijos, que estaban escolarizados, y daba rienda suelta a su pasión por el fútbol y, en concreto, el F. C. Barcelona. En la capital catalana también fue arrestado el tercer miembro de la dirección, Lerner. Para todos ellos, el juez ha decretado prisión provisional. La Guardia Civil ha practicado cuatro registros y ha intervenido varios vehículos de alta gama, diversos equipos informáticos y teléfonos móviles, así como 60.000 euros en efectivo.
Según ha detallado la Guardia Civil, la plataforma de criptomonedas de la que los detenidos eran directivos fue fundada en Rusia en 2016 con el nombre de BTC Banker, y se hizo popular como una herramienta segura y anónima de intercambio de divisas digitales que operaba a través de la aplicación de mensajería instantánea Telegram. En 2018, y tras un fuerte crecimiento, lanzó una plataforma web y comenzó su expansión fuera de Rusia y de los otros países limítrofes donde operaba hasta entonces, como Bielorrusia y Ucrania, llegando a presentar una aplicación propia para poder operar desde el móvil.
Las pesquisas de la Guardia Civil han permitido obtener ahora detalles sobre los usuarios de más de 1.000 cuentas de Bitzlato, parte de las cuales supuestamente estarían directamente vinculadas a investigaciones en curso relacionadas con organizaciones del cibercrimen dentro de la UE. Según un estudio realizado por la empresa de análisis Chainalysis, del total de las transacciones en las que participó Bitzlato entre 2019 y 2021 —por importe de más de 2.000 millones de dólares—, al menos 966 millones procedían del cibercrimen, fundamentalmente del comercio ilícito realizado a través de la dark web o internet profunda, un conjunto de páginas web que quedan fuera de los buscadores habituales y que es usada por criminales y delincuentes para intercambiar servicios y productos prohibidos. El FBI apunta en concreto a Hydra Market, donde se trafica de modo anónimo con estupefacientes, información financiera robada, documentos de identificación fraudulentos y servicios de lavado de dinero.
La Guardia Civil destaca que Bitzlato ofertaba a sus clientes el anonimato en sus transacciones con criptomonedas, lo que incumple “las más elementales medidas en el ámbito de la prevención del blanqueo de capitales. De esta forma se convirtió, de forma consciente, en uno de los exchanges [punto de intercambio de moneda digital] más utilizados por la criminalidad organizada en general y el cibercrimen en particular, siendo este su modelo de negocio”, destaca en su nota. En la misma línea apunta el FBI, que tras la detención de cofundador de Bitzlato en Miami señaló en un comunicado que la plataforma de criptomonedas sabía que sus cuentas “estaban plagadas de actividades ilícitas y que muchos de sus usuarios estaban registrados con las identidades de otras personas”. Las autoridades de EE UU aseguraron entonces que, entre la documentación intervenida, se encontró una hoja de cálculo interna que reflejaba la supuesta dependencia de la cuenta de resultados de la compañía del dinero negro.
En concreto, presuntamente se cobraba a través de esta plataforma los rescates de cibersecuestros informáticos a empresas cometidos con virus del tipo ransomware ―que bloquea la información de los equipos de la víctima y procede a cifrarla para posteriormente solicitar un pago por su recuperación― y de fraudes como el conocido del CEO ―engaño en el que los ciberdelincuentes se hacen pasar por directivos de una empresa para ordenar a empleados de esta con acceso a sus recursos económicos que hagan transferencias―.
Fuentes de la Guardia Civil inscriben la Operación Bitzlato en una nueva estrategia contra el cibercrimen puesta en marcha por cuerpos policiales de Europa que busca golpear a los llamados “facilitadores”, en referencia a las estructuras que facilitan la comisión de estos delitos. Entre estas estructuras se encuentran las tramas de blanqueo de capitales que utilizan la opacidad de los movimientos en criptomonedas para monetizar los beneficios de la actividad delictiva. “Si no existieran las criptomonedas no existiría la ciberextosión”, asegura un alto mando del instituto armado, que destaca que en los últimos años España se ha convertido en uno de sus lugares preferidos de estas organizaciones de facilitadores para asentarse.