Los grandes bancos conceden menos créditos a las empresas más contaminantes
Un estudio del Banco de España concluye que la financiación concedida a los sectores con más emisiones se redujo desde un 47% en 2014 hasta un 43% en 2019
La sostenibilidad es ya un criterio ineludible para las empresas, y condiciona no solo sus métodos de producción, sino también su acceso a financiación. Entre 2014 y 2019, las compañías más contaminantes experimentaron una reducción de los créditos procedentes de entidades españolas, de acuerdo con un estudio del Banco de España publicado este martes. Los grandes bancos, más expuestos al riesgo climático, redujeron su oferta de crédito a las compañías de sectores con más emisiones. La diferencia, eso sí, es pequeña: en ...
La sostenibilidad es ya un criterio ineludible para las empresas, y condiciona no solo sus métodos de producción, sino también su acceso a financiación. Entre 2014 y 2019, las compañías más contaminantes experimentaron una reducción de los créditos procedentes de entidades españolas, de acuerdo con un estudio del Banco de España publicado este martes. Los grandes bancos, más expuestos al riesgo climático, redujeron su oferta de crédito a las compañías de sectores con más emisiones. La diferencia, eso sí, es pequeña: en el periodo estudiado, un banco más expuesto —que concedía más préstamos a empresas contaminantes— habría ofertado a compañías en sectores contaminantes 2.884,50 euros menos al año que a empresas más sostenibles.
Según el estudio, las empresas que operan en los sectores más contaminantes son más grandes y tienen más deuda. Además, están más apalancadas —su proporción de deuda en comparación con sus activos es mayor— y tienen una rentabilidad y liquidez más baja. Utilizando los datos desde 2014 hasta el 2019, el informe señala que la proporción de la financiación concedida a estas compañías se redujo en cuatro puntos: desde un 47% del total en 2014 hasta un 43% en 2019. La elección de este periodo temporal, explican los expertos del Banco de España, se debe a que incluir datos posteriores a la pandemia distorsionaría la imagen del estudio.
Presión regulatoria
Desde la aprobación en 2015 de los Acuerdos de París, el círculo regulatorio sobre la economía se va estrechando. En el Viejo Continente, con el Pacto Verde Europeo, una sucesión de normas y directrices buscan redirigir la inversión hacia actividades más sostenibles. Una de ellas, resaltada por el informe del Banco de España, es la inclusión por parte de la Autoridad Bancaria Europea de factores ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ASG) en sus directrices sobre concesión y seguimiento de préstamos.
Esta creciente presión regulatoria se nota aún más en los grandes bancos o “significativos” —aquellos que, entre otras condiciones, tienen unos activos totales consolidados superiores a 30.000 millones de euros—que concentran el 80% de los préstamos concedidos. Frente a las demás entidades, apuntan los expertos del Banco de España, estos bancos “habrían recompuesto activamente sus carteras de crédito” y habrían dado un mayor peso a las empresas que operan en los sectores menos contaminantes “con el fin de reducir su exposición”.
Sin embargo, esta reducción de crédito a las empresas menos sostenibles es moderada en términos económicos. La diferencia de algo menos de tres millones de euros entre lo ofertado a las compañías más contaminantes y a aquellas más sostenibles es relativamente pequeña. “Esta magnitud es moderada si se tiene en cuenta que el saldo vivo de crédito de la empresa media de la muestra en un determinado banco es de 160.000 euros”, concluye el estudio.