Los aeropuertos españoles aceleran su recuperación por el auge de las aerolíneas de bajo coste
El volumen de pasajeros todavía está un 11% por debajo que antes de la pandemia, pero el Gobierno se fija el reto de recuperar el turismo de larga distancia
Ryanair y el resto de las aerolíneas de bajo coste están marcando el ritmo de la recuperación de pasajeros en los aeropuertos españoles. El pasado ejercicio acabó todavía con un volumen de pasajeros un 11,5% inferior al de hace tres años (31 millones menos), cuando no había irrumpido la covid, pero con una inercia ascendente mes a mes que no permite descartar totalmente la posibilidad de que este año se recupere el volumen de pasajeros ...
Ryanair y el resto de las aerolíneas de bajo coste están marcando el ritmo de la recuperación de pasajeros en los aeropuertos españoles. El pasado ejercicio acabó todavía con un volumen de pasajeros un 11,5% inferior al de hace tres años (31 millones menos), cuando no había irrumpido la covid, pero con una inercia ascendente mes a mes que no permite descartar totalmente la posibilidad de que este año se recupere el volumen de pasajeros prepandemia. Si eso ocurre será gracias a la actividad de un buen puñado de operadores low cost, que han visto cómo continuaban arañando cuota de negocio a las compañías tradicionales, incapaces de aguantar su ritmo. Teniendo en cuenta solo las aerolíneas con más de un millón de pasajeros (que representan el 88% del total), el bajo coste ha ganado 2,5 puntos en el último trienio y copa el 67,7% del mercado.
La compañía irlandesa Ryanair, líder en España, ha rebasado ya sus estadísticas de 2019 y desde entonces ha ganado 1,7 millones de pasajeros, un 3,5% más, casi ajena a las protestas de sus tripulantes de cabina de este año. Como ella, ya han superado el golpe de la crisis sanitaria Eurowings, Binter Canarias, Wizz Air o Volotea (que registra un crecimiento del 57%, la que más). El resto, aunque no hayan logrado recuperarse completamente, mantienen caídas inferiores al global español. Apenas hay unas pocas excepciones a esa tónica y la que más destaca es EasyJet. La aerolínea británica ha sumado a los problemas generales del sector las restricciones de los vuelos al Reino Unido, aunque tiene previsiones de mejorar sus registros durante este año.
En el otro fiel de la balanza se encuentran las antiguas compañías de bandera, que están todavía a un 82% del nivel de 2019. Iberia continúa perdiendo un 13,4% de pasajeros, mientras que otra española, Air Europa, ha perdido una cuarta parte de los pasajeros que atesoraba antes de la irrupción de la crisis sanitaria. Eso permite concluir que el turismo es el que está tirando de la recuperación, mientras que los viajes de negocios continúan estando, como ocurre en el resto de Europa, lejos del restablecimiento de la situación. En su último informe, el regulador Eurocontrol se refiere a la evolución del mercado español “por su sólida recuperación del tráfico doméstico y una temporada vacacional muy fuerte” y en la que apenas se han perdido una decena de rutas existentes con destinos europeos antes de la pandemia.
Uno de los motivos del diferente ritmo de recuperación es que los vuelos intraeuropeos, donde operan principalmente las low cost, se han recuperado con más fuerza que los intercontinentales, el segmento fundamental de las antiguas compañías de bandera, sobre todo por la escasa mejora del tráfico con Asia, y en especial China, donde en 2022 todavía estaban vigentes las restricciones por covid.
Enaire, el gestor español de tráfico aéreo, cifra en 1,98 millones de vuelos los gestionados por su red, lo que supondría solo un 7,8% menos que en 2019. La recuperación del 92,2% del tráfico previo a la covid en España supera la media europea, que se sitúa en el 84,4%, fundamentalmente por la buena marcha del mercado interno. Los vuelos nacionales están a un 95,9%, mientras que los internacionales en un porcentaje del 90%.
Avance en las previsiones
Si la recuperación se confirma y se logra rebasar los datos de 2019 este año, Aena verá avanzar en un año sus previsiones más optimistas, que consideraban posible dejar atrás las estadísticas de la crisis sanitaria en 2024 para volver a situarse en los 275 millones de pasajeros. El objetivo del gestor aeroportuario, la sociedad cotizada controlada por el Estado, es alcanzar los 300 millones de pasajeros en 2026, cuando concluya su actual plan estratégico.
Fuentes conocedoras del sector, no obstante, llaman a la cautela y a conocer las ofertas de asientos que las aerolíneas publiquen en febrero para este verano para tener en cuenta también cuál es su estado de optimismo con la coyuntura económica. Después, todo quedará en manos de sus clientes. Este año, las aerolíneas elevaron un 25% sus asientos disponibles, según los datos de la patronal de la aviación IATA. La ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, ha adelantado este miércoles en el foro Spain Investors Day en Madrid que la mejora de la conectividad de largo radio será, junto a la inversión en los destinos de sol y playa, la principal prioridad del Gobierno para el 2023. En este sentido, Maroto ha celebrado la reapertura del mercado chino, aunque ha advertido del “elemento de incertidumbre” que supone el repunte de contagios en el gigante asiático: “Lo estamos afrontando con responsabilidad, ya que están disponibles medidas para el control de los pasajeros y la incidencia”. Las líneas maestras de Turismo para el año que viene serán presentadas en la Feria Internacional del Turismo (Fitur), que se celebrará la semana que viene en Madrid, ha avanzado la ministra.
Previsiones moderadas para Europa
Eurocontrol, la organización europea para la seguridad de la navegación aérea, no es tan optimista para el conjunto de Europa, territorio para el que ha revisado a la baja sus previsiones. En su último informe, de los primeros días de enero, constataba que el tráfico (en este caso en términos de operaciones de despegues y aterrizajes) se había recuperado pese a la guerra de Ucrania y se había situado en unos niveles del 83% en 2022, lo que supondría en torno a 9,3 millones de vuelos (1,8 millones menos que en 2019). La evolución continuará hacia arriba, pero su escenario más realista contempla que en 2023 alcance un 92% y que no sea hasta 2025 cuando se complete totalmente. El contexto que dibujan para este año es el de un escenario de débil crecimiento económico, presiones inflacionistas y una no inmediata resolución del conflicto en Ucrania, además de las presiones adicionales que puedan generar la invasión rusa. El encarecimiento de los costes energéticos ha impulsado al alza los precios de los billetes, que desde 2019 han subido un 5%, básicamente por el combustible.
Sin embargo, el último informe del regulador europeo sí destaca a España como uno de los países más dinámicos y rápidos en recuperar ritmos anteriores. El año pasado, sus aeropuertos operaron 4,234 vuelos diarios, solo un 8% por debajo que en 2019. En Italia la diferencia es todavía del 12%; en Francia, del 13%; en Reino Unido, del 20%; y los peores resultados se los lleva Alemania, que opera solo tres de cada cuatro vuelos que tenía antes de la pandemia. Un hecho que ilustra esa situación es que ni Fráncfort, ni Ámsterdam, ni París, ni Londres tienen el aeropuerto europeo más activo de 2022. Esa posición se la ha quedado el de Estambul.